Como una reacción natural, la población boliviana disminuyó en los últimos seis meses sus ahorros en bolivianos e incrementó sus depósitos en dólares norteamericanos como previsión ante un probable cambio en la política cambiaria nacional por la crisis financiera internacional.
El temor parece poder más que la confianza en la moneda nacional y el sistema bancario nacional.
Hasta septiembre del año pasado, cuando estalló la crisis externa, los depósitos eran el 50 por ciento en moneda nacional o Unidades de Fomento a la Vivienda (UFVs). A fines de febrero de este año, del total depositado en el sistema bancario nacional el 46 por ciento es moneda nacional y el 54 por ciento en dólares, según datos de la Fundación Milenio.
“Creo que ha comenzado nuevamente un proceso de dolarización de los depósitos bancarios porque la gente sabe que en los países vecinos se está devaluando el dólar norteamericano, menos en Bolivia. Por lo tanto, la gente está cambiando sus activos bolivianos por dólares en previsión que en cualquier momento puede ocurrir un ajuste del tipo de cambio”, dice Napoleón Pacheco, analista económico y secretario ejecutivo de Fundación Milenio.
Esta actitud explicaría el porqué en una mayoría de los bancos los depósitos en UFVs han disminuido drásticamente y las tasas de interés para los depósitos en dólares estén subiendo.
Para Ana Isabel Artero, asesora económica de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), “más que desaparecer, los ahorros en UFV’s reflejaron la realidad del descalce financiero que se produjo en la economía nacional debido al incentivo excesivo hacia el boliviano con el mantenimiento de un tipo de cambio en total desacorde con la cotización internacional de la moneda americana”.
En su criterio, el impacto de la crisis financiera internacional no se ha presentado aún en la banca nacional directamente, sin embargo, empiezan a sentirse algunos síntomas en los niveles de captaciones de depósitos, la colocación de la cartera regional y nacional, los niveles de mora crediticia registrados además del claro incremento en las tasas de interés bancarias al público.
Política
Pacheco percibe que la política cambiaria del Banco Central de Bolivia (BCB) no es sostenible en el tiempo y que tarde o temprano tendrá que hacer un ajuste en el tipo de cambio. “Por eso es que la gente está apostando a los dólares y prefiere no endeudarse en dólares sino en bolivianos”, dice.
Respecto a la estabilidad del sistema financiero nacional, señala que los indicadores monetarios como las Reservas Internacionales Netas (RIN) tienen una tendencia declinante, pero suave, considerando que en septiembre de 2008 llegaron a 7.810 millones de dólares y hasta el 6 de marzo de este año acumuló 7.664 millones de dólares.
Aunque las reservas internacionales se mantienen estacionarias, la emisión monetaria ha disminuido. El ingreso de divisas al país ha bajado debido a que las exportaciones en enero han caído y se prevé un decremento de las remesas, mientras que los depósitos así como la cartera bancaria experimentaron un crecimiento lento.
Las remesas decrecen
Uno de los efectos inmediatos de la crisis económica mundial sobre la economía de Bolivia se traduce en la caída de las remesas de migrantes nacionales. Según el Banco Central de Bolivia (BCB) entre octubre y diciembre de 2008 las remesas totalizaron 267,6 millones de dólares, es decir, 17,7 millones menos que similar periodo del 2007 cuando totalizaron 282,3 millones. Entre 2001 y 2007 las remesas mostraron un crecimiento promedio de 70 por ciento, el 2008, las mismas bajaron en 5 por ciento.
Quiebras bancarias
A pesar de que el presidente Barack Obama de Estados Unidos diseñó un paquete de rescate de 700 billones de dólares para encarar la crisis financiera en su país, 41 bancos quebraron en diversos estados, los primeros dos meses de 2009 y para proteger a los ahorristas el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) incrementó la cobertura desde 100.000 hasta 250.000 dólares, por depositante.
Varios bancos tradicionales que quebraron fueron nacionalizados o intervenidos en Estados Unidos, según la Fundación Milenio.
TEMEN QUE LA BANCA PUEDA INCUMPLIR COMPROMISOS DE PAGO
Crece desconfianza del público
El mayor impacto de la crisis financiera internacional es la incertidumbre y desconfianza del público, al extremo que en septiembre del año pasado, según estadísticas del BCB, alguna gente retiró depósitos bancarios por valor de 88 millones de dólares (1,3 por ciento del total de depósitos), dato que, sin embargo, no muestra ninguna debilidad del sistema financiero, que es sólido, indica el secretario ejecutivo de la Fundación Milenio, Napoleón Pacheco.
En su criterio, tanto a nivel nacional como regional, la principal preocupación de los clientes de la banca nacional es el posible incumplimiento de compromisos de pago, el nivel de mora tanto a nivel nacional como departamental, además de la reducción en las colocaciones de cartera.
