Según cálculos del BCB, el FMI y la expectativa de la población, la inflación acumulada diciembre será entre 16 y 17 %.
• Milenio sugiere al Gobierno suprimir los controles en los precios de los productos para que el mercado interno regule los mismos.
En el primer semestre de este año, la economía nacional se caracterizó por el incremento del índice inflacionario, comportamiento que se prevé será similar hasta fin de año, sin embargo, también destaca el crecimiento de la economía, sobretodo, gracias al proyecto minero de San Cristóbal.
Esos son dos principales puntos que identifica la Fundación Milenio en su informe sobre el comportamiento de la economía local en los primeros seis meses, en el que también toma en cuenta la política fiscal con la depreciación del dólar y la bolivianización de la economía nacional.
El director ejecutivo de Fundación Milenio, Napoleón Pacheco, en entrevista con el Decano de la Prensa Nacional, realizó una detallada evaluación del comportamiento de la economía boliviana, resultados de las medidas del Poder Ejecutivo y del Banco Central de Bolivia (BCB).
Crecimiento
En primer término, Pacheco cita que el crecimiento registrado en el primer semestre de este año fue de 6.1 por ciento, el mismo que según la Fundación Milenio se explica básicamente por el impacto del proyecto minero de San Cristóbal que se desarrolla en el Suroeste de Potosí, que fue del 2.6 por ciento, y si se reduce esta cifra, el desarrollo de la economía boliviana en los primeros seis meses de este año, sólo sería de 3.8 por ciento.
Según datos que cita Pacheco, Bolivia es el cuarto país con crecimiento económico con 6.1 por ciento, por encima se encuentra Argentina con ocho por ciento y Uruguay con 10 por ciento.
El segundo elemento que explica ese crecimiento es todavía el contexto favorable que tiene el país y en general América Latina respecto a los precios de las materias primas que continúan altas, “a pesar de que algunos precios están bajando como el zinc, pero todavía hay un aspecto positivo”.
Inflación
Del mismo modo, Pacheco cita la medición de inflación del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre los primeros seis meses de este año que registra un 8.75 por ciento, dato que refleja y ratifica que Bolivia es el segundo país de América Latina con la más elevada inflación después de Venezuela que registra un índice superior al 30 por ciento.
“Las expectativas de inflación de los ciudadanos (es que) la inflación va a continuar siendo alta hasta fin de año”, afirmó el Director Ejecutivo de Fundación Milenio, y agregó que este cálculo se basa en las encuestas de expectativas que realiza mensualmente el Banco Central de Bolivia (BCB).
En ese contexto, tomando en cuenta el nivel registrado en el primer semestre de este año, el cálculo de la inflación acumulada de enero a diciembre será entre 16 a 17 por ciento. Similar cálculo tiene el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Toda la política que ha aplicado el Banco Central y el Gobierno para controlar la inflación no ha dado buenos resultados porque la misma ha seguido aumentando, las personas tienen expectativas inflacionarias”, manifestó.
La política del Poder Ejecutivo de importar directamente bienes de consumo para la distribución a sectores exclusivos o la prohibición de exportar ciertos alimentos como aceite o pollo son medidas que lo único que logran es reprimir la inflación, pero no la frenan, según el análisis del Director de Milenio.
“Son medidas que alientan la especulación y el ocultamiento y, por lo tanto, no representan medidas eficaces de lucha antiinflacionaria”.
En ese contexto, la causa esencial del incremento de la inflación que vive Bolivia es interna y se explica con la expansión monetaria y fiscal de parte de Banco Central, que adoptó la medida de comprar dólares para fortalecer sus reservas.
“Por cada dólar que compra el Banco Central emite bolivianos al mercado interno, lo que provoca un exceso de liquidez en la economía y lo que ha hecho el Banco Central es absorber esa liquidez mediante las Operaciones de Mercado Abierto (OMA) que se han incrementado, pero no puede absorber toda la liquidez en exceso de la economía”.
El motivo de ese fenómeno es que el Estado anula esta absorción porque el gasto fiscal se incrementa cada vez más.
“En el primer trimestre del año pasado y similar periodo de este año el gasto fiscal público se ha incrementado en un 30 por ciento y paralelamente el Gobierno entrega bonos que se traducen en demanda de productos lo que a su vez significa más inyección de capital en el mercado interno”.
