Para evitar que en el futuro el sistema financiero se exponga a crisis externas o shocks y preserve su solvencia, la Superintendencia de Bancos instruyó a las entidades financieras de Bolivia aumentar en 1 por ciento su Coeficiente de Adecuación Patrimonial (CAP) y capitalizarse ante las fluctuaciones del tipo de cambio.
La reguladora anticipó además que alista una tercera norma que obligará a las financieras a subir sus previsiones en 88 millones de dólares en el plazo de tres años.
Las normas bancarias de Basilea exigen que las instituciones financieras mantengan un nivel mínimo de capital que les permita absorber las pérdidas producidas por los riesgos asumidos, por ejemplo, que el cliente no pague su crédito. Las tres normas prudenciales pretenden que los bancos tengan mayor respaldo y puedan afrontar situaciones difíciles en mejores condiciones o épocas de “vacas flacas”.
La economía boliviana en el primer trimestre alcanzó una tasa de crecimiento del 6 por ciento y, de acuerdo con la evaluación del Gobierno, los principales indicadores macroeconómicos y el sistema financiero se encuentran estables y sólidos.
Sin embargo, la actividad económica de Estados Unidos, una de las más fuertes del mundo y que tiene repercusión en otros países, comienza a desacelerarse debido a la crisis hipotecaria.
A eso se suma la baja en los precios internacionales del oro, zinc y el estaño, entre otros, y la caída del valor del barril de petróleo, que se encuentra en 115 dólares, después de que en julio batiera récord al tocar los 140 dólares. Los analistas advierten que esos hechos pueden repercutir en Bolivia y generar un debilitamiento de la economía, que se basa en la producción y exportación de hidrocarburos y de minerales.
El superintendente del sector, Marcelo Zabalaga, explicó a La Prensa que la reguladora identificó dos problemas que le preocupan y que le obligaron a recomendar esas medidas.
El primero es la crisis económica en Estados Unidos, por el incumplimiento en el pago de algunos créditos hipotecarios y que, si bien no afecta directamente a Bolivia, sí puede hacerlo en forma indirecta, es decir, a través de una menor demanda de las exportaciones nacionales a ese país y a Europa.
Un segundo aspecto es el exceso de liquidez en la economía y que si no se lo controla, al igual que la inflación, puede dar lugar a un sobreendeudamiento.
Zabalaga aseguró que junto con el Banco Central de Bolivia (BCB) y Hacienda se coordina para que ningún riesgo asome a la economía, pero “uno no puede controlar todas la variables de la economía, por eso tomamos medidas de prudencia”.
Explicó que la primera norma que se puso en vigencia es el CAP “sombra”, que obliga a las entidades a demostrar un índice superior en un punto al 10 por ciento que exige la Ley de Bancos, es decir, 11 por ciento.
El CAP es un indicador para verificar la salud patrimonial de un banco y tomar precauciones de fortalecimiento en caso de que el nivel se ubique por debajo del 10 por ciento.
La segunda determinación que también ya tiene vigencia es la de “gestión por riesgo de tipo de cambio”. Zabalaga señaló que, en este caso, los bancos deben tomar recaudos cuando comiencen a perder dinero por efecto de las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar.
Si eso sucede, la norma las obliga a capitalizarse más porque el deterioro puede llegar a afectar al patrimonio de la entidad. “Un banco que tiene más dólares en sus activos que en sus pasivos, a medida que baje el dólar, irá perdiendo dinero. Por eso, se recomienda que (las financieras) estén bien calzadas en monedas. No pueden tener demasiado en una moneda con la que irán perdiendo”.
Precisó que las dos normas se implementan conforme a un “pacto de caballeros” con las instituciones, aunque todavía no de manera general.
