27 septiembre 2009

El dólar aún es el rey, pero el boliviano se dispara


Ha transcurrido más de una década en la que tanto el Estado como el sistema de intermediación financiera pusieron todos sus esfuerzos para fortalecer la moneda nacional frente al dólar. Las personas decidieron aceptar este desafío y sus depósitos y créditos se multiplicaron en bolivianos; pero no han dejado de usar el dólar en sus operaciones financieras.

Los depósitos en bolivianos (Bs) en el 2003 representaban el 9% del total; esto significa que las personas depositaron 242 millones de bolivianos; el resto fueron depósitos en dólares, cuyo monto fue de $us 2.471 millones.

Al 31 de agosto de este año, los depósitos en moneda nacional llegaron a Bs 2.769 millones, mientras que los depósitos en dólares alcanzan los $us 3.581 millones.

Los depósitos en bolivianos ahora representan el 44% del total de los depósitos que las personas realizaron en alguna entidad financiera del país.

“Esta tendencia también se ha reflejado en las colocaciones de cartera y las inversiones en moneda nacional, que en conjunto alcanzaban al 7% el 2004, año en el que se dieron los primeros créditos en moneda nacional, para llegar al 42% al 31 de agosto del 2009”, detalló el secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos de Bolivia (Asoban), Marcelo Montero.

Agregó que esta tendencia ha permitido ir calzando los flujos de los clientes del sistema financiero que cuentan con ingresos en bolivianos y reducir el riesgo crediticio-cambiario.

En el caso de los depósitos del sistema mutual, durante el primer semestre se han incrementado en 65%. “Comportamiento que ha resultado prácticamente sistemático, salvo lo observado durante el primer trimestre cuando los depósitos fueron ligeramente afectados por expectativas del impacto de crisis sobre la economía doméstica, expectativas superadas en el segundo trimestre de la presente gestión”, indicó el vicepresidente de la Unión Boliviana de Entidades Financieras de Ahorro y Préstamo (Univiv), Javier Calderón Eduardo.

Sin embargo, “el mercado tomador de créditos ha reaccionado de manera menos favorable que el sector ahorrista”, subrayó Calderón, quien también es presidente del directorio de Mutual La Paz.

Eso significa que los créditos en bolivianos fueron requeridos en operaciones de menor plazo, generando como contraparte inversiones permanentes y temporarias en moneda nacional cercanas al 60%, apuntó Calderón.

Asoban destaca el crecimiento de los depósitos en bolivianos, inclusive muy por encima del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, pero aclara que las colocaciones no pueden crecer al mismo ritmo.

Si bien la oferta crediticia del sistema financiero está en inmejorables condiciones, con tasas de interés bajas, la demanda no acompaña, en ninguna moneda.

“Se observa que la demanda de créditos ha disminuido significativamente, especialmente en la gestión 2009, lo cual podría ser atribuible al periodo previo a elecciones presidenciales y sobre todo a la reglamentación pendiente de emisión de la Constitución Política del Estado”, explicó Montero.

“Es posible inferir que la inflexibilidad no está en el lado de la oferta, sino más bien por el lado de la demanda. En ese sentido, las estrategias destinadas a dinamizar las inversiones deberían empezar por la creación de espacios de diálogo que permitan sugerencias de mecanismos consensuados entre planificadores, normadores y operadores”, expresó Calderón.

Para el analista Óscar J. Pammo Velarde, la bolivianización de la economía nacional, en el actual contexto, presenta más ventajas. Sin embargo, explicó que la dolarización es un fenómeno que trascendió en el tiempo y se instaló en la memoria colectiva. “La persistencia de un sentimiento de desconfianza en la moneda nacional como medio de reserva de valor ante la posibilidad de volver a vivir un escenario de alta inflación”, como en la década de los ochenta.

Pammo puntualizó que revertir este sentimiento es una tarea que se inició hace una década, “lo cual se ha logrado con algún éxito”. El incrementar el grado de la bolivianización debe considerar que la confianza de la gente en su moneda se logra a través de resultados económicos palpables: control de la inflación, crecimiento económico, establecimiento y respeto de reglas del juego claras y creíbles.

Las ventajas de usar la moneda nacional

En atención a que los ingresos de la población económicamente activa son en moneda nacional, existen ventajas para un mayor uso del boliviano en las transacciones de la economía, destacó el analista Óscar J. Pammo.

Entre ellas, explicó que por efecto de las medidas de política económica implementadas y la decisión de la banca para apoyar la bolivianización, la estructuración de las tasas de interés favorece la realización de operaciones en bolivianos.

Existe una cobertura ante episodios inflacionarios mediante la indexación a la UFV. No se paga ningún impuesto directo por el acceso a los propios recursos. Están libres de cancelar el Impuesto a las Transacciones Financieras (ITF).

También indicó que al manejar bolivianos no es necesario comprar o vender dólares americanos, de manera que las personas pueden ahorrarse los efectos del diferencial cambiario.

“Existen incentivos para que las entidades financieras ofrezcan facilidades a la otorgación de préstamos y productos de ahorro en bolivianos, por menores costos financieros asociados a menores previsiones. Asimismo, existen incentivos para captar ahorro en bolivianos por los menores saldos inmovilizados en encaje”, indicó.

Además, “existen incentivos al financiamiento en bolivianos, por parte del BDP y programas de apoyo del Gobierno, caracterizados por bajas tasas activas, la aplicación de períodos de gracia y mayores plazos”, puntualizó.

Puntos de vista

“Es interés del sistema financiero promover la bolivianización”
Marcelo Montero. Secretario Ejecutivo de Asoban.

Las medidas de estabilización lograron el retorno de los ahorros al sistema financiero, permitiéndole cumplir su función de intermediador, pero también el sistema financiero se tornó extremadamente vulnerable a las variaciones del tipo de cambio, limitando las políticas monetarias que el Estado puede aplicar para el control de la inflación y estabilidad del sistema económico. Asimismo, el sistema de intermediación financiera, debido a esto, debe asumir el riesgo de que sus clientes que generan sus ingresos en bolivianos no puedan pagar sus créditos en periodos en los que se devalúa la moneda nacional. Es por estas razones que es de interés tanto del Estado como del propio sistema de intermediación financiera promover la bolivianización.

Con este mismo objetivo se ha puesto en el mercado una diversidad de productos tanto de ahorro como de créditos en bolivianos, en condiciones más convenientes, con mucha fuerza promocional y de mercadeo. De manera conjunta, Asoban, Asofin y Univiv, con el BCB, realizaron una campaña informativa.

“Adecuado sistema de supervisión y políticas sectoriales claras”
Juan Carlos Calderón. Vicepresidente de Univiv.

Si bien la rentabilidad, estabilidad y solvencia dependen en gran medida del manejo de cada una de las entidades, esto no sería posible sin un adecuado sistema de supervisión, políticas sectoriales claras y estables, y un contexto económico propicio para el desarrollo de las actividades de los agentes económicos.

En lo que respecta a nuestras entidades (mutuales), los esfuerzos institucionales están siendo desplegados en un marco de mejora continua en atención al público, sin abandonar criterios de austeridad característicos del sistema mutual, que con una eficiencia administrativa del 11,5% respecto al patrimonio y 1,9% respecto al activo, casi duplica al promedio del resto del sistema de intermediación financiera.

Con relación a la solvencia e imagen de solidez, el sistema mutual del país se enorgullece de presentar un Coeficiente de Adecuación Patrimonial (CAP) cercano al 45% muy superior al prome- dio del resto del sistema.
Este hecho permite brindar la seguridad requerida por el ahorrista de estas instituciones.

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