Promueve el cooperativismo
Hoggier Hurtado Áñez nació en San Javier, es administrador de empresas y está ligado al sistema cooperativo de ahorro y crédito desde hace 12 años.
Actualmente se desempeña como presidente del directorio de la Cooperativa El Buen Samaritano. Además es presidente de la Federación de Cooperativas de Santa Cruz (Fecacruz) desde hace un año.
El pasado 21 de julio fue elegido presidente de la Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Febocac) al término de la gestión desempeñada por Wálter Rivas. La posesión se realizará en los próximos días en Cochabamba.
Anteriormente ejerció algunas actividades relacionadas con medios de comunicación social. Considera muy importante la capacitación y eso es lo que incentiva desde la Escuela Nacional de Líderes que también preside. Según Hurtado, el anhelo del sector es contar con una Superintendencia de Economía Solidaria especializada para el sistema cooperativo, como hay en otros países.
La Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Febocac), que afilia a 120 entidades cooperativas del país, está ahora bajo la conducción de un profesional cruceño.
El 21 de julio, Hoggier Hurtado fue elegido presidente de dicho organismo en el marco de una asamblea nacional y junto a la nueva directiva actual ha definido cuatro desafíos para fortalecer el sistema cooperativo del país. Uno de ellos apunta a gestionar ante el Gobierno ‘una normativa más clara que no despersonalice los principios del cooperativismo’.
- ¿Qué objetivos se plantea dentro de esta nueva gestión que asume al mando de las cooperativas del país?
- Nos interesa que la Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito tome más protagonismo y tenga una dinámica diferente. Para ello hemos diseñado una estrategia basada en cuatro ejes. En primer lugar, el fortalecimiento institucional, con el fin de lograr una institución cada vez más sólida y eficiente. En segundo lugar, la integración, es decir, queremos aglutinar a todas las cooperativas del país, porque la debilidad del sistema en un momento dado ha estado en la división, ausencia o poca participación activa de las cooperativas dentro de su federación. En tercer lugar, la regulación. Necesitamos una regulación adecuada para el sistema cooperativo y esto implica tres aspectos: una normativa clara que no despersonalice las instituciones cooperativas, las cuales son instituciones de personas y no de capitales. Requerimmos también una supervisión y fiscalización adecuada.
En cuarto lugar, la incidencia que tiene que ver con el aspecto de relacionamiento e imagen de la institución. La Federación quiere trabajar mano a mano con el Gobierno para lograr el ajuste a la normativa y también mantener buena relación con el sistema financiero,
- ¿A qué se refiere cuando dice que falta una normativa clara?
- El sistema cooperativo de vínculo cerrado y abierto necesita una normativa que no despersonalice sus principios. La Superintendencia de Bancos, que regula actualmente las cooperativas cerradas, es un órgano que ha sido diseñado para fiscalizar empresas de capitales de los bancos, Fondos Financieros Privados y otras entidades financieras. Sin embargo, el cooperativismo no sólo esta dedicado a la intermediación financiera como es la concepción bancaria, nosotros no somos entidades de lucro, tampoco de beneficencia ni asistencialismo. Debemos tener eficiencia financiera en la administración, pero nuestra vocación cooperativa nos lleva a trabajar en el desarrollo humano creando oportunidades de trabajo, de generar riqueza, porque es la única forma de combatir la pobreza.
- ¿Qué fortalezas y qué debilidades observa en el sistema cooperativo del país?
- Es un sistema sólido y creciente, pero una de las debilidades es la falta de una regulación adecuada para que las cooperativas puedan practicar sus principios y valores cooperativos. Hay una Ley General de Sociedades Cooperativas. La fiscalización está en manos de Conalco. Donde tenemos un poco de dificultad es en la fiscalización de lo que llamaríamos el objeto del negocio en sí, porque como las cooperativas son multisectoriales, hay cooperativas de agua, luz, teléfono, de ahorro y crédito, etc. El Gobierno nunca ha reglamentado la Ley, excepto por algunos decretos. Hubo un decreto que separó las cooperativas en abiertas y cerradas. Estas últimas sólo trabajan con sus socios, las otras pueden brindar casi todos los servicios que ofrece la banca, entonces hay algunas limitaciones que en otros países no se dan.