La tercera disposición que se encuentra en puerta se denomina “aumenta las previsiones”, que son recursos que tiene un banco para cubrir eventuales problemas cuando un cliente ingrese en mora y no pueda pagar sus deudas. La norma se llama “Previsiones cíclicas” y busca que las financieras suban sus previsiones en 88 millones de dólares en tres años a un promedio anual de 30 millones. En la actualidad, los bancos tienen más de 300 millones de dólares como reserva y la mora llega al 4,5 por ciento.
Zabalaga dijo que esa disposición se encuentra en consideración del sistema y se prevé que sea aprobada antes de fin de mes.
Para la Superintendencia, es mejor que los bancos sacrifiquen parte de las utilidades que tienen hoy y las lleven a previsiones y así tener mayor solvencia. Según el regulador, no se trata de un impuesto, sino de una reserva que puede ser invertida para que gane intereses, por ejemplo, en la compra de bonos del BCB.
Datos de la Superintendencia señalan que en 2007 el sistema financiero obtuvo una ganancia de 104,3 millones de dólares y en el primer semestre del año, de 58 millones.
Añadió que las normas no deberían impactar en el encarecimiento del crédito y tampoco derivar en un estancamiento. “Son previsiones de 30 millones por año que debe hacer el sistema, y la cartera es de 4.200 millones de dólares, es un pequeño porcentaje, ni siquiera 1 por ciento”.
Este diario no logró hablar con la Asociación de Bancos.
El BCB, a punto de perder $us 6,4 millones por el Banco Sur
El Banco Central de Bolivia (BCB) se encuentra a punto de perder 6,4 millones de dólares de los recursos que tuvo que erogar hace 15 años para devolver ahorros a los clientes perjudicados por la quiebra del Banco Sur.
El superintendente de Bancos, Marcelo Zabalaga, informó que la Corte Suprema emitió un fallo que favorece a siete grupos que pretenden recuperar esos recursos con prelación y encima de los derechos del instituto emisor.
El fallo fue emitido por la magistrada Rosario Canedo, quien se apoyó en un dictamen de conjueces de Santa Cruz, quienes consideraron que estas personas vinculadas al ex Banco Sur tenían derechos como ahorristas.
Sin embargo, Zabalaga aclaró que éste es un error porque en realidad el aporte que realizaron fue en calidad de capitalización.
“Se trata de aportes irregulares que aún no fueron probados y es dinero de ‘palos blancos’ de los ex dueños del Banco Sur”.
El ex Banco Sur aún le debe al BCB 84 millones de dólares de los 126 millones que tuvo que erogar para la devolución de ahorros y en la actualidad su principal ejecutivo, Jorge Córdova, está libre. La entidad fue intervenida en 1994.
El presidente del Banco Central, Raúl Garrón, anunció la presentación de un recurso de complementación y enmienda ante la Corte del Distrito Judicial de Chuquisaca.
El instituto emisor en el caso del Banco Cochabamba erogó 74 millones de dólares y en el del Bidesa, 67,8 millones.
Sin embargo, aún pelea en los estrados judiciales la recuperación de estos recursos en procura de que sus dueños respondan.
Las cifras
Cartera
La cartera de préstamos del sistema bancario hasta el 8 de junio del presente año llegó a 3.417,5 millones de dólares.
De este monto, 2.726,2 millones de dólares fueron canalizados en moneda extranjera, 678 millones en moneda nacional y 8,4 millones en Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV).
La cartera reprogramada asciende a 289,8 millones; la vencida, a 16,2 millones y la que se encuentra en ejecución, a 77,5 millones.
Depósitos
Los depósitos del sistema bancario alcanzaron la cifra de 5.034,8 millones de dólares, monto superior en más de 800 millones a los 4.237,9 millones que el público confió en 2007.
De este monto, 2.996.8 millones se encuentran en dólares, 1.670,3 millones en moneda nacional, 730,6 millones en moneda nacional indexada a la UFV y 4,8 millones en moneda nacional con mantenimiento de valor.
La mayor parte de los depósitos se encuentra en cajas de ahorros (1.808,9 millones) y en depósitos a plazo fijo (DPF) (1.689.5 millones).
