La previsión gubernamental de una inflación del orden del 3,7 % se cumplió en los primeros seis meses de lo que va el año, y aunque el gobierno ha fijado un nuevo tope del 5 %, en las actuales condiciones, con el alza del pan y de los principales productos básicos de la canasta familiar se corre el riesgo de tener una inflación de 10 %, con funestas consecuencias para la economía.
La advertencia fue hecha por varios economistas, quienes –por separado–, observan absortos como el gobierno pretende negar a toda fuerza que se hubiera desencadenado un proceso inflacionario luego del alza no sólo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), sino más bien de los pocos productos que hacen a la Canasta Familiar.
En los mercados las amas de casa, junto a sus esposos, lamentan que “los salarios no suben pero los principales artículos de consumo se incrementan día que pasa”, dijo una ama de casa al momento de constatar el aumento de precios. A ese incierto panorama se suma la falta de pan de batalla y el aumento del precio de éste producto.
Si la situación sigue como hasta hora la inflación estimada superará a la pronosticada por el gobierno, lo cual puede causar problemas económicos a la ciudadanía en general, porque el salario no les alcanzará y el incremento del 5 % por ciento de la gestión pasada pondrá en problemas a la actual administración gubernamental.
Para las autoridades del gobierno, la solución fue simple: dejar en manos del libre mercado la disminución de los precios de los productos que se incrementaron, mientras tanto la magra economía de la familia boliviana sufre por el alza del precio de los artículos de primera necesidad.
Críticas y recomendaciones
“No es bueno seguir negando insultando. Si no, más bien, empezar a tomar medidas claras, porque de lo contrario vamos a llegar al 10 por ciento de inflación y con el incremento salarial del 5 por ciento esto va a complicar la situación presupuestaria del próximo año”, afirma el empresario Samuel Doria Medina, en referencia a las expresiones del Vicepresidente de la República.
Cabe recordar que en abril pasado, el empresario del cemento anticipó que la inflación de 7 por ciento en los últimos 10 años era un aviso para las autoridades del sector de Gobierno, la respuesta del Vicepresidente de la República, Alvaro García Linera, fue tajante: “Debe volver a la Universidad”, le recomendó al empresario nacional.
A su vez, un parlamentario del Movimiento al Socialismo (MAS), lo acusó de “terrorista” por advertir que los índices económicos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estaban mostrando una situación claramente inflacionaria y que carece de control de parte del gobierno.
“Entre el 1 de abril y el 31 de marzo del 2007 la inflación supero el 7 %, la inflación más alta de los últimos 10 años”, afirmó Doria Medina a una emisora local la mañana de ayer.
Aseguró que presentó este tema no “como una alarma, sino más bien para que se corrija”, porque en los primeros seis meses del 2007, según el INE, la meta de inflación de 3,7 ya se ha cumplido y con la elevación del precio del pan en perspectiva es posible que aún trepe más.
Coincidencias
Respecto al tema, el Presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz de la Sierra, Waldo López, coincidió –por separado–, con Doria Medina al expresar que si el Ministro de Hacienda habla de más de 323 artículos de primera necesidad, los principales cinco productos de la canasta entre los que se halla el arroz, fideo, harina, aceite, carne de pollo y de res.
“Han ido subiendo de precio, de pronto la economía puede verse erosionada por los efectos micro–económicos, por el efecto de la inflación. Si combinamos la falta de empleo con el incremento de los precios, se trata de una combinación altamente peligrosa que puede generar rechazo social”, afirmó López.
Entretanto, el economista José Antonio De Chazal, ex miembro de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, manifestó que “este incremento de precios es ocasionado por la libre oferta del mercado, a través del decreto 21060”, por eso recomienda modificar la norma definiendo competencias claras para los actores económicos.
“Se necesita políticas económicas que clarifiquen un poco el panorama y recién se haga el tema de las competencias, fundamentalmente ahora el régimen es de libre oferta y demanda”, afirmó.