Sobre este tema, la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF) aclaró hace una semana que “no son ciertos los rumores en sentido que se estarían preparando decretos para congelar, bloquear o expropiar dineros de las cuentas de ahorro del público, así como tampoco son ciertos los rumores que circulan respecto a posibles devaluaciones del peso boliviano”.
A tiempo de señalar que tales rumores provienen de personas o grupos irresponsables advirtió que esas personas podrían ser demandadas ante el Ministerio Público y ante la justicia porque la ley prohíbe difundir rumores falsos que atenten contra la estabilidad del sistema financiero.
ANÁLISIS
“Bolivia necesita estructurar una política económica”
El inicio de la crisis se originó durante la gestión 2007 con el boom en los precios de las materias primas, expansión acelerada de la economía mundial, precios internacionales del barril de petróleo por las nubes, crisis hipotecaria, disminución en los precios de materias primas y la crisis financiera y económica mundial fue la consecuencia a finales de 2008. Estos acontecimientos han ocasionado que hoy la economía mundial y su rumbo sean inciertos.
Los principales actores económicos han visto disminuir su producción, exportaciones y su demanda interna después de un auge de precios sin precedentes. Actualmente se habla de una contracción de la demanda agregada mundial originada con características de impulsos tanto internos como externos donde la estructuración de un nuevo ordenamiento económico mundial es cada día más real y las soluciones ocurrirán una vez que la economía se acomode a las nuevas determinantes mundiales.
Es importante considerar la posición económica en la cual se encuentra nuestro país. Si bien el mercado bursátil, a nivel nacional, no se encuentra lo suficientemente desarrollado como para recibir el impacto directo de la crisis financiera, la crisis económica mundial llegará a nuestras fronteras por medio de ciertos mecanismos como ser disminuciones de la demanda interna y externa, del envío de remesas y de la formación bruta de capital fijo; reducción de la capacidad de pago crediticio y el incremento de la tasa de desempleo formal.
Países vecinos como Chile, Brasil, Colombia, Perú, México y Argentina obtuvieron una tasa de crecimiento entre 5 y 9 por ciento durante 2008, factor que les permite mayor holgura al momento de tomar decisiones respecto a las políticas económicas públicas tanto fiscales como monetarias.
Bolivia necesita estructurar una política económica tanto interna como externa acorde a las condiciones actuales de la economía mundial; reajustar la política cambiara podría ser un primer paso interesante que, si se encuentra seguido de un plan estratégico de recuperación de la inversión pública útil, nos permitiría a los bolivianos sobrellevar la crisis con mayor certeza y así tomar decisiones correctas.
Ana Isabel Artero | Asesora de la Federación de Empresarios Privados
El temor parece poder más que la confianza en la moneda nacional y el sistema bancario nacional.
Hasta septiembre del año pasado, cuando estalló la crisis externa, los depósitos eran el 50 por ciento en moneda nacional o Unidades de Fomento a la Vivienda (UFVs). A fines de febrero de este año, del total depositado en el sistema bancario nacional el 46 por ciento es moneda nacional y el 54 por ciento en dólares, según datos de la Fundación Milenio.
“Creo que ha comenzado nuevamente un proceso de dolarización de los depósitos bancarios porque la gente sabe que en los países vecinos se está devaluando el dólar norteamericano, menos en Bolivia. Por lo tanto, la gente está cambiando sus activos bolivianos por dólares en previsión que en cualquier momento puede ocurrir un ajuste del tipo de cambio”, dice Napoleón Pacheco, analista económico y secretario ejecutivo de Fundación Milenio.
Esta actitud explicaría el porqué en una mayoría de los bancos los depósitos en UFVs han disminuido drásticamente y las tasas de interés para los depósitos en dólares estén subiendo.
Para Ana Isabel Artero, asesora económica de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), “más que desaparecer, los ahorros en UFV’s reflejaron la realidad del descalce financiero que se produjo en la economía nacional debido al incentivo excesivo hacia el boliviano con el mantenimiento de un tipo de cambio en total desacorde con la cotización internacional de la moneda americana”.
En su criterio, el impacto de la crisis financiera internacional no se ha presentado aún en la banca nacional directamente, sin embargo, empiezan a sentirse algunos síntomas en los niveles de captaciones de depósitos, la colocación de la cartera regional y nacional, los niveles de mora crediticia registrados además del claro incremento en las tasas de interés bancarias al público.
Política
Pacheco percibe que la política cambiaria del Banco Central de Bolivia (BCB) no es sostenible en el tiempo y que tarde o temprano tendrá que hacer un ajuste en el tipo de cambio. “Por eso es que la gente está apostando a los dólares y prefiere no endeudarse en dólares sino en bolivianos”, dice.
Respecto a la estabilidad del sistema financiero nacional, señala que los indicadores monetarios como las Reservas Internacionales Netas (RIN) tienen una tendencia declinante, pero suave, considerando que en septiembre de 2008 llegaron a 7.810 millones de dólares y hasta el 6 de marzo de este año acumuló 7.664 millones de dólares.
