Seis bancos poseen la mejor calificación de riesgo en el país y son los que tienen mayor solvencia para responder por los depósitos de sus clientes ante cualquier eventualidad.
De acuerdo con el análisis de la calificadora de Riesgo Fitch Ratings a septiembre de 2007, ocupan el primer lugar los bancos Mercantil Santa Cruz, de Crédito de Bolivia, Los Andes Procredit y el estatal Banco de Desarrollo Productivo (BDP). En las asignaciones obtenidas como emisores tienen triple A (ver infografía primera fila).
La calificadora Moody’s Latin America ubica a los bancos Nacional de Bolivia (BNB) y Bisa con una anotación similar, aunque la institución utiliza una nomenclatura diferente (Aa1.bo).
Esta calificación y la triple A significan que las financieras cuentan con elevados niveles de solvencia y una baja probabilidad de pérdidas crediticias y tienen una elevada capacidad de pago de sus obligaciones con sus clientes y acreedores.
El ex gerente de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) Armando Álvarez explica que un cliente debe estar alerta sobre el destino de sus ahorros cuando la calificación de una entidad baja a triple B-. Esto porque en esas circunstancias puede existir cierto riesgo de incumplimiento.
La situación se complica más con una nota triple C porque ahí el ahorrista se queda sin la devolución de su dinero porque el banco deja de ser solvente para responder.
La información de las calificaciones de riesgo se publica cada tres meses en los periódicos de circulación nacional, en los boletines y páginas web de la Superintendencia de Bancos y de las firmas Fitch Ratings y Moody’s Latin America y es accesible a la colectividad.
La analista de Fitch Ratings Cecilia Pérez explica que la calificación es importante para las personas que confían su dinero a una entidad.
Si alguien quiere asegurar sus ingresos y tener mayor certeza de que se los devuelvan cuando los necesite, puede optar por un banco con una elevada calificación, por ejemplo, triple A.
Pero si quiere asumir los riesgos, puede elegir una financiera que le ofrezca una mejor tasa de interés aunque tenga una menor calificación.
A una entidad financiera, la calificación le será útil para negociar sus depósitos a plazo fijo (DPF) en mejores condiciones en el mercado de valores.
Puede ocurrir que en la bolsa una compañía de seguros esté dispuesta a adquirir depósitos a plazo fijo de bancos sólo con una nota triple A. Ahí ganará la financiera con mejor nota.
Moody’s aclara en su análisis que las calificaciones de riesgo no constituyen una sugerencia o recomendación para comprar, vender o mantener un determinado valor o realizar una inversión o un aval de emisión.
Precisa que sólo es la opinión de un especialista privado que puede ser usada como factor complementario para la toma de decisiones de inversión.
El vicepresidente de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Eduardo Paz, explica que la calificación es una opinión técnica sobre la capacidad que tiene una institución financiera para cumplir sus obligaciones con sus clientes o acreedores.
No es una garantía, pero sirve de parámetro para evaluar la solvencia de una entidad. “Este análisis tiene mayor utilidad para depositantes institucionales por la cantidad de dinero que manejan y por las tasas de interés que están dispuestos a obtener. Por ejemplo, una Administradora de Fondos de Pensiones”.
Otras entidades
Según Fitch Ratings, tienen una calificación intermedia AA (bol) y A + bol) los bancos Solidario, Unión y Económico.
Eso significa que el riesgo de que puedan incumplir sus compromisos con sus clientes es mínimo, aunque no con la solvencia de un banco triple A.
Una calificación similar, aunque en diferente nomenclatura, otorga Moody’s al Banco Solidario (Aaa.bo).
A los bancos Económico y Ganadero les asigna una nota intermedia Aa2.bo y Aaa.bo. Significa que son solventes, pero en menor magnitud que los otros.
Según el Vicepresidente de Asoban, “los bancos están sólidos, fuertes y gozan de la confianza del público. A eso se suma que bajó la mora y hay más depósitos, eso mejora las notas de las entidades financieras”.