De la misma manera, los entrevistados observaron que la recomendación del ministro de Hacienda, Luis Arce Catacora, para que los cruceños reemplacen la yuca por el pan, es similar a la que un ex dictador de 1980 recomendó al pueblo boliviano para que “se amarren el cinturón y los bolivianos coman chuño”
La advertencia fue hecha por varios economistas, quienes –por separado–, observan absortos como el gobierno pretende negar a toda fuerza que se hubiera desencadenado un proceso inflacionario luego del alza no sólo del Índice de Precios al Consumidor (IPC), sino más bien de los pocos productos que hacen a la Canasta Familiar.
En los mercados las amas de casa, junto a sus esposos, lamentan que “los salarios no suben pero los principales artículos de consumo se incrementan día que pasa”, dijo una ama de casa al momento de constatar el aumento de precios. A ese incierto panorama se suma la falta de pan de batalla y el aumento del precio de éste producto.
Si la situación sigue como hasta hora la inflación estimada superará a la pronosticada por el gobierno, lo cual puede causar problemas económicos a la ciudadanía en general, porque el salario no les alcanzará y el incremento del 5 % por ciento de la gestión pasada pondrá en problemas a la actual administración gubernamental.
Para las autoridades del gobierno, la solución fue simple: dejar en manos del libre mercado la disminución de los precios de los productos que se incrementaron, mientras tanto la magra economía de la familia boliviana sufre por el alza del precio de los artículos de primera necesidad.
Críticas y recomendaciones
“No es bueno seguir negando insultando. Si no, más bien, empezar a tomar medidas claras, porque de lo contrario vamos a llegar al 10 por ciento de inflación y con el incremento salarial del 5 por ciento esto va a complicar la situación presupuestaria del próximo año”, afirma el empresario Samuel Doria Medina, en referencia a las expresiones del Vicepresidente de la República.
Cabe recordar que en abril pasado, el empresario del cemento anticipó que la inflación de 7 por ciento en los últimos 10 años era un aviso para las autoridades del sector de Gobierno, la respuesta del Vicepresidente de la República, Alvaro García Linera, fue tajante: “Debe volver a la Universidad”, le recomendó al empresario nacional.
A su vez, un parlamentario del Movimiento al Socialismo (MAS), lo acusó de “terrorista” por advertir que los índices económicos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estaban mostrando una situación claramente inflacionaria y que carece de control de parte del gobierno.
“Entre el 1 de abril y el 31 de marzo del 2007 la inflación supero el 7 %, la inflación más alta de los últimos 10 años”, afirmó Doria Medina a una emisora local la mañana de ayer.
Aseguró que presentó este tema no “como una alarma, sino más bien para que se corrija”, porque en los primeros seis meses del 2007, según el INE, la meta de inflación de 3,7 ya se ha cumplido y con la elevación del precio del pan en perspectiva es posible que aún trepe más.
Coincidencias
Respecto al tema, el Presidente del Colegio de Economistas de Santa Cruz de la Sierra, Waldo López, coincidió –por separado–, con Doria Medina al expresar que si el Ministro de Hacienda habla de más de 323 artículos de primera necesidad, los principales cinco productos de la canasta entre los que se halla el arroz, fideo, harina, aceite, carne de pollo y de res.
“Han ido subiendo de precio, de pronto la economía puede verse erosionada por los efectos micro–económicos, por el efecto de la inflación. Si combinamos la falta de empleo con el incremento de los precios, se trata de una combinación altamente peligrosa que puede generar rechazo social”, afirmó López.
Entretanto, el economista José Antonio De Chazal, ex miembro de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, manifestó que “este incremento de precios es ocasionado por la libre oferta del mercado, a través del decreto 21060”, por eso recomienda modificar la norma definiendo competencias claras para los actores económicos.
“Se necesita políticas económicas que clarifiquen un poco el panorama y recién se haga el tema de las competencias, fundamentalmente ahora el régimen es de libre oferta y demanda”, afirmó.
De la misma manera, los entrevistados observaron que la recomendación del ministro de Hacienda, Luis Arce Catacora, para que los cruceños reemplacen la yuca por el pan, es similar a la que un ex dictador de 1980 recomendó al pueblo boliviano para que “se amarren el cinturón y los bolivianos coman chuño”
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