Aunque las reservas internacionales se mantienen estacionarias, la emisión monetaria ha disminuido. El ingreso de divisas al país ha bajado debido a que las exportaciones en enero han caído y se prevé un decremento de las remesas, mientras que los depósitos así como la cartera bancaria experimentaron un crecimiento lento.
Las remesas decrecen
Uno de los efectos inmediatos de la crisis económica mundial sobre la economía de Bolivia se traduce en la caída de las remesas de migrantes nacionales. Según el Banco Central de Bolivia (BCB) entre octubre y diciembre de 2008 las remesas totalizaron 267,6 millones de dólares, es decir, 17,7 millones menos que similar periodo del 2007 cuando totalizaron 282,3 millones. Entre 2001 y 2007 las remesas mostraron un crecimiento promedio de 70 por ciento, el 2008, las mismas bajaron en 5 por ciento.
Quiebras bancarias
A pesar de que el presidente Barack Obama de Estados Unidos diseñó un paquete de rescate de 700 billones de dólares para encarar la crisis financiera en su país, 41 bancos quebraron en diversos estados, los primeros dos meses de 2009 y para proteger a los ahorristas el Federal Deposit Insurance Corporation (FDIC) incrementó la cobertura desde 100.000 hasta 250.000 dólares, por depositante.
Varios bancos tradicionales que quebraron fueron nacionalizados o intervenidos en Estados Unidos, según la Fundación Milenio.
TEMEN QUE LA BANCA PUEDA INCUMPLIR COMPROMISOS DE PAGO
Crece desconfianza del público
El mayor impacto de la crisis financiera internacional es la incertidumbre y desconfianza del público, al extremo que en septiembre del año pasado, según estadísticas del BCB, alguna gente retiró depósitos bancarios por valor de 88 millones de dólares (1,3 por ciento del total de depósitos), dato que, sin embargo, no muestra ninguna debilidad del sistema financiero, que es sólido, indica el secretario ejecutivo de la Fundación Milenio, Napoleón Pacheco.
En su criterio, tanto a nivel nacional como regional, la principal preocupación de los clientes de la banca nacional es el posible incumplimiento de compromisos de pago, el nivel de mora tanto a nivel nacional como departamental, además de la reducción en las colocaciones de cartera.
Sobre este tema, la Superintendencia de Bancos y Entidades Financieras (SBEF) aclaró hace una semana que “no son ciertos los rumores en sentido que se estarían preparando decretos para congelar, bloquear o expropiar dineros de las cuentas de ahorro del público, así como tampoco son ciertos los rumores que circulan respecto a posibles devaluaciones del peso boliviano”.
A tiempo de señalar que tales rumores provienen de personas o grupos irresponsables advirtió que esas personas podrían ser demandadas ante el Ministerio Público y ante la justicia porque la ley prohíbe difundir rumores falsos que atenten contra la estabilidad del sistema financiero.
ANÁLISIS
“Bolivia necesita estructurar una política económica”
El inicio de la crisis se originó durante la gestión 2007 con el boom en los precios de las materias primas, expansión acelerada de la economía mundial, precios internacionales del barril de petróleo por las nubes, crisis hipotecaria, disminución en los precios de materias primas y la crisis financiera y económica mundial fue la consecuencia a finales de 2008. Estos acontecimientos han ocasionado que hoy la economía mundial y su rumbo sean inciertos.
Los principales actores económicos han visto disminuir su producción, exportaciones y su demanda interna después de un auge de precios sin precedentes. Actualmente se habla de una contracción de la demanda agregada mundial originada con características de impulsos tanto internos como externos donde la estructuración de un nuevo ordenamiento económico mundial es cada día más real y las soluciones ocurrirán una vez que la economía se acomode a las nuevas determinantes mundiales.
Es importante considerar la posición económica en la cual se encuentra nuestro país. Si bien el mercado bursátil, a nivel nacional, no se encuentra lo suficientemente desarrollado como para recibir el impacto directo de la crisis financiera, la crisis económica mundial llegará a nuestras fronteras por medio de ciertos mecanismos como ser disminuciones de la demanda interna y externa, del envío de remesas y de la formación bruta de capital fijo; reducción de la capacidad de pago crediticio y el incremento de la tasa de desempleo formal.
Países vecinos como Chile, Brasil, Colombia, Perú, México y Argentina obtuvieron una tasa de crecimiento entre 5 y 9 por ciento durante 2008, factor que les permite mayor holgura al momento de tomar decisiones respecto a las políticas económicas públicas tanto fiscales como monetarias.
Bolivia necesita estructurar una política económica tanto interna como externa acorde a las condiciones actuales de la economía mundial; reajustar la política cambiara podría ser un primer paso interesante que, si se encuentra seguido de un plan estratégico de recuperación de la inversión pública útil, nos permitiría a los bolivianos sobrellevar la crisis con mayor certeza y así tomar decisiones correctas.
Ana Isabel Artero | Asesora de la Federación de Empresarios Privados
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