Según un informe de Asoban, en 2007 sus afiliados obtuvieron ganancias por 104 millones de dólares, monto superior a los 57 millones de 2006.
Los depósitos aumentaron en 895 millones de dólares, la cartera de créditos creció en 437 millones y la mora se redujo de 240 a 180 millones. La cartera en mora alcanza hoy a 5,6 por ciento.
Paz explicó que estos buenos resultados obedecen al crecimiento económico de 4,3 por ciento registrado por el país en la pasada gestión.
El sector financiero se recupera
Desde la gestión 2004-2005, la banca ha experimentado un periodo de recuperación de sus actividades y mejora en sus calificaciones, luego de que en años precedentes sufriera un deterioro constante de sus principales indicadores.
Según el informe al tercer trimestre de 2007 de la calificadora de riesgo Fitch Ratings, la mejora tiene que ver con el incremento de las previsiones, el castigo de créditos de dudosa recuperación y la venta de activos no productivos, además de la optimización de sus indicadores de liquidez y, en general, la adopción de mejores prácticas en el análisis y seguimiento de los riesgos crediticios y operacionales.
Desde el año 2000, el sistema bancario se vio afectado por una constante disminución de sus colocaciones, fuentes de financiamiento e incremento del riesgo crediticio, especialmente en el sector corporativo (cartera morosa e índices de riesgo). Esto ocasionó que la banca registrara una baja rentabilidad, déficit de previsiones, que para algunas entidades repercutió en severas pérdidas de patrimonio. Por eso, Fitch Ratings advirtió este ciclo y, en consecuencia, redujo las calificaciones de algunas financieras.
Más datos
Según Asoban, los bancos tienen el 74 por ciento del patrimonio del sistema.
Manejan el 78 por ciento de los activos y el 76 por ciento de la cartera de préstamos.
Los créditos canalizados en 2007 se incrementaron en 437 millones de dólares.
La mora se redujo de 240 a 180 millones de dólares y representa el 5,6 por ciento.
Los depósitos aumentaron de 3.343 a 4.238 millones de dólares.
La liquidez se incrementó de 1.511 a 1.908 millones de dólares, un 26,3 por ciento.
De acuerdo con el análisis de la calificadora de Riesgo Fitch Ratings a septiembre de 2007, ocupan el primer lugar los bancos Mercantil Santa Cruz, de Crédito de Bolivia, Los Andes Procredit y el estatal Banco de Desarrollo Productivo (BDP). En las asignaciones obtenidas como emisores tienen triple A (ver infografía primera fila).
La calificadora Moody’s Latin America ubica a los bancos Nacional de Bolivia (BNB) y Bisa con una anotación similar, aunque la institución utiliza una nomenclatura diferente (Aa1.bo).
Esta calificación y la triple A significan que las financieras cuentan con elevados niveles de solvencia y una baja probabilidad de pérdidas crediticias y tienen una elevada capacidad de pago de sus obligaciones con sus clientes y acreedores.
El ex gerente de la Bolsa Boliviana de Valores (BBV) Armando Álvarez explica que un cliente debe estar alerta sobre el destino de sus ahorros cuando la calificación de una entidad baja a triple B-. Esto porque en esas circunstancias puede existir cierto riesgo de incumplimiento.
La situación se complica más con una nota triple C porque ahí el ahorrista se queda sin la devolución de su dinero porque el banco deja de ser solvente para responder.
La información de las calificaciones de riesgo se publica cada tres meses en los periódicos de circulación nacional, en los boletines y páginas web de la Superintendencia de Bancos y de las firmas Fitch Ratings y Moody’s Latin America y es accesible a la colectividad.
La analista de Fitch Ratings Cecilia Pérez explica que la calificación es importante para las personas que confían su dinero a una entidad.
Si alguien quiere asegurar sus ingresos y tener mayor certeza de que se los devuelvan cuando los necesite, puede optar por un banco con una elevada calificación, por ejemplo, triple A.
Pero si quiere asumir los riesgos, puede elegir una financiera que le ofrezca una mejor tasa de interés aunque tenga una menor calificación.
