07 octubre 2017

Pari Mamani, adicto a los autos de moda y a una vida ostentosa


Su sueño era tener una vagoneta Lexus de última generación o un lujoso Cadillac, y lo consiguió. Juan Franz Pari Mamani, un joven de 27 años que desfalcó al Banco Unión Bs 43 millones, según la Fiscalía y de acuerdo con la entidad afectada Bs 37,6 millones, logró amasar una fortuna ilícita en tan solo nueve meses. Ese dinero lo camufló en la creación de empresas, pero tenía montos para sus caprichos. Uno de ellos, la adquisición de vehículos de lujo, pero a la vez largas temporadas en Santa Cruz, donde en un fin de semana gastaba 3.000 dólares.

La comisión de fiscales que investiga el desfalco logró recaudar datos sobre los destinos del dinero ilícito que adquirió Pari Mamani, hoy recluido en el penal de Chonchocoro.

El fiscal Erlan Almanza detalló que Pari Mamani llegó al negocio de arriendo de vehículos de Juan Gott, que tiene detención domiciliaria, para alquilar coches de lujo. El primero que sacó fue un Lexus y ahí ambos forjaron una amistad. Luego, hicieron negocios y Pari logró tener motorizados de marca, como un Cadillac, un Mazda de último año, dos Mercedes Benz, una vagoneta Ford, un Jaguar, una Lexus y otros. Además, regaló un Camaro a su hermano y un Mercedes a su exesposa.

Pari fue jefe de operaciones de la agencia del Banco Unión en el municipio paceño de Batallas. Trabajó dos años en esa localidad, ubicada a 55 kilómetros de la sede de Gobierno. Sin embargo, el principal sindicado fue parte del banco estatal desde 2011.

En estos dos últimos años, Pari Mamani mantuvo una vida de lujo. Manejaba en La Paz un vehículo Cadillac, motorizado con pocas series en el país. Además, tenía otros coches, pero también adquirió terrenos en la zona sur paceña y viviendas en Santa Cruz de la Sierra, donde llegaba para camuflar el dinero, montando negocios con su novia.

Tenía un fuerte apego por la capital cruceña. El fiscal Almanza reveló que Pari en un fin de semana en la urbe cruceña gastaba entre $us 2.000 y 3.000 en actividades de ocio, hospedaje en hoteles de lujo o compras en complejos comerciales.

Pari Mamani operaba junto a su novia y alteraban las cámaras de seguridad para acceder a la bóveda del banco. Su pareja, Luciana Reynaga, tapaba la transmisión con su cartera, mientras Pari ingresaba a sustraer el dinero. Pero también lograba su actos ilícitos por medio del software de los cajeros automáticos.

El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) La Paz, coronel Johnny Aguilera, explicó que Pari destinaba el recurso ilegal en propiedades en barrios exclusivos y también en actividades de lujo, como viajar a Santa Cruz y en un día gastar $us 1.000.

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