Liquidez
La liquidez del sistema bancario asciende a 2.618,2 millones de dólares.
La reguladora anticipó además que alista una tercera norma que obligará a las financieras a subir sus previsiones en 88 millones de dólares en el plazo de tres años.
Las normas bancarias de Basilea exigen que las instituciones financieras mantengan un nivel mínimo de capital que les permita absorber las pérdidas producidas por los riesgos asumidos, por ejemplo, que el cliente no pague su crédito. Las tres normas prudenciales pretenden que los bancos tengan mayor respaldo y puedan afrontar situaciones difíciles en mejores condiciones o épocas de “vacas flacas”.
La economía boliviana en el primer trimestre alcanzó una tasa de crecimiento del 6 por ciento y, de acuerdo con la evaluación del Gobierno, los principales indicadores macroeconómicos y el sistema financiero se encuentran estables y sólidos.
Sin embargo, la actividad económica de Estados Unidos, una de las más fuertes del mundo y que tiene repercusión en otros países, comienza a desacelerarse debido a la crisis hipotecaria.
A eso se suma la baja en los precios internacionales del oro, zinc y el estaño, entre otros, y la caída del valor del barril de petróleo, que se encuentra en 115 dólares, después de que en julio batiera récord al tocar los 140 dólares. Los analistas advierten que esos hechos pueden repercutir en Bolivia y generar un debilitamiento de la economía, que se basa en la producción y exportación de hidrocarburos y de minerales.
El superintendente del sector, Marcelo Zabalaga, explicó a La Prensa que la reguladora identificó dos problemas que le preocupan y que le obligaron a recomendar esas medidas.
El primero es la crisis económica en Estados Unidos, por el incumplimiento en el pago de algunos créditos hipotecarios y que, si bien no afecta directamente a Bolivia, sí puede hacerlo en forma indirecta, es decir, a través de una menor demanda de las exportaciones nacionales a ese país y a Europa.
Un segundo aspecto es el exceso de liquidez en la economía y que si no se lo controla, al igual que la inflación, puede dar lugar a un sobreendeudamiento.
Zabalaga aseguró que junto con el Banco Central de Bolivia (BCB) y Hacienda se coordina para que ningún riesgo asome a la economía, pero “uno no puede controlar todas la variables de la economía, por eso tomamos medidas de prudencia”.
Explicó que la primera norma que se puso en vigencia es el CAP “sombra”, que obliga a las entidades a demostrar un índice superior en un punto al 10 por ciento que exige la Ley de Bancos, es decir, 11 por ciento.
El CAP es un indicador para verificar la salud patrimonial de un banco y tomar precauciones de fortalecimiento en caso de que el nivel se ubique por debajo del 10 por ciento.
La segunda determinación que también ya tiene vigencia es la de “gestión por riesgo de tipo de cambio”. Zabalaga señaló que, en este caso, los bancos deben tomar recaudos cuando comiencen a perder dinero por efecto de las fluctuaciones del tipo de cambio del dólar.
Si eso sucede, la norma las obliga a capitalizarse más porque el deterioro puede llegar a afectar al patrimonio de la entidad. “Un banco que tiene más dólares en sus activos que en sus pasivos, a medida que baje el dólar, irá perdiendo dinero. Por eso, se recomienda que (las financieras) estén bien calzadas en monedas. No pueden tener demasiado en una moneda con la que irán perdiendo”.
Precisó que las dos normas se implementan conforme a un “pacto de caballeros” con las instituciones, aunque todavía no de manera general.
La tercera disposición que se encuentra en puerta se denomina “aumenta las previsiones”, que son recursos que tiene un banco para cubrir eventuales problemas cuando un cliente ingrese en mora y no pueda pagar sus deudas. La norma se llama “Previsiones cíclicas” y busca que las financieras suban sus previsiones en 88 millones de dólares en tres años a un promedio anual de 30 millones. En la actualidad, los bancos tienen más de 300 millones de dólares como reserva y la mora llega al 4,5 por ciento.
