Los datos que ofrece la Asociación de Migrantes Bolivia España y la Cooperación Bolivia España (Amibe-Codem) además de los que proporciona el Banco Central de Bolivia (BCB) revelan que las remesas han disminuido, situación que coincide con el retorno de los bolivianos que migraron a España e Italia.
Las remesas han bajado en un 15 por ciento y el retorno de los bolivianos se estima que alcanza el 20 por ciento .
El director general de la Fundación Amibe Codem, Hugo Bustillos, explica que las remesas han caído en un 15 por ciento , sin embargo se estimaba que la cifra podía reflejar una caída mucho más alta.
“La proyección era muchísimo más. Hay crisis pero la gente sigue enviando remesas porque todavía tiene familia, tiene proyectos acá”, manifiesta Bustillos explicando que las remesas estarían bordeando los 900 millones de dólares en este año de manera global.
De esta cifra el 40 por ciento viene de España, cerca a 400 millones de dólares. El pico máximo de recepción de remesas entre 2008 y 2009 se acercaba a los mil 100 millones de dólares.
Según los reportes del BCB el año 2002 las remesas enviadas por bolvianos que están fuera del país alcanzaron los 83 millones de dólares, en 2005 llegaron a 860 millones y en el 2006 fueron 972 millones de dólares.
A partir de 2007 las cifras incrementaron a 1.020 millones de dólares, en 2008 a 1.097 millones y en el 2009 la cifra redujo en comparación al año anterior alcanzando los 1.024 millones de dólares. En el 2010 las remesas bajaron a 932 millones y entre enero y septiembre de 2011 los registros llegaron a 771,3 millones.
Bustillos relaciona las bajas en las remesas al retorno de los bolivianos al país.
Según algunos estudios realizados por la responsable del Área de Género y Desarrollo del Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), María Esther Pozo, las cifras reflejan que no se está ganando igual que antes y que la gente está volviendo al país y para ello ha comenzado a mandar sus ahorros.
NO ES PARA SIEMPRE “No toda la vida se van a enviar remesas”, resalta Bustillos.
En España está el 10 por ciento de los bolivianos que viven fuera, es decir 200 mil personas de los 3 millones de bolivianos que se tienen fuera del país.
En países como Argentina y Estados Unidos la cantidad de bolivianos es cinco veces mayor en cada país en comparación a España, pero el envío de remesas es menor.
“Las remesas no duran toda la vida”, resalta el director de la fundación explicado el ciclo de los envíos.
Bustillos se refiere a los ciudadanos que salen de Bolivia y manifiesta que cada uno lo hace con un sueño, por lo general estos se prestan dinero para viajar y los primeros envíos de remesas son para pagar la deuda de sus pasajes y para su familia.
Cuando el migrante consigue pagar el dinero prestado recién comienza a concretar sus sueños; una casa, un auto y un buen colegio para sus hijos.
“Cuando acabaste ese sueño entonces sigues mandando para la familia. Y las remesas son cada vez menos”, dice Bustillos y explica así el proceso que demora entre tres y cinco años.
Pasado este tiempo se cumple el sueño y ya no hay deudas, entonces llega el momento de decidir “entre irse o quedarse”.
Si la decisión del migrante boliviano es quedarse busca llevar a su familia o comienza a enviar menos remesas porque comienza a hacer una nueva vida fuera del país de origen.
Bustillos asegura que cuando se da este tipo de situación “las remesas no siempre llegan cada mes” en el caso de Estados Unidos donde hay un millón de bolivianos desde hace 20 ó 30 años, igual que en Argentina se envía dinero solamente en ocasiones especiales.
“Sólo mandan para el cumpleaños de la abuela, para el cumpleaños del hijito, para los regalitos de Navidad, la fiesta y punto”, agrega.
LOS QUE NO VUELVEN Migrantes que ya tienen hijos fuera del país hacen su vida ahí.
Según los registros los varones se dedican principalmente a trabajos en el área de la construcción, o como garzones, meseros y otros.
María Esther Pozo, del CESU, destaca la capacidad de ahorro que permite el trabajo femenino en comparación al de los varones.
Las mujeres envían más remesas porque pueden ahorrar más considerando que las que trabajan como “internas”, lo que se denomina en Bolivia “cama adentro” no pagan alquiler ni alimentación y son las que generan los lazos de las familias denominadas transnacionales.
Aunque los informes y estudios explican que los migrantes se fueron para “mejorar su situación económica”, sin precisar números Pozo explica que buena parte de las mujeres que salieron del país asocian su salida de Bolivia a una manera de liberarse del maltrato intrafamiliar. En algunos casos las familias también se disgregan.
Por otro lado, hacer un recorrido por el Valle Alto y otras zonas de Cochabamba permite distinguir las edificaciones de estilo europeo que habrían sido construidas con el dinero enviado por los migrantes bolivianos en Europa.
“Son casas esperando que retornen sus dueños, en la mayoría de los casos son viviendas vacías”, describe.
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