"La economía boliviana está bien de salud pese a una crisis financiera internacional que está haciendo retroceder a las economías del mundo y de América Latina", declaró Arce al recordar que algunos países vecinos redujeron sus previsiones de crecimiento por el contexto internacional adverso.
Según el balance oficial, Bolivia cerrará 2011 con una inflación "no mayor al 7%", tendrá superávit fiscal (2,6% del PIB a septiembre) y mantendrá una balanza comercial positiva (1.400 millones de dólares).
Arce explicó que "el motor de la economía boliviana fue la demanda interna" y que los sectores más dinámicos fueron, principalmente, los de electricidad y gas con 8% de crecimiento, e hidrocarburos y construcción con 7,8% cada uno.
Destacó además que el "éxito económico" alcanzado repercutió en los indicadores sociales: reducción del desempleo del 8,7% al 5,5% y de la pobreza extrema rural.
El ministro no se refirió a proyecciones para 2012, para cuando se espera una desaceleración económica mundial.
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