- ¿Cómo evalúa el nacimiento creciente de cooperativas?
- En los dos últimos años se han abierto una serie de cooperativas de ahorro y crédito, hay nuevas solicitudes de afiliación, alentamos que haya más entidades de este tipo, pero las instamos a que se ajusten celosamente a los principios del cooperativismo. La especialización por la que están optando algunas entidades al abrirse como cooperativas para pymes o para algún segmento en particular, también es positivo. Rescato el mensaje del Presidente de Brasil, de que en cada pueblo donde haya más de 2.000 habitantes debe haber una cooperativa. Naciones Unidas también ha exhortado a los países a fomentar el cooperativismo. El artículo 160 de la Constitución boliviana dice que es responsabilidad del Gobierno fomentar el cooperativismo.
-¿Qué tan competitivo es hoy el sistema cooperativo frente a las otras entidades financieras?
- El sistema cooperativo sólo tiene 8 ó 9% de la torta global del sistema financiero; sin embargo, a nivel de socios somos altamente competitivos. Somos el principal aliado de la población que tiene pocos recursos económicos, de allí que el cooperativismo fue considerado uno de los instrumentos más estratégicos de lucha contra la pobreza. En ese sentido, se ofrece una serie de facilidades de acceso a los servicios que brindan las cooperativas dirigidas a diversos segmentos. Ahora con la incorporación del crédito de la vivienda solidaria impulsado por el Gobierno las tasas son más bajas.
-¿Qué retos tiene el sector?
Hay grandes retos. Ahora en un mundo globalizado altamente competitivo, el cooperativismo tiene la responsabilidad de sincronizar la solidaridad con la eficiencia, tenemos que manejarnos con lo último en tecnología, sin perder la identidad ni nuestra filosofía: nosotros somos empresas de personas y no de capitales.
Hoggier Hurtado Áñez nació en San Javier, es administrador de empresas y está ligado al sistema cooperativo de ahorro y crédito desde hace 12 años.
Actualmente se desempeña como presidente del directorio de la Cooperativa El Buen Samaritano. Además es presidente de la Federación de Cooperativas de Santa Cruz (Fecacruz) desde hace un año.
El pasado 21 de julio fue elegido presidente de la Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Febocac) al término de la gestión desempeñada por Wálter Rivas. La posesión se realizará en los próximos días en Cochabamba.
Anteriormente ejerció algunas actividades relacionadas con medios de comunicación social. Considera muy importante la capacitación y eso es lo que incentiva desde la Escuela Nacional de Líderes que también preside. Según Hurtado, el anhelo del sector es contar con una Superintendencia de Economía Solidaria especializada para el sistema cooperativo, como hay en otros países.
La Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito (Febocac), que afilia a 120 entidades cooperativas del país, está ahora bajo la conducción de un profesional cruceño.
El 21 de julio, Hoggier Hurtado fue elegido presidente de dicho organismo en el marco de una asamblea nacional y junto a la nueva directiva actual ha definido cuatro desafíos para fortalecer el sistema cooperativo del país. Uno de ellos apunta a gestionar ante el Gobierno ‘una normativa más clara que no despersonalice los principios del cooperativismo’.
- ¿Qué objetivos se plantea dentro de esta nueva gestión que asume al mando de las cooperativas del país?
- Nos interesa que la Federación Boliviana de Cooperativas de Ahorro y Crédito tome más protagonismo y tenga una dinámica diferente. Para ello hemos diseñado una estrategia basada en cuatro ejes. En primer lugar, el fortalecimiento institucional, con el fin de lograr una institución cada vez más sólida y eficiente. En segundo lugar, la integración, es decir, queremos aglutinar a todas las cooperativas del país, porque la debilidad del sistema en un momento dado ha estado en la división, ausencia o poca participación activa de las cooperativas dentro de su federación. En tercer lugar, la regulación. Necesitamos una regulación adecuada para el sistema cooperativo y esto implica tres aspectos: una normativa clara que no despersonalice las instituciones cooperativas, las cuales son instituciones de personas y no de capitales. Requerimmos también una supervisión y fiscalización adecuada.
