A falta de monedas, los caramelos son buenos. Operadores de algunos centros de llamadas, como Cecilia Ancalle, quien trabaja en un establecimiento ubicado en la calle 5 de Los Pinos, se han visto en la necesidad de entregar a los clientes pequeños dulces cuando las monedas de 10 centavos se agotan.
Esta práctica se ha ido extendiendo paulatinamente en este tipo de establecimientos. Durante los últimos dos semestres y, en particular, desde el mes anterior, negocios y servicios que suelen trabajar con monedas han empezado a experimentar escasez, especialmente, de cortes pequeños, es decir de 10, 20 y 50 centavos.
En un recorrido por las zonas de San Pedro, Miraflores, Villa Fátima, el centro y la zona Sur, este periódico verificó que los quioscos, centros de telefonía, mercados, casas de juego, estaciones de servicio y el trasporte público en general, la exigencia por el pago de los servicios o las ventas con moneda fraccionada es cada vez más común.
Para el Banco Central de Bolivia (BCB), lo que existe desde la gestión anterior es “una mayor demanda de billetes y monedas de todos los cortes, debido, principalmente, a un mayor dinamismo de la actividad económica y un incremento en la confianza del público por la moneda nacional”.
Además aseguró que “existe una mayor demanda de monedas, al haberse establecido nuevos pagos con moneda fraccionada, como ser el servicio de telefonía por ‘segundo’ (según Decreto Supremo 28994) y la apertura de casas de juegos, que incrementaron la exigencia de este tipo de material monetario”.
Según datos del sector, existen unas 200 casas de juegos de azar en el país. La Lotería Nacional de Bolivia informó que solicitó a esos sitios que no retengan las monedas que usa el mercado.
El Banco Central explicó que no tiene cuantificado el uso de monedas por parte de las casas de juego. Sin embargo, aseguró que hace consultas a la Lotería para contar con mayor información al respecto.
Según el BCB, en febrero de 2008, existían en circulación en la economía boliviana 487,7 millones de piezas de monedas de distintos cortes, que van desde 0,10 bolivianos hasta los cinco, las cuales tienen un valor nominal agregado o equivalen a 430 millones de bolivianos. Estas monedas han sido elaboradas en distintas casas acuñadoras de Alemania, España y Canadá.
Armando Méndez, ex presidente del BCB, dijo que probablemente otra causa para la escasez de monedas sea, lo que pasó en otros años, que el valor real de las monedas superó el valor nominal. Eso se da cuando el costo de una moneda que representa un boliviano vale más que esta cantidad, por ejemplo, 1,20. En estos casos, algunos individuos comercializan y funden estas piezas, con el propósito de apoderarse de este porcentaje adicional de 20 centavos.
El BCB informó que actualmente existe un incremento en el costo de fabricación de las monedas, hecho que se debe, principalmente, al alza del precio de la materia prima. “En efecto, el precio del acero en los mercados internacionales se ha incrementado en más del 50 por ciento respecto de la gestión 2006. Este aspecto motiva al BCB a recomendar a la población en general acerca del mayor cuidado que se debe tener en el uso del material monetario (tanto billetes como monedas), evitando su extravío, deterioro o usos alternativos”.
Juan Antonio Morales, ex presidente del BCB, explica que el aumento en la demanda de bolivianos se debe también con la actual inflación, pues las personas necesitan más dinero para comprar la misma cantidad de bienes que antes compraban.
En marzo de 2008, la inflación fue de 0,97 por ciento. El acumulado a tres meses llegó a 4,75 por ciento, superando la mitad de la meta anual proyectada por el Gobierno de 7,07 por ciento.
Los efectos
David Alberto, encargado de la Estación de Servicio Kantuta, ubicada en la avenida Busch de Miraflores, mostró su caja de dinero, donde sobresalían los fajos de billetes.
“Antes, esta mi cajita estaba llena de moneditas de todo tipo y nosotros cambiábamos a la gente que nos pedía, pero ahora ya no tenemos. Tampoco están trayendo mucho los clientes cuando pagan la gasolina”.
