El principal enemigo de las economías latinoamericanas, la inflación, parece estar ganando la batalla en Argentina, Colombia, Brasil, Uruguay y Ecuador. Mientras tanto, en Estados Unidos, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) subió en un año un 5,6 por ciento, el mayor incremento interanual en 17 años.
De acuerdo con el diario El Mercurio de Chile, las políticas para atacar las alzas de precios se han multiplicado, desde las más ortodoxas fórmulas —elevación de las tasas de interés por parte de los bancos centrales— hasta otras más agresivas, como las que ha seguido Argentina con la fijación de precios tanto para alimentos como para los combustibles y el alza de retenciones a la exportación de alimentos.
México, Uruguay y Ecuador han fijado los precios de una larga lista de alimentos, en el marco de un acuerdo entre las industrias productoras y esos gobiernos.
En tanto, hay otros sectores que han sido subsidiados en forma directa por algunos gobiernos, como México, Brasil y Argentina.
El ítem de alimentos es el que más ha castigado a las canastas del índice de precios en el mundo. Esto ha llevado a varios países en Latinoamérica a entregar ayuda focalizada en los productores agrícolas, con subsidios, bonos de ayuda y rebajas impositivas.
Ecuador empezó con la entrega de abono subsidiado a los pequeños agricultores, pero además ahora está entregando un bono de entre 80 y 250 dólares y ha comenzado un plan de créditos con tasas, plazos y montos especialmente fijados para fomentar esa producción.
En Uruguay, el Ejecutivo llegó a acuerdos con sectores alimentarios (panaderos, ganaderos y productores de arroz, aceites y azúcar) para congelar los precios de algunos artículos de forma transitoria. En el caso de las frutas y verduras, se habilitó la importación y se eliminó por un tiempo el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que éstas pagan; las carnes de cerdo, pollo y cordero tampoco tributan.
Argentina, en cambio, es un caso simbólico en cuanto al control de precios establecido por la Secretaría de Comercio Interior de ese país. Además, las cifras de la inflación son el blanco de las críticas más severas que ha recibido el Gobierno.
La rebaja de tasas de interés reduce el circulante dentro de la economía, pero al mismo tiempo baja o se desacelera la inversión, explica Peter Hakim, presidente de The Interamerican Dialogue. Sin embargo, es una de las medidas más extendidas.
Desde marzo de 2006, Colombia se prepara para una escalada de precios. Desde entonces y hasta la fecha, el Banco de esa República ha subido la tasa desde 6 por ciento hasta el 10 por ciento actual. Pese a todo, la inflación interanual a julio aumentó a 7,52 por ciento, la más alta desde 2001.
Brasil también aumentó las tasas. Hoy se ubica en 13 por ciento, tras un alza de 175 puntos básicos desde abril, cuando estaba en 11,25 por ciento. Pese a todo, la inflación se mantiene lejos de la meta autoimpuesta de 4,5 por ciento al cierre de 2008. Fue de 6,37 por ciento (anual) en julio, pero quedó dentro del rango de tolerancia.
Uruguay aumentó los encajes —depósitos obligatorios de los bancos en el Banco Central— como forma de restar liquidez a la plaza para evitar que suba la demanda.
Estados Unidos
El diario El Universal informó que el IPC de Estados Unidos subió 0,8 por ciento en julio, cuatro décimas más que lo esperado por los analistas, según informó el Departamento de Trabajo.
En un año, el IPC ha subido un 5,6 por ciento, el mayor incremento interanual en 17 años, y de mantener el ritmo de crecimiento de los últimos tres meses acabará el año con una inflación del 10,6 por ciento.
El documento precisa que si se excluyen los volátiles precios de los alimentos y la energía, la inflación subyacente en julio fue del 0,3 por ciento. La inflación subyacente ha sido del 2,5 por ciento en un año, el incremento mayor desde enero.
