La cotización del tipo de cambio de venta del Bolsín pasó de Bs7,04 a Bs7,03

El Banco Central de Bolivia (BCB) informa que el día 4 de febrero de 2011 la cotización del tipo de cambio de venta del Bolsín pasó de Bs7,04 a Bs7,03 por dólar estadounidense, manteniéndose el diferencial de 10 centavos con respecto al tipo de cambio de compra.
Esta decisión de apreciar la moneda nacional obedece a la necesidad de reducir las presiones inflacionarias de origen externo. Estas presiones surgen porque los precios internacionales de las materias primas han aumentado contribuyendo a la inflación mundial, especialmente en el caso de los alimentos.
Por otra parte, la creciente disponibilidad de dólares en el mundo se refleja en una mayor afluencia de capitales a la región, provocando la apreciación de las monedas de los países vecinos, entre los que destacan Chile y Brasil no obstante sus esfuerzos por contener la apreciación a través de intervenciones significativas en sus mercados cambiarios. Ambos efectos (inflación más apreciación en los socios comerciales) implican mayor inflación importada en Bolivia.
La medida, al coadyuvar a la disminución de la inflación importada, tiene un impacto positivo en los ingresos de las personas, ya que preserva su poder adquisitivo. Por otra parte, la apreciación también beneficia a las actividades productivas puesto que cerca del 80% de las importaciones del país corresponden a bienes de capital e insumos productivos, destinados principalmente a la industria cuyos costos disminuyen con esta medida. Finalmente, dado que el incremento de los precios de mercado de la mayor parte de los productos de exportación supera ampliamente a la apreciación y tomando en cuenta que gran parte de las economías con quienes Bolivia compite en los mercados internacionales han venido apreciando sus monedas a un mayor ritmo, los exportadores no se verán afectados.
Se recuerda que bajo el régimen cambiario boliviano, los movimientos en el tipo de cambio son graduales y acotados.
El BCB reitera su compromiso de preservar el poder adquisitivo de la moneda nacional para contribuir al desarrollo económico y social, empleando de manera oportuna los instrumentos de política a su disposición.