En San Pedro, Martha López, vendedora de dulces de la calle Colombia, aseguró que antes tenía como 20 ó 30 monedas al día de 10, 20 y 50 centavos, pero que ahora no pasan de 12 ó 15. “El problema de eso es cuando hay que dar cambio. No hay a veces. Entonces, tengo que darles un dulce. Estito llevate les digo”.
Otras veces, cuando le pasa esto corre a la tienda de la esquina para que le cambien un billete de 10 ó de 20 con moneda fraccionada, pero resulta que tampoco tienen “sueltos” allí.
En Alto Següencoma también existe inquietud por la situación de las monedas. Néstor Blanco, conductor de un taxi de línea fija que va por la zona, siente que las transacciones en billetes han aumentado en el último tiempo y por eso, cuando debe devolver cambios a los pasajeros, su situación se complica.
Esta insuficiencia ha sido percibida de igual forma por el sistema financiero. El Banco Bisa admitió que existe una carencia de monedas de todos los cortes, pero no explicó las razones.
Se conoció que otras entidades financieras también están sintiendo ese efecto en sus transacciones. Sin embargo, los bancos Mercantil Santa Cruz, Nacional de Bolivia y de Crédito, consultados al respecto, se excusaron de dar una respuesta. Argumentaron, en algunos casos, que sus ejecutivos se encontraban de viaje, y en otros, que estaban ocupados en reuniones.
El supermercado Ketal de Miraflores tiene este conflicto, pero desconoce las razones.
Habrá más circulante este mes
Ante el aumento de la demanda de monedas, el Banco Central de Bolivia (BCB) tomó sus previsiones y anunció que incrementará la oferta los primeros días de abril.
La entrega de estas monedas está programada en cinco envíos a partir del 31 de marzo, empezando con los cortes de un boliviano y 50 centavos, que son los más requeridos, y entrarán en circulación a partir de la primera semana de abril.
Los cortes de dos bolivianos; 0,20 y 0,10 serán entregados en mayo, junio y noviembre del presente año, respectivamente.
El proceso de acuñación lo lleva adelante la Casa de Moneda de Chile, con la cual el BCB firmó un contrato a fines de 2007. El acuerdo establece la entrega de 150 millones de piezas en los cortes de uno, dos, 0,50, 0,20 y 0,10 bolivianos. Esta cantidad equivale a 97,2 millones de bolivianos.
El costo de su fabricación asciende a 3,1 millones de dólares, es decir, aproximadamente 24 millones de bolivianos.
La Casa de Moneda de Chile ganó la licitación internacional que convocó el BCB para llevar a cabo ese proceso. Las compulsas se cumplen cada dos o tres años.
El Banco Central informó que tomando en cuenta la llegada de esas nuevas piezas ya sostuvo reuniones con la Asociación de Bancos de Bolivia (Asoban) con el fin de coordinar la distribución de las monedas al público en general.
Por medio de esta medida, la entidad financiera nacional estima que se podrá satisfacer con cierta holgura la demanda de monedas del público en general, durante los próximos dos a tres años.
Otros paÍses
Argentina y República Dominicana sufren la escasez de monedas en su economía.
Según Clarín, esa situación complica las transacciones de la población.
Se creía que el origen estaba en que el Banco Central no entregaba mucho circulante.
Sin embargo, la entidad financiera aseguró que sí lo estaba haciendo.
Clarín dijo que es posible que exista un “mercado negro” por el alza del acero.
El diario El País de República Dominicana informó de líos, pero averiguan las causas.
Se indagan las posibles razones que provocaron el hecho. Todo está en proceso.
Hace unos meses en Santa Cruz se denunció la falta de monedas.
Se conoció que en la banca también se redujo la oferta de los cortes pequeños.
Las cabinas telefónicas requieren unidades de 0,10 bolivianos para dar cambios.
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