Subvención
Otro de los factores que indirectamente influyen en el incremento del índice inflacionario es la política de subvención del gobierno del presidente Evo Morales, que para evitar el aumento de precios de algunos alimentos importa algunos productos, y lo vende a precios menores, como la harina, manteca y entre otros.
Esas son medidas que no favorecen a la población, porque fomenta el ocultamiento y la especulación de alimentos, sostuvo Pacheco.
Uno de los claros ejemplos de la política de subvención del Gobierno, a pesar de que éste lo niega, es la compra de harina de trigo de la Argentina para distribuirla directamente a los panificadores. El Ejecutivo compra el producto a precio de mercado internacional y lo distribuye en el país a un valor mucho menor, 165 bolivianos el quintal.
“La diferencial de precios es la subvención que está a cargo del Tesoro General de la Nación (TGN) y nosotros con nuestros impuestos estamos subvencionando el precio de venta de la harina, pero no nos estamos beneficiando”, manifestó.
Política
En todo ese comportamiento de la economía local, según la perspectiva de Fundación Milenio, predomina la coyuntura política antes que la misma economía del país, ya que hasta el momento no ha sostenido encuentros de coordinación con el sector privado productivo.
En ese contexto, la lucha contra la inflación más tiene un carácter político que económico, responsabilidad que recae directamente en el Gobierno, que le resta una buena base electoral que apunta al Referéndum Revocatorio y al Referéndum para aprobar la nueva Constitución Política del Estado.
“El Gobierno necesita del apoyo, y despejar la imagen de la mala gestión (que fue provocada por las medidas que adoptó y que) está causando la inflación”, acotó.
Sugerencia
Ante esa situación de tratar de mantener los precios en el mercado interno, la única solución factible que puede asumir el Gobierno es suprimir los controles sobre los precios de los alimentos de primera necesidad con la finalidad de que sea el mercado interno que fije los valores.
La primera reacción será el incremento de los precios, sin embargo, al subir el costo, los especuladores que ocultan productos dejan de esconder y empiezan a sacar esos productos lo cual tiende a estabilizar los precios.
• Milenio sugiere al Gobierno suprimir los controles en los precios de los productos para que el mercado interno regule los mismos.
En el primer semestre de este año, la economía nacional se caracterizó por el incremento del índice inflacionario, comportamiento que se prevé será similar hasta fin de año, sin embargo, también destaca el crecimiento de la economía, sobretodo, gracias al proyecto minero de San Cristóbal.
Esos son dos principales puntos que identifica la Fundación Milenio en su informe sobre el comportamiento de la economía local en los primeros seis meses, en el que también toma en cuenta la política fiscal con la depreciación del dólar y la bolivianización de la economía nacional.
El director ejecutivo de Fundación Milenio, Napoleón Pacheco, en entrevista con el Decano de la Prensa Nacional, realizó una detallada evaluación del comportamiento de la economía boliviana, resultados de las medidas del Poder Ejecutivo y del Banco Central de Bolivia (BCB).
Crecimiento
En primer término, Pacheco cita que el crecimiento registrado en el primer semestre de este año fue de 6.1 por ciento, el mismo que según la Fundación Milenio se explica básicamente por el impacto del proyecto minero de San Cristóbal que se desarrolla en el Suroeste de Potosí, que fue del 2.6 por ciento, y si se reduce esta cifra, el desarrollo de la economía boliviana en los primeros seis meses de este año, sólo sería de 3.8 por ciento.
Según datos que cita Pacheco, Bolivia es el cuarto país con crecimiento económico con 6.1 por ciento, por encima se encuentra Argentina con ocho por ciento y Uruguay con 10 por ciento.
El segundo elemento que explica ese crecimiento es todavía el contexto favorable que tiene el país y en general América Latina respecto a los precios de las materias primas que continúan altas, “a pesar de que algunos precios están bajando como el zinc, pero todavía hay un aspecto positivo”.
Inflación
Del mismo modo, Pacheco cita la medición de inflación del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre los primeros seis meses de este año que registra un 8.75 por ciento, dato que refleja y ratifica que Bolivia es el segundo país de América Latina con la más elevada inflación después de Venezuela que registra un índice superior al 30 por ciento.