Zabalaga dijo que esa disposición se encuentra en consideración del sistema y se prevé que sea aprobada antes de fin de mes.
Para la Superintendencia, es mejor que los bancos sacrifiquen parte de las utilidades que tienen hoy y las lleven a previsiones y así tener mayor solvencia. Según el regulador, no se trata de un impuesto, sino de una reserva que puede ser invertida para que gane intereses, por ejemplo, en la compra de bonos del BCB.
Datos de la Superintendencia señalan que en 2007 el sistema financiero obtuvo una ganancia de 104,3 millones de dólares y en el primer semestre del año, de 58 millones.
Añadió que las normas no deberían impactar en el encarecimiento del crédito y tampoco derivar en un estancamiento. “Son previsiones de 30 millones por año que debe hacer el sistema, y la cartera es de 4.200 millones de dólares, es un pequeño porcentaje, ni siquiera 1 por ciento”.
Este diario no logró hablar con la Asociación de Bancos.
El BCB, a punto de perder $us 6,4 millones por el Banco Sur
El Banco Central de Bolivia (BCB) se encuentra a punto de perder 6,4 millones de dólares de los recursos que tuvo que erogar hace 15 años para devolver ahorros a los clientes perjudicados por la quiebra del Banco Sur.
El superintendente de Bancos, Marcelo Zabalaga, informó que la Corte Suprema emitió un fallo que favorece a siete grupos que pretenden recuperar esos recursos con prelación y encima de los derechos del instituto emisor.
El fallo fue emitido por la magistrada Rosario Canedo, quien se apoyó en un dictamen de conjueces de Santa Cruz, quienes consideraron que estas personas vinculadas al ex Banco Sur tenían derechos como ahorristas.
Sin embargo, Zabalaga aclaró que éste es un error porque en realidad el aporte que realizaron fue en calidad de capitalización.
“Se trata de aportes irregulares que aún no fueron probados y es dinero de ‘palos blancos’ de los ex dueños del Banco Sur”.
El ex Banco Sur aún le debe al BCB 84 millones de dólares de los 126 millones que tuvo que erogar para la devolución de ahorros y en la actualidad su principal ejecutivo, Jorge Córdova, está libre. La entidad fue intervenida en 1994.
El presidente del Banco Central, Raúl Garrón, anunció la presentación de un recurso de complementación y enmienda ante la Corte del Distrito Judicial de Chuquisaca.
El instituto emisor en el caso del Banco Cochabamba erogó 74 millones de dólares y en el del Bidesa, 67,8 millones.
Sin embargo, aún pelea en los estrados judiciales la recuperación de estos recursos en procura de que sus dueños respondan.
Las cifras
Cartera
La cartera de préstamos del sistema bancario hasta el 8 de junio del presente año llegó a 3.417,5 millones de dólares.
De este monto, 2.726,2 millones de dólares fueron canalizados en moneda extranjera, 678 millones en moneda nacional y 8,4 millones en Unidades de Fomento a la Vivienda (UFV).
La cartera reprogramada asciende a 289,8 millones; la vencida, a 16,2 millones y la que se encuentra en ejecución, a 77,5 millones.
Depósitos
Los depósitos del sistema bancario alcanzaron la cifra de 5.034,8 millones de dólares, monto superior en más de 800 millones a los 4.237,9 millones que el público confió en 2007.
De este monto, 2.996.8 millones se encuentran en dólares, 1.670,3 millones en moneda nacional, 730,6 millones en moneda nacional indexada a la UFV y 4,8 millones en moneda nacional con mantenimiento de valor.
La mayor parte de los depósitos se encuentra en cajas de ahorros (1.808,9 millones) y en depósitos a plazo fijo (DPF) (1.689.5 millones).
Liquidez
La liquidez del sistema bancario asciende a 2.618,2 millones de dólares.
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