A una entidad financiera, la calificación le será útil para negociar sus depósitos a plazo fijo (DPF) en mejores condiciones en el mercado de valores.
Puede ocurrir que en la bolsa una compañía de seguros esté dispuesta a adquirir depósitos a plazo fijo de bancos sólo con una nota triple A. Ahí ganará la financiera con mejor nota.
Moody’s aclara en su análisis que las calificaciones de riesgo no constituyen una sugerencia o recomendación para comprar, vender o mantener un determinado valor o realizar una inversión o un aval de emisión.
Precisa que sólo es la opinión de un especialista privado que puede ser usada como factor complementario para la toma de decisiones de inversión.
El vicepresidente de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Eduardo Paz, explica que la calificación es una opinión técnica sobre la capacidad que tiene una institución financiera para cumplir sus obligaciones con sus clientes o acreedores.
No es una garantía, pero sirve de parámetro para evaluar la solvencia de una entidad. “Este análisis tiene mayor utilidad para depositantes institucionales por la cantidad de dinero que manejan y por las tasas de interés que están dispuestos a obtener. Por ejemplo, una Administradora de Fondos de Pensiones”.
Otras entidades
Según Fitch Ratings, tienen una calificación intermedia AA (bol) y A + bol) los bancos Solidario, Unión y Económico.
Eso significa que el riesgo de que puedan incumplir sus compromisos con sus clientes es mínimo, aunque no con la solvencia de un banco triple A.
Una calificación similar, aunque en diferente nomenclatura, otorga Moody’s al Banco Solidario (Aaa.bo).
A los bancos Económico y Ganadero les asigna una nota intermedia Aa2.bo y Aaa.bo. Significa que son solventes, pero en menor magnitud que los otros.
Según el Vicepresidente de Asoban, “los bancos están sólidos, fuertes y gozan de la confianza del público. A eso se suma que bajó la mora y hay más depósitos, eso mejora las notas de las entidades financieras”.
Según un informe de Asoban, en 2007 sus afiliados obtuvieron ganancias por 104 millones de dólares, monto superior a los 57 millones de 2006.
Los depósitos aumentaron en 895 millones de dólares, la cartera de créditos creció en 437 millones y la mora se redujo de 240 a 180 millones. La cartera en mora alcanza hoy a 5,6 por ciento.
Paz explicó que estos buenos resultados obedecen al crecimiento económico de 4,3 por ciento registrado por el país en la pasada gestión.
El sector financiero se recupera
Desde la gestión 2004-2005, la banca ha experimentado un periodo de recuperación de sus actividades y mejora en sus calificaciones, luego de que en años precedentes sufriera un deterioro constante de sus principales indicadores.
Según el informe al tercer trimestre de 2007 de la calificadora de riesgo Fitch Ratings, la mejora tiene que ver con el incremento de las previsiones, el castigo de créditos de dudosa recuperación y la venta de activos no productivos, además de la optimización de sus indicadores de liquidez y, en general, la adopción de mejores prácticas en el análisis y seguimiento de los riesgos crediticios y operacionales.
Desde el año 2000, el sistema bancario se vio afectado por una constante disminución de sus colocaciones, fuentes de financiamiento e incremento del riesgo crediticio, especialmente en el sector corporativo (cartera morosa e índices de riesgo). Esto ocasionó que la banca registrara una baja rentabilidad, déficit de previsiones, que para algunas entidades repercutió en severas pérdidas de patrimonio. Por eso, Fitch Ratings advirtió este ciclo y, en consecuencia, redujo las calificaciones de algunas financieras.
Más datos
Según Asoban, los bancos tienen el 74 por ciento del patrimonio del sistema.
Manejan el 78 por ciento de los activos y el 76 por ciento de la cartera de préstamos.
Los créditos canalizados en 2007 se incrementaron en 437 millones de dólares.
La mora se redujo de 240 a 180 millones de dólares y representa el 5,6 por ciento.
Los depósitos aumentaron de 3.343 a 4.238 millones de dólares.
La liquidez se incrementó de 1.511 a 1.908 millones de dólares, un 26,3 por ciento.
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