El dato de que el incremento de precios en julio fue el doble de lo esperado debilitó al dólar estadounidense, que cayó 0,2 por ciento frente a una canasta de monedas, a una cotización de 76,13 unidades.
El euro subió 0,1 por ciento frente al dólar, y la libra subió 0,4 por ciento frente al dólar.
Ex ministro ve que Bolivia se favorece con lo externo
El ex ministro de Hacienda Carlos Jemio aseguró que la inflación es un fenómeno mundial y que este clima favorece en cierto modo a la economía boliviana por su condición de exportador de minerales e hidrocarburos.
“A nosotros nos favorece, por un lado, porque somos exportadores de commodities (productos más demandados), eso significa mayores precios de minerales e hidrocarburos, por lo cual el Estado recibe importantes ingresos”.
Sin embargo, lo negativo de este proceso es que “estaría afectando en términos de mayores precios de estos dos componentes: tanto de alimentos como de energía”.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación de Bolivia a julio de este año llegó a 9,35 por ciento y el Banco Central de Bolivia tuvo que subir la meta anual de 8 a 12 por ciento.
El Ministerio de Hacienda aseguró que, pese a que la inflación en el país es alta, se la controló mejor que en otros países, porque desde 2006 subió tres veces, mientras que Perú creció cinco veces y en Chile 3,7, pese a que sus indicadores son mucho más bajos que el de Bolivia.
En el país, el Gobierno fomenta la producción y el control de la especulación.
Jemio aseguró que la inflación que golpea a varios países latinoamericanos tiene origen en el ingreso de China en la economía mundial, pues presiona sobre la producción de los commodities. A su juicio, lo que vaya a pasar en el corto plazo depende de la evolución de la economía de EEUU.
Más datos
La inflación actual de alimentos de Ecuador llega a 19,69 por ciento.
Los empresarios argentinos estiman una inflación real de 25%; el Gobierno, de 9,1%.
Los precios de los alimentos para el consumidor aumentaron el mes pasado 0,8%.
En Uruguay, Gobierno y productores acordaron congelar los precios de los alimentos.
México, Brasil y Argentina aplicaron medidas para bajar el precio de combustibles.
De acuerdo con el diario El Mercurio de Chile, las políticas para atacar las alzas de precios se han multiplicado, desde las más ortodoxas fórmulas —elevación de las tasas de interés por parte de los bancos centrales— hasta otras más agresivas, como las que ha seguido Argentina con la fijación de precios tanto para alimentos como para los combustibles y el alza de retenciones a la exportación de alimentos.
México, Uruguay y Ecuador han fijado los precios de una larga lista de alimentos, en el marco de un acuerdo entre las industrias productoras y esos gobiernos.
En tanto, hay otros sectores que han sido subsidiados en forma directa por algunos gobiernos, como México, Brasil y Argentina.
El ítem de alimentos es el que más ha castigado a las canastas del índice de precios en el mundo. Esto ha llevado a varios países en Latinoamérica a entregar ayuda focalizada en los productores agrícolas, con subsidios, bonos de ayuda y rebajas impositivas.
Ecuador empezó con la entrega de abono subsidiado a los pequeños agricultores, pero además ahora está entregando un bono de entre 80 y 250 dólares y ha comenzado un plan de créditos con tasas, plazos y montos especialmente fijados para fomentar esa producción.
En Uruguay, el Ejecutivo llegó a acuerdos con sectores alimentarios (panaderos, ganaderos y productores de arroz, aceites y azúcar) para congelar los precios de algunos artículos de forma transitoria. En el caso de las frutas y verduras, se habilitó la importación y se eliminó por un tiempo el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que éstas pagan; las carnes de cerdo, pollo y cordero tampoco tributan.
Argentina, en cambio, es un caso simbólico en cuanto al control de precios establecido por la Secretaría de Comercio Interior de ese país. Además, las cifras de la inflación son el blanco de las críticas más severas que ha recibido el Gobierno.
