22 julio 2007

“Es el momento para alentar las inversiones” jORGE tUDELA VELASCO VICE DEL BISA


Una mirada desde adentro. Jorge Velasco Tudela, vicepresidente del Banco Bisa, explica el porqué de la caída del dólar, la posible inflación y los caminos que se deberían seguir para mantener la estabilidad macroeconómica del país y aprovechar mejor este buen momento de la economía mundial y nacional.
El dólar sigue bajando y, al contrario, el boliviano se aprecia cada vez mas. ¿Por qué y cómo se explica este hecho?

Por dos razones, una externa y la otra interna. En lo externo la apreciación del boliviano respecto a la moneda norteamericana se da por la fuerte entrada de dólares al país como efecto de las crecientes exportaciones de materias primas a precios altos, tanto de minerales como de otros productos. Este auge de las exportaciones a su vez está produciendo niveles significativos de reservas internacionales, cerca de 3.900 millones de dólares a finales de junio, lo que significa una rápida expansión de la emisión monetaria que, si no es bien controlada, puede tener un efecto inflacionario. En lo interno, es la política del Banco Central de apreciaciones nominales del tipo de cambio y el resto de políticas para bolivianizar la economía que han tenido un efecto importante para que el boliviano se aprecie más y que los depósitos en dólares en la banca bajen del 95 por ciento al 75 por ciento.

¿Qué pasa en los países vecinos?, ¿es una tendencia internacional o sólo de Bolivia?

En los países vecinos está pasando algo similar, aunque tal vez con mayor fuerza, porque adicionalmente al fenómeno de las exportaciones se suman dos hechos: el incremento de la inversión extranjera directa y la aparición de capitales golondrina, que producen un fuerte ingreso de divisas extranjeras que aprecian las monedas latinoamericanas y deprecian el dólar.

¿Usted cree que ésta es una tendencia sostenida?

Me temo que no, esta apreciación de las monedas podría resultar coyuntural, dado que las exportaciones a precios altos no es sostenible, ya que somos exportadores principalmente de materias primas, y esta situación puede socavar la competitividad de los países de Latinoamérica. Por eso algunos países como Brasil, Chile y Colombia ya han tomado medidas proactivas para que estas divisas no ingresen libremente y distorsionen a la economía, han creado mecanismos que apunten a reducir la especulación y fortalezcan el mercado de divisas. Adicionalmente, para evitar caídas bruscas de sus economías están alentando exportaciones con mayor valor agregado. Chile es un país ejemplo en ese sentido.

¿Es el mejor momento para ahorrar en bolivianos?

Personalmente creo que sí ya que, además de las atractivas tasas de interés en el sistema bancario, el ahorrista no paga el ITF y sus ahorros no pierden valor por el tipo de cambio.

¿Qué pasa con los ahorristas en dólares?, ¿cuánto pierden?

Depende de la situación de cada ahorrista. Si gana en dólares, ahorra en dólares y gasta en dólares, no pierde nada. Si gana en bolivianos y ahorra en dólares y gasta en bolivianos, pierde.

El Gobierno dice que este proceso es bueno para todos, que en realidad pierden muy pocos y muy poco. ¿Es así?

Como todo, tiene su lado positivo y negativo. En el primer caso, es evidente que el boliviano ha logrado una importancia que antes no tenía; muchos ahorristas, entre personas y empresas, prefieren hacerlo en bolivianos, habiendo olvidado los traumas de la hiperinflación de la UDP. Sin embargo, hay otros sectores que están siendo afectados, como los exportadores, que ahora reciben por su actividad menores bolivianos cuando tienen que pagar sus insumos en el mercado nacional con el riesgo de que se afecte el empleo y la inversión. Otro sector importante es el de los que reciben remesas de los emigrantes, que al hacer el cambio también disponen de menor moneda nacional. Lo importante es que el Gobierno asuma una política responsable, como lo ha estado haciendo, tanto en los gastos como en la inversión pública, con apreciaciones nominales del tipo de cambio y a su vez recaudar masa monetaria, a través de operaciones de mercado abierto con la emisión de títulos valores, sin descuidar su política de comunicación transparente y oportuna. Están dadas las condiciones para tener una moneda fuerte. Ahora, de no hacerlo, podríamos sufrir los efectos de la “enfermedad holandesa”, que una vez que pase el auge de las materias primas aparezcamos con una mayor presión inflacionaria y con pérdida de competitividad de nuestras exportaciones no tradicionales con valor agregado.

Ahora, hay mucho circulante en la economía. ¿Por qué?

Por dos razones, hay mayor circulante y hay poca inversión. Las exportaciones por un lado y las remesas han sido dos factores que han incrementado la masa monetaria. Estos dos hechos se han manifestado en una emisión monetaria de 9.400 millones de bolivianos a fines de junio. Asimismo, los bancos a fines de junio han sumado una liquidez que es la más alta de los últimos 10 años, por el mayor circulante y porque los inversionistas han frenado en alguna medida sus inversiones y no están contratando créditos de la banca.

¿Qué beneficios y qué perjuicios puede traer?

El circulante es como la sangre en el cuerpo, un exceso sin control puede ocasionarnos una presión inflacionaria, y una escasez puede producir una anemia, es decir una recesión económica. Por eso, el Gobierno debe tomar medidas inteligentes y prudentes para mantener la estabilidad macroeconómica y a su vez alentar la inversión privada, dando seguridad jurídica, para que nuevamente los actores privados puedan retomar sus proyectos de inversión y así se incremente la oferta de bienes y servicios. Éste es un momento muy oportuno para que el país pueda beneficiarse del boom de los precios internacionales; entonces, si es que hay una política para alentar inversiones en sectores como la minería, energético, exportaciones no tradicio- nales, podemos evitar caer en la enfermedad holandesa.

¿Sólo estos sectores son los indicados para la inversión?

No, por supuesto está ahora la pequeña empresa, que es la que más crece en el país. Por suerte ahora todos los bancos ya tenemos estrategias y productos para alentar la inversión en este sector, y eso es lo que debemos hacer. Es momento de alentar la inversión también en este sector para generar el empleo que buscamos. Todo ese excedente que tenemos en circulante deberíamos, de forma muy inteligente, canalizarlo a inversiones productivas, de emprendimientos y de innovación.

¿Qué perspectivas le ve a la banca y a la economía?

La banca en el primer semestre se muestra muy estable y rentable, y es que ha sabido capitalizar este buen momento macroeconómico, con prudencia y mucha diversificación a sectores antes menos atendidos como las Pymes. Hasta fin de año no se espera mayores cambios, la banca seguirá invirtiendo, ampliando su cobertura y ampliando sus líneas de negocios con nuevos productos y servicios. A nivel de la economía no veo muchos cambios, yo creo que se va a mantener firme la estabilidad.

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