Las siguientes semanas continuará la depreciación acelerada del dólar. El Ejecutivo aseguró que esa acción es necesaria para controlar la inflación, aunque resta competitividad a los ahorros en moneda extranjera y merma el valor para quienes la compran y venden, para anticrecistas y para los exportadores.
El ministro de Planificación del Desarrollo, Gabriel Loza, aseguró que, en este último caso, los empresarios no deben preocuparse porque, aunque la divisa siga bajando, los ingresos para su sector continuarán altos.
Explicó que antes entraba, por ejemplo, un dólar por producto que vendían. Sin embargo, con el crecimiento de las exportaciones ahora reciben muchos más billetes por la venta.
Hace tres semanas, el Banco Central de Bolivia (BCB) inició un proceso acelerado de depreciación del dólar para cumplir su meta anual de inflación de 6 por ciento.
La caída
El viernes, el valor del dólar cerró en 7,89 para la venta y 7,79 para la compra, la sexta baja desde enero de 2007 (ver cuadro).
La divisa estadounidense perdió dos puntos, pasó de 7,91 bolivianos a 7,89 para la venta y de 7,81 a 7,79 para la compra, en exactamente una semana, luego de que el 13 de julio la divisa cayera por quinta vez.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Roberto Mustafá, cuestionó ese cambio porque los exportadores pierden por cada dólar que introducen al
país, luego de que lo cambian por su equivalente en bolivianos.
El ministro Loza negó ese efecto. “El impacto a las exportaciones es muy pequeño, se mantiene la competitividad multilateral, es decir, con los socios comerciales (...) y las monedas de nuestros socios vecinos. Además se debe tomar en cuenta otros factores como los aranceles, la empresa, su competitividad y los socios”.
Las personas que tienen ahorros en dólares son las más afectadas con la depreciación de la moneda porque el valor de sus ahorros será menor cuando saquen su dinero del banco y lo conviertan al boliviano. Lo mismo pasa en los librecambistas.
El ministro de Planificación del Desarrollo, Gabriel Loza, aseguró que, en este último caso, los empresarios no deben preocuparse porque, aunque la divisa siga bajando, los ingresos para su sector continuarán altos.
Explicó que antes entraba, por ejemplo, un dólar por producto que vendían. Sin embargo, con el crecimiento de las exportaciones ahora reciben muchos más billetes por la venta.
Hace tres semanas, el Banco Central de Bolivia (BCB) inició un proceso acelerado de depreciación del dólar para cumplir su meta anual de inflación de 6 por ciento.
La caída
El viernes, el valor del dólar cerró en 7,89 para la venta y 7,79 para la compra, la sexta baja desde enero de 2007 (ver cuadro).
La divisa estadounidense perdió dos puntos, pasó de 7,91 bolivianos a 7,89 para la venta y de 7,81 a 7,79 para la compra, en exactamente una semana, luego de que el 13 de julio la divisa cayera por quinta vez.
El presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Roberto Mustafá, cuestionó ese cambio porque los exportadores pierden por cada dólar que introducen al
país, luego de que lo cambian por su equivalente en bolivianos.
El ministro Loza negó ese efecto. “El impacto a las exportaciones es muy pequeño, se mantiene la competitividad multilateral, es decir, con los socios comerciales (...) y las monedas de nuestros socios vecinos. Además se debe tomar en cuenta otros factores como los aranceles, la empresa, su competitividad y los socios”.
Las personas que tienen ahorros en dólares son las más afectadas con la depreciación de la moneda porque el valor de sus ahorros será menor cuando saquen su dinero del banco y lo conviertan al boliviano. Lo mismo pasa en los librecambistas.
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