La Asociación de Entidades Especializadas en Microfinanzas (Asofin) pidió endurecer las normas del ramo y mejorar el control para evitar la proliferación de empresas ilegales de intermediación financiera.
La posición surgió luego de que la Superintendencia de Bancos clausurara la compañía Roghel Bolivia tras advertir que operaba al margen de la ley, aunque la firma lo negó.
El secretario ejecutivo de Asofin, Fernando Prado, opinó que debería haber una ley más clara para sancionar a ese tipo de empresas porque no se las está regulando adecuadamente y eso puede afectar a los ahorristas. Aseguró que ninguna entidad está en condiciones de otorgar intereses tan elevados como Roghel, que entregaba al mes el 10 por ciento del capital. Por ejemplo, si una persona tenía 1.000 dólares ahorrados, recogía 100 en intereses.
La Superintendencia desconoce cuánto dinero movió la empresa los últimos tres años y cuántos son los clientes.
El dueño de Roghel, Windsor Goitia, dijo que tenía dinero para devolver los ahorros, pero su abogado no sabe dónde invierte el empresario.
La posición surgió luego de que la Superintendencia de Bancos clausurara la compañía Roghel Bolivia tras advertir que operaba al margen de la ley, aunque la firma lo negó.
El secretario ejecutivo de Asofin, Fernando Prado, opinó que debería haber una ley más clara para sancionar a ese tipo de empresas porque no se las está regulando adecuadamente y eso puede afectar a los ahorristas. Aseguró que ninguna entidad está en condiciones de otorgar intereses tan elevados como Roghel, que entregaba al mes el 10 por ciento del capital. Por ejemplo, si una persona tenía 1.000 dólares ahorrados, recogía 100 en intereses.
La Superintendencia desconoce cuánto dinero movió la empresa los últimos tres años y cuántos son los clientes.
El dueño de Roghel, Windsor Goitia, dijo que tenía dinero para devolver los ahorros, pero su abogado no sabe dónde invierte el empresario.
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