La devaluación del boliviano, como solución a los precios bajos de productos en fronteras con países como Brasil y Argentina, ha estado en debate en las dos últimas semanas. Economistas y analistas especializados coinciden en que se trata de una alternativa para fomentar la producción nacional y las exportaciones. Desde el Gobierno se
descartó de manera categórica esta situación.
En una reciente visita a Cobija, Página Siete verificó que varios vecinos de la capital pandina se trasladan hasta los municipios brasileños de Epitaciolandia y Brasilea para hacer sus compras. Según el director ejecutivo de la Cámara Boliviana de Fabricantes de Cerveza, Alfredo Candia, esta situación se traduce en una "fuga de capitales”. "El dinero boliviano se está yendo a bolsillos brasileños, eso es lo que está pasando”, sostiene el ejecutivo.
Consultado sobre esta situación en la que los cobijeños "van a hacer mercado” a Brasil, el economista Flavio Machicado Saravia explica que una de las soluciones, "fácil y compleja a la vez”, es proteger la economía a través de una devaluación. Sin embargo, refiere que este tipo de acciones puede conllevar "una serie de riesgos” para la economía en su conjunto.
"(Esto) ya que los recursos en moneda local que está en manos del público pueden provocar una crisis cambiaria de proporciones muy complicadas, al demandar dólares más allá de nuestras disponibilidades, rompiendo el actual equilibrio macroeconómico (sistema de precios) que vive de la fantasía”, afirma.
La anterior semana, el líder de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, planteó establecer "minidevaluaciones” para combatir justamente los precios bajos de productos que ingresan a territorio nacional y que compiten de "manera desleal” con la industria nacional.
Desde varias instancias del Gobierno aquella propuesta fue rechazada. El presidente del Banco Central de Bolivia, Marcelo Zabalaga, dijo al respecto que el empresario está "totalmente equivocado”; mientras que el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, reiteró la negativa del Ejecutivo.
El analista y economista de la Cámara Nacional de Industria, Hugo Siles, comenta que devaluar una moneda significa hacer más barata la producción del país que está devaluando. "En el otro país que no ha devaluado, el precio sigue igual. Entonces, ¿dónde se va a ir a comprar?”, se pregunta.
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