En cuarto lugar, la incidencia que tiene que ver con el aspecto de relacionamiento e imagen de la institución. La Federación quiere trabajar mano a mano con el Gobierno para lograr el ajuste a la normativa y también mantener buena relación con el sistema financiero,
- ¿A qué se refiere cuando dice que falta una normativa clara?
- El sistema cooperativo de vínculo cerrado y abierto necesita una normativa que no despersonalice sus principios. La Superintendencia de Bancos, que regula actualmente las cooperativas cerradas, es un órgano que ha sido diseñado para fiscalizar empresas de capitales de los bancos, Fondos Financieros Privados y otras entidades financieras. Sin embargo, el cooperativismo no sólo esta dedicado a la intermediación financiera como es la concepción bancaria, nosotros no somos entidades de lucro, tampoco de beneficencia ni asistencialismo. Debemos tener eficiencia financiera en la administración, pero nuestra vocación cooperativa nos lleva a trabajar en el desarrollo humano creando oportunidades de trabajo, de generar riqueza, porque es la única forma de combatir la pobreza.
- ¿Qué fortalezas y qué debilidades observa en el sistema cooperativo del país?
- Es un sistema sólido y creciente, pero una de las debilidades es la falta de una regulación adecuada para que las cooperativas puedan practicar sus principios y valores cooperativos. Hay una Ley General de Sociedades Cooperativas. La fiscalización está en manos de Conalco. Donde tenemos un poco de dificultad es en la fiscalización de lo que llamaríamos el objeto del negocio en sí, porque como las cooperativas son multisectoriales, hay cooperativas de agua, luz, teléfono, de ahorro y crédito, etc. El Gobierno nunca ha reglamentado la Ley, excepto por algunos decretos. Hubo un decreto que separó las cooperativas en abiertas y cerradas. Estas últimas sólo trabajan con sus socios, las otras pueden brindar casi todos los servicios que ofrece la banca, entonces hay algunas limitaciones que en otros países no se dan.
- ¿Cómo evalúa el nacimiento creciente de cooperativas?
- En los dos últimos años se han abierto una serie de cooperativas de ahorro y crédito, hay nuevas solicitudes de afiliación, alentamos que haya más entidades de este tipo, pero las instamos a que se ajusten celosamente a los principios del cooperativismo. La especialización por la que están optando algunas entidades al abrirse como cooperativas para pymes o para algún segmento en particular, también es positivo. Rescato el mensaje del Presidente de Brasil, de que en cada pueblo donde haya más de 2.000 habitantes debe haber una cooperativa. Naciones Unidas también ha exhortado a los países a fomentar el cooperativismo. El artículo 160 de la Constitución boliviana dice que es responsabilidad del Gobierno fomentar el cooperativismo.
-¿Qué tan competitivo es hoy el sistema cooperativo frente a las otras entidades financieras?
- El sistema cooperativo sólo tiene 8 ó 9% de la torta global del sistema financiero; sin embargo, a nivel de socios somos altamente competitivos. Somos el principal aliado de la población que tiene pocos recursos económicos, de allí que el cooperativismo fue considerado uno de los instrumentos más estratégicos de lucha contra la pobreza. En ese sentido, se ofrece una serie de facilidades de acceso a los servicios que brindan las cooperativas dirigidas a diversos segmentos. Ahora con la incorporación del crédito de la vivienda solidaria impulsado por el Gobierno las tasas son más bajas.
-¿Qué retos tiene el sector?
Hay grandes retos. Ahora en un mundo globalizado altamente competitivo, el cooperativismo tiene la responsabilidad de sincronizar la solidaridad con la eficiencia, tenemos que manejarnos con lo último en tecnología, sin perder la identidad ni nuestra filosofía: nosotros somos empresas de personas y no de capitales.
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