Colegio de Economistas pide crear ley de información estadística de Bolivia e institucionalizar la entidad encargada de la evaluación inflacionaria
• Cálculo con el sistema antiguo o nuevo, muestra que la realidad diaria es que el bolsillo de los bolivianos sufre el golpe.
Para una valoración correcta del índice inflacionario el Instituto Nacional de Estadística debe retomar la ponderación antigua con el año base de la canasta familiar de 1991 sobre la que se pueden efectuar cambios, pero con un estudio profundo en el Parlamento y con la participación de las universidades y profesionales expertos en economía.
La propuesta parte del Colegio de Economistas de Bolivia, entidad que al igual que las instituciones del sector privado productivo, afirma que el índice inflacionario hasta mayo que alcanza el 7.49 por ciento con el año base de 2007 y con una canasta familiar donde los alimentos tienen una incidencia de menos del 50 por ciento, no es real y sólo muestra datos maquillados.
“Se debe volver al IPC anterior para generar una discusión en el Parlamento que a su vez deberá convocar a las universidades públicas y privadas, a los colegios de profesionales y a expertos en el tema para que podamos contribuir con una mejor composición que se acerque más a la realidad de las familias bolivianas”, declaró a EL DIARIO el presidente de la entidad, Waldo López.
Para el experto en el ramo es fundamental discutir con todos los actores sobre los componentes de la canasta básica boliviana que si bien ha ampliado de 332 a 364 productos ha excluido a algunos y a incluido a otros como los productos regulados y ha bajado la importancia de los alimentos lo que es calificado como ocultar el impacto real de la inflación.
El único elemento positivo que rescata López del nuevo sistema de cálculo del INE es que toma en cuenta a las nueve capitales de departamento, siendo que en el anterior sólo se consideraban las ciudades de La Paz, Cochabamba, El Alto y Santa Cruz.
En ese sentido, la entidad colegiada reitera su pedido de que es necesario que el Parlamento analice el proyecto de ley que tiene el INE para que en base al mismo se cree una ley del sistema de información de estadísticas públicas en Bolivia, “porque hasta ahora los cálculos han sido manejados de forma ‘muy política’ por las autoridades de turno”.
Con eso, lo que se pretende es que el INE se convierta en una entidad completamente autónoma, similar al Banco Central de Bolivia, y que el nombramiento de su presidente o director sea mediante el Parlamento como en otras instituciones estatales.
“Es importante que el Parlamento discuta y analice una ley específica dando autonomía al INE y además se institucionalicen todos sus cargos”, afirmó.
Para la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) la nueva ponderación del IPC planteada debe ser comparada con la antigua, por lo tanto deben aplicarse ambas modalidades para reflejar de forma objetiva la inflación.
“Al cambiar la ponderación a la baja del capítulo de alimentos y bebidas, que son los artículos más inflacionarios, se podría tener la sensación de que la inflación bajará, pero en la realidad el bolsillo de los bolivianos seguiría sufriendo el golpe que no sería claramente reflejado por el IPC que maneja el INE”, advirtió la entidad.
Además que para la Cainco éste no es el mejor momento para realizar este cambio, debido a que estamos en medio de un proceso inflacionario y en vez de realizar estos cambios que le pueden quitar credibilidad al INE, se debería trabajar más para frenar la inflación.
Cambios anteriores
Bolivia ha cambiado el año base del IPC en 1931, 1966, 1991 y actualmente se la quiere cambiar con año base 2007. En una primera etapa los cambios de «años base» sugeridos por los avances científicos deberían realizarse cada 10 años, ahora con la dinámica y la globalización, las estructuras de consumo de los países tienden a variar con mayor rapidez por lo tanto se debería realiza con menor amplitud, por ejemplo, 5 ó 6 años es lo recomendable.
Según la Cainco, lo que llama la atención y origina susceptibilidades es el hecho de que recién ahora se realice este cambio de año base, siendo que reiteradamente se venía criticando al INE por la falta de actualización tanto del IPC, como para el cálculo del PIB, este último tiene como base el año 1990.
Riesgos y transparencia
Dada la situación por la que está pasando la economía boliviana, con una inflación que comienza a tomar valores elevados, los cambios del año base del IPC generan susceptibilidad.
“Las susceptibilidades vienen por la ponderación diferente de sus componentes, como es el caso de alimentos y bebidas, que en la estructura del IPC 1991 otorgaba un peso relativo de 49.10, sin embargo, el IPC con base 2007, otorga una ponderación de 39.33. El cambio que se pretende dar al cálculo del IPC daría como resultado una inflación con valor más bajo dado que los alimentos son los productos más inflacionarios”, afirman los especialistas de Cainco.
Cambios realizados
Los principales cambios realizados en los años base, básicamente tratan de reflejar los nuevos patrones de consumo de los distintos períodos de tiempo.
Por ejemplo, en 1991, el uso de celular no era muy común, en cambio, en el 2007 este producto tiende a ser relevante en la canasta familiar. Por lo tanto, este producto debería añadirse en la canasta familiar para el cálculo del IPC.
Sin embargo, junto a transporte se trata de un servicio que es regulado y cuyo precio es estable y no refleja incrementos sustanciales como es el caso de bebidas y alimentos.
Los principales productos incorporados responden al área de tecnología, educación superior, transporte. Desagregados representan: Computadoras, guarderías, lavadora de ropa, microondas, vehículo, servicio de gimnasio, educación Superior, gas natural, transporte aéreo, seguro de vehículo.
Principales productos retirados: Botones, cotillón, crema para calzado, delantal, disco, cassette, pañuelo, kerosén, franqueo de cartas, gelatina, pudines, flanes, hilo para coser, hojas de afeitar, matrícula escolar y preescolar, orégano y peine.
