Bolivia y Perú apuntalaron la inversión en infraestructura en la región entre 2008-2013 y dejaron atrás, en este ámbito, a economías desarrolladas como Argentina, Brasil y México, este último con las cifras más bajas en América Latina.
Según el documento del BID, Financiamiento de la infraestructura en América Latina y el Caribe: ¿Cómo, Cuánto y Quién?, elaborado por Tomás Serebrisky, Ancor Suárez-Alemán, Diego Margot, María Cecilia Ramírez, la infraestructura es vital para el crecimiento y el desarrollo económico.
IMPLICACIONES
“La producción en las sociedades modernas y la prestación de servicios básicos tales como la educación o la salud resultarían impensables sin carreteras seguras, agua, saneamiento y electricidad. La infraestructura fomenta el crecimiento a través de aumentos en la productividad, disminuciones en los costos de producción, de la facilitación en la acumulación de capital humano (a través de un mayor acceso a oportunidades educativas), o de la ayuda en la diversificación de la estructura productiva y generación de empleo”, señala el estudio.
Según el documento, Latinoamérica y el Caribe presentan inversión anual en infraestructura menor al 4 por ciento con relación al Producto Interno Bruto (PIB); el promedio, entre 1992 y 2013, alcanza a 2,4 por ciento. La cifra muestra que la región no invierte lo suficiente.
PROPORCIONES
El informe señala que la inversión requerida de la región debería estar en el orden del 5 por ciento del PIB por un período de tiempo prolongado, y en cifras va desde 120.000 a 150.000 millones de dólares. La inversión en otros países fue considerable: en China 5 por ciento, 5 por ciento en Japón e India y, aproximadamente, 4 por ciento en otras economías industriales.
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