Los antiguos fondos financieros de la Comunidad, Ecofuturo, Fassil y Prodem, que desde el pasado 22 de julio operan como bancos (PYME los dos primeros y múltiple los dos segundos), tienen previsto inyectar en beneficio del sector productivo alrededor de 1.200 millones de dólares en créditos, informaron los ejecutivos de las cuatro entidades.
A partir de su conversión, los cuatro bancos, que tenían ciertas limitaciones, están ahora autorizados para realizar operaciones de comercio exterior, giros, transferencias, apertura de cartas de crédito y cuentas corrientes, además de otorgar tarjetas de crédito, entre otros.
El gerente general del Banco PYME de la Comunidad, Víctor Hugo Moltalvo, informó que actualmente el 60 por ciento de su cartera está destinado a créditos PYME, para referir que el rubro de los emprendimientos productivos es su especialidad.
Refirió que el 9 de septiembre de 1996 la entidad inició operaciones como fondo financiero en Cochabamba con un capital pagado de 20 millones de bolivianos y que en los últimos 18 años hubo aportes frescos de capital por parte de los accionistas, así como por la capitalización de utilidades, que le otorgaron un patrimonio neto mayor a 10,6 millones de dólares y una cartera crediticia que alcanza los 91,2 millones de dólares. “Nuestro banco cuenta con capital pagado de 8,2 millones de dólares, es decir 3,2 millones más que los 5 millones exigido por la ley de bancos”, sostuvo.
Actualmente, presta servicios financieros a cerca de 11 mil clientes y ahorristas de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz. Su conversión le permitirá ampliar de seis a 11 agencias.
El gerente general de Ecofuturo, Fernando Mompó, informó que la entidad inició operaciones en junio de 1999 con un capital de 2,79 millones de dólares y que entre 2008 y 2014 su cartera crediticia pasó de 60 a 300,2 millones de dólares.
Ecofuturo cuenta actualmente con 300 mil clientes del área urbana y rural en todo el país y el porcentaje de cartera rural llega al 46 por ciento.
Según el gerente, Ecofuturo atiende requerimientos de la micro, pequeña y mediana empresas así como a los asalariados y está presente en los nueve departamentos con 98 puntos de atención en créditos, ahorros y servicios financieros auxiliares.
El gerente general del Banco Múltiple Fassil, Ricardo Mertens, informó que la cartera crediticia de la entidad, al 30 de junio pasado, asciende a 423 millones de dólares, un valor 38 veces más que en 2006.
Mertens recordó que el fondo financiero fue creado en agosto de 1996 por inversionistas cruceños que se adhirieron al propósito de impulsar las microfinanzas en áreas rurales y urbanas. Diez años después, en septiembre de 2006, fue capitalizada por Santa Cruz Financial Group.
El gerente informó que a ocho años de actividad el tamaño del negocio creció 57 veces hasta alcanzar los 862,3 millones de dólares y el patrimonio actual supera los 81 millones de dólares, “dos cifras que destacan nuestra solidez institucional”.
Al primer semestre de este año, el 25 por ciento de la cartera crediticia (423 millones de dólares) fue colocado en el sector empresarial, el 27 por ciento en Pymes y el 35 por ciento en microcrédito. “Tenemos cerca del 12 por ciento de nuestra cartera en vivienda y poco más del 2 por ciento en consumo. Vamos a experimentar un crecimiento diversificado y sectorial con énfasis en sectores productivos”, sostuvo.
El gerente general de Banco Prodem, José Noel Zamora, informó que el 3 de enero de 2000 el ente regulador ASFI aprobó la creación del Fondo Financiero Privado Prodem SA, para que preste servicios en todo el territorio nacional, con un patrimonio de 4,5 millones de dólares. Refirió que después de 14 años y hasta el pasado 29 de julio, la entidad llegó a tener una cartera crediticia de 661,69 millones de dólares.
“Nuestro nicho de mercado son los micro, pequeños y medianos empresarios. Al convertirnos en banco múltiple, ampliamos nuestros servicios enfocados en atender a la gran empresa”, sostuvo para referir que hasta el 31 de julio pasado el porcentaje de cartera en crédito productivo bordeaba el 20,31 por ciento.
REQUISITOS
Según la Ley 393 de Servicios Financieros, los bancos múltiples deben contar con un capital de 30 millones de Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV), es decir, 8,2 millones de dólares. Este requisito les permite operar los servicios de créditos, depósitos, otorgación de avales, cartas de crédito, giros, cambio y compra y venta de monedas, tarjetas de crédito y servicios de banca por Internet móvil.
Para los bancos PYME, el mínimo de capital requerido es 18 millones de UFV, equivalentes a unos 5,1 millones de dólares, según establece la ley.
Mas desafíos
De acuerdo al Decreto Supremo 1842 emitido en diciembre de 2013, los bancos PYME deberán mantener un nivel mínimo del 50 por ciento del total de su cartera de créditos, colocados en préstamos a pequeñas, medianas y micro empresas del sector productivo. Como parte de este nivel mínimo de cartera, se toman en cuenta los créditos destinados a vivienda de interés social, otorgados a productores que cuenten con crédito destinado al sector productivo, hasta un máximo del 10 por ciento, informó Víctor Hugo Moltalvo, gente general del Banco PYME de la Comunidad.
