Ecofuturo pasó de ser un Fondo Financiero Privado (FFP) a convertirse en un banco pyme dedicado a la pequeña y mediana empresa con una gran presencia en el área rural y con la meta de que su cartera de créditos crezca de 301 a 400 millones de dólares el siguiente año.
El gerente de la entidad, Fernando Mompó, detalla las fortalezas de Ecofuturo.
¿Qué significa convertirse en un banco pyme?
El paso a banco nos permite acompañar a nuestros clientes con servicios integrales. Por ejemplo, un microempresario podía tener un crédito, una caja de ahorro y un depósito a plazo fijo.
Pero si quería moverse con cuentas corrientes y con chequera no lo podía hacer. Sin embargo, esta situación ya la revertimos el año pasado e implementamos el servicio. A veces tenemos clientes que hacen importaciones de maquinaria y mercadería del exterior y antes no podíamos ofrecerles ese servicio, porque no teníamos el departamento de comercio exterior. Ahora lo vamos a tener y también les daremos tarjetas de crédito a nuestros clientes.
¿Cuántas agencias tienen?
En 2008 teníamos 21 agencias y ahora tenemos 98. Eso quiere decir que en cinco años cuadruplicamos el número y la mitad de ellas está en áreas rurales. Ésa es la característica de Ecofuturo, la integración entre lo urbano y rural.
¿A cuánto ascienden su cartera de créditos y los depósitos?
En 2008 terminamos con 70 millones de dólares en cartera y actualmente a junio llegamos a 301 millones de dólares de cartera. Eso quiere decir que en cinco años y medio hemos más que cuadruplicado nuestro volumen y en ahorro tenemos depósitos por 260 millones de dólares. La oferta que tenemos como Ecofuturo está muy bien recibida en el mercado.
El 60% de la cartera se va al microcrédito y el 15% al crédito de vivienda. Su carácter social va creciendo de a poco porque es una medida que se dio en diciembre y 15% en consumo. Eso significa que tenemos una diversificación.
¿Cuáles son sus perspectivas de crecimiento?
En junio terminamos con 301 millones de dólares en cartera. Hasta fin de año esperamos llegar a 340 millones de cartera y creceremos un 26% de cartera, lo que refleja un ritmo importante, el más alto de todo el sistema. Para 2015 esperamos pasar los 400 millones de dólares.
¿Las nuevas tasas para créditos productivos compensarán sus costos de operación?
Creo que sí, tienen que hacerlo. Todas las entidades y no sólo las financieras se crean para ser sostenibles. Nadie crea una empresa para perder y creo que estamos dentro de los márgenes. Además, vamos a evaluar nuestros indicadores y junto con el viceministerio (de Pensiones) analizaremos la situación de las entidades y cómo van las tasas, la demanda de los clientes para ir mejorando y acomodarnos en el camino.
¿No desincentivará el microcrédito?
Para nada. Era una tendencia de las entidades de dar poco a poco créditos más grandes, pero nosotros no dejaremos de dar los créditos chicos. En estos 25 a 30 años de microcrédito en Bolivia tenemos que tomar en cuenta que los clientes han crecido y tienen necesidades más grandes.
De la cartera, ¿cuántos son microcréditos?
El 80% de nuestra cartera productiva son microcréditos y el 20% fue a la pequeña y mediana empresa, pero estamos preparados para seguir adelante.
HOJA DE VIDA
Estudios Es licenciado en economía, con un diplomado en gestión de microfinanzas y una maestría en administración de empresas.
Trabajo Se desempeñó en el campo de las microfinanzas desde 1993, es gerente de Ecofuturo desde 2008 y gerente de Fades desde 2002.
Se esperarán evaluaciones anuales de las tasas de interés
El Banco pyme Ecofuturo espera evaluaciones anuales junto con el Gobierno para mantener o no las tasas de interés destinadas al sector productivo que fueron fijadas por el Decreto Supremo 2055.
"De acuerdo con la norma y la predisposición del Gobierno es que vamos a evaluar anualmente”, declaró el gerente de la entidad, Fernando Mompó, al referirse a las nuevas tasas que van del 6% al 11,5%.
Explicó que "principalmente” se analizarán los costos de operación que tienen las entidades financieras. "Evidentemente, el dar un crédito de 500 dólares es más caro que dar uno de 50.000 dólares; y las microfinancieras somos especializadas en dar créditos pequeños y eso implica muchas agencias, mucho personal”, agregó.
Por ejemplo, explicó que un oficial suyo maneja 200 clientes con dos a tres millones de dólares en cartera. En cambio, en la banca tradicional un oficial de negocios puede manejar 50 a 60 millones de dólares, lo que genera eficiencia. "Creo que el reto de las entidades financieras es llegar poco a poco a ser más eficientes”, puntualizó.
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