La rebaja de tasas de interés reduce el circulante dentro de la economía, pero al mismo tiempo baja o se desacelera la inversión, explica Peter Hakim, presidente de The Interamerican Dialogue. Sin embargo, es una de las medidas más extendidas.
Desde marzo de 2006, Colombia se prepara para una escalada de precios. Desde entonces y hasta la fecha, el Banco de esa República ha subido la tasa desde 6 por ciento hasta el 10 por ciento actual. Pese a todo, la inflación interanual a julio aumentó a 7,52 por ciento, la más alta desde 2001.
Brasil también aumentó las tasas. Hoy se ubica en 13 por ciento, tras un alza de 175 puntos básicos desde abril, cuando estaba en 11,25 por ciento. Pese a todo, la inflación se mantiene lejos de la meta autoimpuesta de 4,5 por ciento al cierre de 2008. Fue de 6,37 por ciento (anual) en julio, pero quedó dentro del rango de tolerancia.
Uruguay aumentó los encajes —depósitos obligatorios de los bancos en el Banco Central— como forma de restar liquidez a la plaza para evitar que suba la demanda.
Estados Unidos
El diario El Universal informó que el IPC de Estados Unidos subió 0,8 por ciento en julio, cuatro décimas más que lo esperado por los analistas, según informó el Departamento de Trabajo.
En un año, el IPC ha subido un 5,6 por ciento, el mayor incremento interanual en 17 años, y de mantener el ritmo de crecimiento de los últimos tres meses acabará el año con una inflación del 10,6 por ciento.
El documento precisa que si se excluyen los volátiles precios de los alimentos y la energía, la inflación subyacente en julio fue del 0,3 por ciento. La inflación subyacente ha sido del 2,5 por ciento en un año, el incremento mayor desde enero.
El dato de que el incremento de precios en julio fue el doble de lo esperado debilitó al dólar estadounidense, que cayó 0,2 por ciento frente a una canasta de monedas, a una cotización de 76,13 unidades.
El euro subió 0,1 por ciento frente al dólar, y la libra subió 0,4 por ciento frente al dólar.
Ex ministro ve que Bolivia se favorece con lo externo
El ex ministro de Hacienda Carlos Jemio aseguró que la inflación es un fenómeno mundial y que este clima favorece en cierto modo a la economía boliviana por su condición de exportador de minerales e hidrocarburos.
“A nosotros nos favorece, por un lado, porque somos exportadores de commodities (productos más demandados), eso significa mayores precios de minerales e hidrocarburos, por lo cual el Estado recibe importantes ingresos”.
Sin embargo, lo negativo de este proceso es que “estaría afectando en términos de mayores precios de estos dos componentes: tanto de alimentos como de energía”.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación de Bolivia a julio de este año llegó a 9,35 por ciento y el Banco Central de Bolivia tuvo que subir la meta anual de 8 a 12 por ciento.
El Ministerio de Hacienda aseguró que, pese a que la inflación en el país es alta, se la controló mejor que en otros países, porque desde 2006 subió tres veces, mientras que Perú creció cinco veces y en Chile 3,7, pese a que sus indicadores son mucho más bajos que el de Bolivia.
En el país, el Gobierno fomenta la producción y el control de la especulación.
Jemio aseguró que la inflación que golpea a varios países latinoamericanos tiene origen en el ingreso de China en la economía mundial, pues presiona sobre la producción de los commodities. A su juicio, lo que vaya a pasar en el corto plazo depende de la evolución de la economía de EEUU.
Más datos
La inflación actual de alimentos de Ecuador llega a 19,69 por ciento.
Los empresarios argentinos estiman una inflación real de 25%; el Gobierno, de 9,1%.
Los precios de los alimentos para el consumidor aumentaron el mes pasado 0,8%.
En Uruguay, Gobierno y productores acordaron congelar los precios de los alimentos.
México, Brasil y Argentina aplicaron medidas para bajar el precio de combustibles.
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