30 diciembre 2007

Los micropréstamos pasaron de 13 a 133 millones en nueve años


Los microcréditos destinados a los pobres del mundo ascienden a 133 millones hasta fines del 2006, cifra que representa un aumento sustancial en relación a los 13 millones de préstamos registrados hace nueve años.

Estos datos han sido revelados el martes 18, en el informe de la Campaña de la Cumbre de Microcrédito, un programa bajo la responsabilidad de Results Educational Fund, con sede en la ciudad de Washington DC.

El informe resalta como un hecho importante que, del total de micropréstamos reportados en el 2006, 93 millones fueron destinados a las personas consideradas muy pobres, que viven con menos de un dólar al día.

La meta de la Campaña hasta el año 2006 era lograr que los micropréstamos alcanzaran a 100 millones de las familias más pobres del planeta. “Sabemos que la meta de alcanzar 100 millones de familias se ha logrado en el año 2007, sin embargo, no podemos divulgar oficialmente estos resultados hasta que esta información se obtenga, se verifique y se publique a finales del 2008”, sostuvo Sam Daley-Harris, director de la Campaña de la Cumbre de Microcrédito durante la presentación del informe.

El Informe 2007 hace una mención especial a una organización microfinanciera de Kenia denominada Jamii Bora, una organización que comenzó a operar hace ocho años, con la entrega de préstamos a 50 mendigos. Actualmente, Jamii Bora cuenta con 170.000 ahorristas y 60.000 prestatarios.

Esta institución innovadora comenzó a ofrecer seguros médicos hace siete años, cuando se dio cuenta de que el 93% de esos clientes que luchaban por honrar sus préstamos tenía un gran desafío: se enfrentaban a la angustia de tener a un miembro de su familia muy enfermo.

Ingrid Munro, su fundadora, comentó que “uno no puede esperar que cualquier persona deje morir a su niño porque tiene que pagar un préstamo a Jamii Bora. Esto es algo que tuvimos que solucionar y, en consecuencia, nuestra organización cubre todos los costos de hospitalización para un adulto y cuatro niños, enviándolos a hospitales de misioneros”. Munro detalló que ese servicio tiene un costo total de apenas 0,30 centavos de dólar por semana ($us 12 por año) para una familia de cinco personas.

Por otra parte, el Informe 2007 también alerta que el Movimiento de Microfinanzas se encuentra bajo el riesgo de volverse una víctima de su propio éxito.

Un maremoto de capital comercial desafía los principios básicos sobre los cuales el Movimiento de Microfinanzas fue construido.

El informe cuestiona cómo una institución microfinanciera con sede en México lanzó una oferta pública inicial (OPI) en abril del 2007 que produjo una utilidad de $us 450 millones para los inversionistas fundadores e incrementó el valor de la institución en $us 1.400

millones. Esto fue posible debido a las grandes ganancias que generó la institución microfinanciera, a través del cobro de altísimas tasas de interés y otras cargas que sobrepasan al 100 por ciento anual.

El laureado Premio de la Paz, Mamad Yunus, reaccionó con indignación ante esta operación. “El campo de las microfinanzas debe estar enfocado a ayudar a los pobres a salir de la pobreza, protegiéndolos contra los prestamistas, no creando nuevos”.

Sostuvo que una verdadera organización de microcrédito debe cobrar a sus clientes una tasa de interés que se acerque lo más posible al costo de los fondos. “Mi propia experiencia me ha convencido de que la tasa de interés que deben cobrar las instituciones de microcrédito deberá estar entre el 10 ó 15% arriba del costo de los recursos”, concluyó el padre del microcrédito.

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