• Cálculo con el sistema antiguo o nuevo, muestra que la realidad diaria es que el bolsillo de los bolivianos sufre el golpe.
Para una valoración correcta del índice inflacionario el Instituto Nacional de Estadística debe retomar la ponderación antigua con el año base de la canasta familiar de 1991 sobre la que se pueden efectuar cambios, pero con un estudio profundo en el Parlamento y con la participación de las universidades y profesionales expertos en economía.
La propuesta parte del Colegio de Economistas de Bolivia, entidad que al igual que las instituciones del sector privado productivo, afirma que el índice inflacionario hasta mayo que alcanza el 7.49 por ciento con el año base de 2007 y con una canasta familiar donde los alimentos tienen una incidencia de menos del 50 por ciento, no es real y sólo muestra datos maquillados.
“Se debe volver al IPC anterior para generar una discusión en el Parlamento que a su vez deberá convocar a las universidades públicas y privadas, a los colegios de profesionales y a expertos en el tema para que podamos contribuir con una mejor composición que se acerque más a la realidad de las familias bolivianas”, declaró a EL DIARIO el presidente de la entidad, Waldo López.
Para el experto en el ramo es fundamental discutir con todos los actores sobre los componentes de la canasta básica boliviana que si bien ha ampliado de 332 a 364 productos ha excluido a algunos y a incluido a otros como los productos regulados y ha bajado la importancia de los alimentos lo que es calificado como ocultar el impacto real de la inflación.
El único elemento positivo que rescata López del nuevo sistema de cálculo del INE es que toma en cuenta a las nueve capitales de departamento, siendo que en el anterior sólo se consideraban las ciudades de La Paz, Cochabamba, El Alto y Santa Cruz.
En ese sentido, la entidad colegiada reitera su pedido de que es necesario que el Parlamento analice el proyecto de ley que tiene el INE para que en base al mismo se cree una ley del sistema de información de estadísticas públicas en Bolivia, “porque hasta ahora los cálculos han sido manejados de forma ‘muy política’ por las autoridades de turno”.
Con eso, lo que se pretende es que el INE se convierta en una entidad completamente autónoma, similar al Banco Central de Bolivia, y que el nombramiento de su presidente o director sea mediante el Parlamento como en otras instituciones estatales.
“Es importante que el Parlamento discuta y analice una ley específica dando autonomía al INE y además se institucionalicen todos sus cargos”, afirmó.
Para la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) la nueva ponderación del IPC planteada debe ser comparada con la antigua, por lo tanto deben aplicarse ambas modalidades para reflejar de forma objetiva la inflación.
“Al cambiar la ponderación a la baja del capítulo de alimentos y bebidas, que son los artículos más inflacionarios, se podría tener la sensación de que la inflación bajará, pero en la realidad el bolsillo de los bolivianos seguiría sufriendo el golpe que no sería claramente reflejado por el IPC que maneja el INE”, advirtió la entidad.
Además que para la Cainco éste no es el mejor momento para realizar este cambio, debido a que estamos en medio de un proceso inflacionario y en vez de realizar estos cambios que le pueden quitar credibilidad al INE, se debería trabajar más para frenar la inflación.
Cambios anteriores
Bolivia ha cambiado el año base del IPC en 1931, 1966, 1991 y actualmente se la quiere cambiar con año base 2007. En una primera etapa los cambios de «años base» sugeridos por los avances científicos deberían realizarse cada 10 años, ahora con la dinámica y la globalización, las estructuras de consumo de los países tienden a variar con mayor rapidez por lo tanto se debería realiza con menor amplitud, por ejemplo, 5 ó 6 años es lo recomendable.
Según la Cainco, lo que llama la atención y origina susceptibilidades es el hecho de que recién ahora se realice este cambio de año base, siendo que reiteradamente se venía criticando al INE por la falta de actualización tanto del IPC, como para el cálculo del PIB, este último tiene como base el año 1990.
Riesgos y transparencia
Dada la situación por la que está pasando la economía boliviana, con una inflación que comienza a tomar valores elevados, los cambios del año base del IPC generan susceptibilidad.
“Las susceptibilidades vienen por la ponderación diferente de sus componentes, como es el caso de alimentos y bebidas, que en la estructura del IPC 1991 otorgaba un peso relativo de 49.10, sin embargo, el IPC con base 2007, otorga una ponderación de 39.33. El cambio que se pretende dar al cálculo del IPC daría como resultado una inflación con valor más bajo dado que los alimentos son los productos más inflacionarios”, afirman los especialistas de Cainco.
Cambios realizados
Los principales cambios realizados en los años base, básicamente tratan de reflejar los nuevos patrones de consumo de los distintos períodos de tiempo.
Por ejemplo, en 1991, el uso de celular no era muy común, en cambio, en el 2007 este producto tiende a ser relevante en la canasta familiar. Por lo tanto, este producto debería añadirse en la canasta familiar para el cálculo del IPC.
Sin embargo, junto a transporte se trata de un servicio que es regulado y cuyo precio es estable y no refleja incrementos sustanciales como es el caso de bebidas y alimentos.
Los principales productos incorporados responden al área de tecnología, educación superior, transporte. Desagregados representan: Computadoras, guarderías, lavadora de ropa, microondas, vehículo, servicio de gimnasio, educación Superior, gas natural, transporte aéreo, seguro de vehículo.
Principales productos retirados: Botones, cotillón, crema para calzado, delantal, disco, cassette, pañuelo, kerosén, franqueo de cartas, gelatina, pudines, flanes, hilo para coser, hojas de afeitar, matrícula escolar y preescolar, orégano y peine.
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