Las previsiones del Gobierno de que Bolivia logre este año 2009 un crecimiento del 4 por ciento en su Producto Interno Bruto (PIB), fueron desahuciadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que anunció ayer que el país logrará un crecimiento del 3 por ciento y también considera que los ingresos provenientes de la venta de los recursos naturales deberían destinarse a la inversión.
“La lucha contra la pobreza requerirá mantener políticas sociales focalizadas y mejoras de infraestructura”, dijo el asesor principal del FMI para el Hemisferio Occidental, Gilbert Terrier, quien señaló que los recursos para esas inversiones provienen de la venta de las materias primas.
Por vez primera en Bolivia, e invitados por el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el organismo multilateral de crédito, presentó ayer su informe regional Las Américas. Se evitó la crisis ¿Qué sigue ahora?, en el que da cuenta de que Bolivia sólo logrará un 3 por ciento de crecimiento, de acuerdo con su evaluación.
La presentación del informe estuvo a cargo de Terrier, junto con el presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Gabriel Loza Tellería; el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora, y varios invitados.
Pese a la baja en un punto de la proyección de crecimiento, Terrier lo elogió y lo calificó como “el mayor” entre los países de Latinoamérica y el Caribe.
Además sostuvo que Bolivia “no cometió el error que otros países cometieron”, de gastar todo su ingreso cuando los tiempos fueron contrarios.
“Durante los últimos años, 2005 a 2008, los ahorros fiscales fueron altos en Bolivia y eso le permitió en 2009 mantener la política fiscal contracíclica, una política fiscal que incluyó un aumento en la inversión pública y también un aumento del gasto para la protección social”, dijo.
Para el representante del FMI, el gasto público en Bolivia entre 2005 y 2008 fue del orden del 9 por ciento anual, al que calificó de “un ritmo bastante fuerte”, pero que se mantuvo muy por debajo del crecimiento real de las empresas, que fue del 18 por ciento anual.
“Esa diferencia entre los ingresos que venían creciendo muy rápidamente y los egresos que crecían pero no tanto, finalmente permitió a Bolivia crear un espacio que fue muy útil en 2009”.
No obstante, el FMI opina que “Bolivia ha aplicado una política macroeconómica aceptable, la acumulación de ahorros y reservas le permite implementar políticas contracíclicas, hacia el futuro será importante ejercer esa capacidad de reaccionar a choques externos adversos incluyendo el planteamiento de una política fiscal sostenible.
Las perspectivas presentadas por el ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre Ledezma, daban cuenta de que Bolivia concluiría 2009 con un crecimiento de 4 por ciento, distante del 6 por ciento alcanzado en 2008.
“Cerraremos el año con una inflación de alrededor del 2 por ciento y en el caso del crecimiento económico vamos a tener un 4 por ciento o muy cercano”, afirmó el ministro Aguirre con anticipación.
Para el ex presidente del BCB Armando Morales, el crecimiento de 3 por ciento de la economía es “chato”, puesto que no será sostenible dadas las condiciones de país exportador.
“Lo que no se dice es que la recuperación de los precios de las materias primas tiene un límite que es altamente dependiente de las economías en desarrollo, que tampoco tienen sostenibilidad en el tiempo y pueden variar el próximo año”.
La economía boliviana cerrará este año con un crecimiento de 3 por ciento y para 2010 se estima un 3,4 por ciento, proyecta el FMI en su informe “Perspectivas económicas”, divulgado ayer.
Bolivia requirió $us 10.000 millones al FMI y BM
El 6 de octubre, en la Reunión Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y otras entidades multilaterales en la ciudad de Estambul, Turquía, el ministro de Planificación del Desarrollo, Noel Aguirre, comenzó a gestionar un crédito de esas entidades de 10.000 millones de dólares.
“Al menos necesitaríamos una cantidad próxima a unos 10.000 millones de dólares, ya sea por la vía de crédito, ya sea por la vía de donación, para financiar el Plan de Desarrollo (PND) que el presidente Evo Morales prevé aplicar en los próximos cinco años si logra un segundo mandato en diciembre”, sostuvo Aguirre.
El Gobierno justificó esa gestión ante el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI) con el argumento de que el país cuenta con las condiciones económicas para endeudarse.
El vicepresidente Álvaro García Linera dijo que Bolivia desarrolló en los últimos tres años la “musculatura económica y financiera” suficiente para cuadruplicar su deuda externa y acelerar su crecimiento sin poner en riesgo su estabilidad.
La declaración del Vicepresidente fue posterior a la del Ministro de Planificación del Desarrollo en Estambul sobre la pretensión de Bolivia de acceder a créditos y donaciones del FMI por 10.000 millones de dólares en el próximo quinquenio.
Ayer, cuando se le consultó al asesor principal del FMI para el Hemisferio Occidental, Gilbert Terrier, sobre ese crédito, dijo que era “una noticia nueva”.
El ministro Luis Arce Catacora respondió al periodista que no sabía “de dónde se ha sacado esa información” y que no han diseñado la estrategia para implementar el Plan Quinquenal, a cargo del Ministerio de Planificación. “Por lo tanto, no corresponde al Ministerio de Economía y Finanzas esa estrategia de financiamiento y, por lo tanto, el Fondo Monetario no tiene por qué dar la llave para cualquier financiamiento externo como ocurría en el pasado”.
Con participación del Estado
Uno de los puntos de divergencia entre el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Gobierno es la participación del Estado en el impulso fiscal que ha dado a la economía en época de crisis.
“Luego de la crisis para generar una política anticíclica contra la crisis internacional, queda ahora discutir el momento de la salida del impulso fiscal, en otras palabras, el debate es si el Estado, luego de intervenir en la economía, que ahora es indudable que el Estado participó e intervino cuando se dio la crisis, (…) debe salir de las políticas económicas”, afirmó el ministro de Economía y Finanzas, Luis Arce Catacora.
Mientras que Gilbert Terrier, asesor principal del FMI para el Hemisferio Occidental, dijo que es decisión de los Gobierno la aplicación de las políticas que mejor le convengan.
“Sobre las posiciones que un país puede o no tener, me parece normal, el FMI no está aquí para dictar políticas o para decir lo que hay que hacer”.
Arce Catacora argumentó que una de las razones de que Bolivia hoy está mejor que antes es que el Estado, desde 2006, participa activamente en la economía.
“Esto nos ha dado más margen de maniobra en la economía boliviana y ha generado los resultados que hoy el FMI los ha presentado”.
El ministro Arce destacó el modelo económico social comunitario productivo en el país, al margen de varios elementos de la participación del Estado en la economía, como frenar la inflación, la política monetaria y otros.
La presentación del informe del FMI
Es la primera vez que el FMI presenta en Bolivia un informe regional sobre la economía.
El ministro Luis Arce evitó entrar en detalles en su presentación y pasó de largo muchas láminas.
La recepción de las azafatas del BCB fue impecable, igual la distribución del material de prensa.
El informe del FMI presentó en pantalla cifras oscuras que impedían su lectura e interpretación.
Los asistentes invitados a la presentación del informe degustaron un almuerzo en el piso 27.
En el piso 4 del Banco Central se habilitó una Sala de Prensa con 10 computadores, que no se usaron.
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