La inflación acumulada de 2011 llegó a 6,9% y el Gobierno anunció que el aumento salarial de esta gestión tomará como base esa cifra. La COB demanda un aumento mayor.
En diciembre de 2011, este indicador, que mide la variación de los precios al consumidor (IPC), fue de 0,49%. Los productos más inflacionarios fueron el tomate, el alquiler de la vivienda, el almuerzo, el servicio de transporte interprovincial y el taxi.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) informó que la tasa acumulada de 6,90% es superior en 0,9% a la meta de 6% fijada por el Ejecutivo para la presente gestión.
El Gobierno había proyectado para 2011 una meta de 4% de inflación, pero en febrero, junto al Banco Central de Bolivia (BCB), se vio obligado a reformular la proyección hasta 6% debido a los impactos de la inflación, sobre todo causada por el aumento de precios de alimentos, como pollo y azúcar.
Para el ajuste también influyó el incremento generalizado de los precios en los productos alimenticios derivado de la aplicación del gasolinazo en diciembre de 2010, pese a que esta medida se dejó sin efecto casi inmediatamente.
Con la cifra de diciembre se cumple la proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI), que había pronosticado una inflación de 6,9%; también anticipó que para 2012 la inflación disminuirá a 5%.
Antes de que se conociera la inflación en 2011, el vicepresidente Álvaro García Linera reiteró ayer, según la gubernamental ABI, que el incremento salarial será superior al índice de inflación registrado en 2011. “En el tema de los salarios, ratificamos la posición del Gobierno: se incrementarán los salarios por encima de la tasa de inflación registrada en la tabla de 2011”, dijo García Linera en conferencia de prensa.
Según el Ministerio de Trabajo, el incremento salarial para los trabajadores superará el 6,5%, de acuerdo con la inflación acumulada que registre el INE hasta el 31 de diciembre de 2011.
La Central Obrera Boliviana (COB) rechazó la intención del Gobierno de Evo Morales de aprobar un incremento en ese parámetro. La cúpula sindical evaluará exigir un salario mínimo de 6.000 bolivianos que, según los sindicalistas, es el costo de la canasta familiar.
Un congreso de representantes de los trabajadores afiliados a la COB, en Tarija, definirá el pedido de aumento el próximo 16 de enero.
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