Asimismo, el DS 2055 del 10 de julio de este año establece tasas de interés activas máximas para la otorgación de créditos al sector productivo de 6 por ciento para medianas y grandes empresas, 7 por ciento para pequeñas empresas y 11,5 por ciento para microcréditos.
“Ambos aspectos regulatorios significan un reto para el Banco PYME de la Comunidad, toda vez que se deberá encontrar una diversificación adecuada de la cartera de créditos y un mejor fondeo de captaciones con depósitos del público, además de mejorar los ingresos no financieros, tanto por servicios, operaciones contingentes y otros, para mantener una sostenibilidad en el largo plazo y con niveles de utilidad razonables”, sostuvo el gerente Montalvo.
PRIMER SEMESTRE DE 2014
Sector productivo capta $us 372,1 millones en créditos
La cartera de préstamos al sector productivo creció en el primer semestre de la presente gestión en 372,1 millones de dólares, y la mayor parte llegó a la industria manufacturera, según informe de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).
El documento indica que los bancos colocaron 320,8 millones de dólares, las entidades especializadas en microfinananzas 50 millones, y cooperativas y mutuales el resto.
Con la transformación del fondo de la Comunidad y Ecofuturo en bancos PYME y de Fassil y Prodem en bancos múltiple, la ASFI estima que las microempresas y las PYME tienen la oportunidad de incrementar sus solicitudes de crédito, en particular para capital de inversiones, considerando que son nuevos emprendimientos productivos.
Según el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB) Armando Méndez, con los nuevos bancos PYME y múltiple, no cambiará mucho la cartera de préstamos al sector productivo, porque cuando éstas entidades eran fondos financieros ya tenían nichos de mercado o clientela y crecieron a nivel de captaciones y colocaciones.
“Estos fondos financieros han demostrado tener gran capacidad y gran solvencia durante varios años, de tal manera que al pasar a ser bancos tendrán la oportunidad de abrir cuentas corrientes y prestar otros servicios que no les estaban permitidos”, sostuvo
Refirió que la mejor forma de ser banco en Bolivia es transitar primero la experiencia de fondo financiero, con algunas restricciones en ciertas operaciones bancarias como la apertura de cuentas corrientes, operaciones de comercio exterior, giros y transferencias.
De acuerdo con la ASFI, durante el primer semestre de 2014, en la cartera de préstamos para el sector productivo, destacan los subsectores de la industria manufacturera con 243 millones de dólares, agricultura y ganadería con 110 millones de dólares y construcción con 29 millones de dólares, como los de mayor crecimiento.
Las empresas productivas clasificadas como grandes demandan créditos para capital de operaciones, mientras que las microempresas y las PYME requieren préstamos para capital de inversión, lo cual se explica por el gran número de nuevos emprendimientos en este sector, que son atendidos con fondos del microcrédito y PYME, señala la ASFI.
El Gobierno espera triplicar, en cinco años, los créditos productivos del sistema financiero y llegar a 9.000 millones de dólares, tras la rebaja de las tasas de interés para estos préstamos.
ENTREVISTA
Pablo Cuba, analista económico
Amplían gama de servicios financieros
Cumplida la disposición transitoria segunda de la Ley de Servicios Financieros y la reglamentación de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) para que los fondos financieros privados (FFP) se conviertan en bancos múltiples o bancos PYME a partir de julio de este año, se plantea la interrogante sobre el impacto efectivo en la economía boliviana desde el punto de vista productivo.
En el caso de un banco múltiple, le permitirá que la entidad amplíe la gama de productos y servicios financieros integrales, de modo que favorezca el emprendimiento boliviano, la expansión de la actividad productiva y el desarrollo de la capacidad industrial de Bolivia. Por otro lado, es posible un fortalecimiento patrimonial y la optimización continua de sus indicadores, lo cual permitirá obtener mayores recursos destinados a financiar créditos y buscar una mayor inclusión social.
Un banco PYME busca fortalecer el trabajo con la micro, pequeña y mediana empresas bolivianas; los fondos financieros privados (FFP), que son entidades reguladas por la ASFI desde 1999, podrán, con su transformación en bancos, incorporar nuevos servicios relacionados con el comercio exterior y otros.
Como se puede derivar de la migración financiera, el objetivo es fortalecer la capacidad productiva del país dando una mayor responsabilidad al sistema financiero de apoyar a la economía real. Lo complejo es que el modelo económico actual en Bolivia tiende a fortalecer la demanda interna, es decir no promueve la producción por la falta de incentivos reales como el tipo de cambio y otros incentivos de política fiscal para poder ser más competitivos en el mercado externo y esa situación puede dificultar que se revierta la actual tendencia. Ése es el gran desafío, para los próximos años, lo que puede hacerse en favor del sector productivo no tradicional y la vivienda social frente a la fuerte dinámica de importación de bienes y servicios que vive el país actualmente.
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