“Las expectativas de inflación de los ciudadanos (es que) la inflación va a continuar siendo alta hasta fin de año”, afirmó el Director Ejecutivo de Fundación Milenio, y agregó que este cálculo se basa en las encuestas de expectativas que realiza mensualmente el Banco Central de Bolivia (BCB).
En ese contexto, tomando en cuenta el nivel registrado en el primer semestre de este año, el cálculo de la inflación acumulada de enero a diciembre será entre 16 a 17 por ciento. Similar cálculo tiene el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Toda la política que ha aplicado el Banco Central y el Gobierno para controlar la inflación no ha dado buenos resultados porque la misma ha seguido aumentando, las personas tienen expectativas inflacionarias”, manifestó.
La política del Poder Ejecutivo de importar directamente bienes de consumo para la distribución a sectores exclusivos o la prohibición de exportar ciertos alimentos como aceite o pollo son medidas que lo único que logran es reprimir la inflación, pero no la frenan, según el análisis del Director de Milenio.
“Son medidas que alientan la especulación y el ocultamiento y, por lo tanto, no representan medidas eficaces de lucha antiinflacionaria”.
En ese contexto, la causa esencial del incremento de la inflación que vive Bolivia es interna y se explica con la expansión monetaria y fiscal de parte de Banco Central, que adoptó la medida de comprar dólares para fortalecer sus reservas.
“Por cada dólar que compra el Banco Central emite bolivianos al mercado interno, lo que provoca un exceso de liquidez en la economía y lo que ha hecho el Banco Central es absorber esa liquidez mediante las Operaciones de Mercado Abierto (OMA) que se han incrementado, pero no puede absorber toda la liquidez en exceso de la economía”.
El motivo de ese fenómeno es que el Estado anula esta absorción porque el gasto fiscal se incrementa cada vez más.
“En el primer trimestre del año pasado y similar periodo de este año el gasto fiscal público se ha incrementado en un 30 por ciento y paralelamente el Gobierno entrega bonos que se traducen en demanda de productos lo que a su vez significa más inyección de capital en el mercado interno”.
Subvención
Otro de los factores que indirectamente influyen en el incremento del índice inflacionario es la política de subvención del gobierno del presidente Evo Morales, que para evitar el aumento de precios de algunos alimentos importa algunos productos, y lo vende a precios menores, como la harina, manteca y entre otros.
Esas son medidas que no favorecen a la población, porque fomenta el ocultamiento y la especulación de alimentos, sostuvo Pacheco.
Uno de los claros ejemplos de la política de subvención del Gobierno, a pesar de que éste lo niega, es la compra de harina de trigo de la Argentina para distribuirla directamente a los panificadores. El Ejecutivo compra el producto a precio de mercado internacional y lo distribuye en el país a un valor mucho menor, 165 bolivianos el quintal.
“La diferencial de precios es la subvención que está a cargo del Tesoro General de la Nación (TGN) y nosotros con nuestros impuestos estamos subvencionando el precio de venta de la harina, pero no nos estamos beneficiando”, manifestó.
Política
En todo ese comportamiento de la economía local, según la perspectiva de Fundación Milenio, predomina la coyuntura política antes que la misma economía del país, ya que hasta el momento no ha sostenido encuentros de coordinación con el sector privado productivo.
En ese contexto, la lucha contra la inflación más tiene un carácter político que económico, responsabilidad que recae directamente en el Gobierno, que le resta una buena base electoral que apunta al Referéndum Revocatorio y al Referéndum para aprobar la nueva Constitución Política del Estado.
“El Gobierno necesita del apoyo, y despejar la imagen de la mala gestión (que fue provocada por las medidas que adoptó y que) está causando la inflación”, acotó.
Sugerencia
Ante esa situación de tratar de mantener los precios en el mercado interno, la única solución factible que puede asumir el Gobierno es suprimir los controles sobre los precios de los alimentos de primera necesidad con la finalidad de que sea el mercado interno que fije los valores.
La primera reacción será el incremento de los precios, sin embargo, al subir el costo, los especuladores que ocultan productos dejan de esconder y empiezan a sacar esos productos lo cual tiende a estabilizar los precios.
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