Rosales coincidió con lo señalado por el secretario ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados (Asoban), Nelson Villalobos, quien indicó la semana pasada que en el caso del millonario desfalco (al menos Bs 43 millones) del Banco Unión, fallaron los controles internos.
Ese criterio también sería aplicable al caso del Banco Prodem, donde, aparentemente, un funcionario sustrajo 230.000 bolivianos y 9.000 dólares, violando normas de seguridad de la entidad financiera. En ambos casos se presume que existe una red delincuencial incrustada en las entidades comprometidas.
REZAGO TECNOLÓGICO
Rosales, quien es gerente de la empresa Anapti, sostuvo al respecto que en el país la mayoría de los bancos del sistema se encuentran rezagados en cuanto a la aplicación de sistemas de seguridad informática.
Dijo que las entidades financieras deben invertir 20% en sistemas tecnológicos. Señaló que a la par de las operaciones que realizan, deben afinarse los controles, para el procesamiento de un mayor volumen de datos.
Ejemplificó que un banco mediano invierte en tecnología alrededor de un millón de bolivianos anuales, y de cuyo monto debería destinarse aproximadamente 100.000 bolivianos a los sistemas de seguridad.
Entretanto, un banco grande invierte en tecnología alrededor de 5 millones de bolivianos, y de este monto debería destinarse, al menos, 20% de los fondos en seguridad.
DESFALCO
Como se recordará, la semana pasada se conoció que hubo un gran desfalco en el estatal Banco Unión. A raíz de ese hecho, la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) solicitó un informe pormenorizado a la entidad para conocer, en detalle, la información de lo sucedido, el plazo feneció ayer.
NORMATIVA
Por otra parte, en cuanto hace a la regulación, Rosales lamentó que no haya una normativa específica para temas de seguridad, a fin de establecer cuánto debería invertir la entidad financiera en el mantenimiento de este sistema seguridad imprescindible, con mayor razón en la banca.
“Nos falta, como país, ajustar esos aspectos para obligar a que la seguridad sea proporcional a lo que se está cuidando”, apuntó el experto, que tiene experiencia acreditada en temas de seguridad informática, por el trabajo que desarrolló en varias entidades del Estado, ligadas al sector financiero.
Dijo que la tecnología avanza demasiado rápido y el personal de la ASFI, así como de las entidades financieras, no puede alcanzar oportunamente el desarrollo deseable en cuanto a tecnología.
ISO 9000
Rosales prestó sus servicios en la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI), asimismo en varias instituciones bancarias, según se conoció en una entrevista concedida a un matutino local, cuando la empresa que dirige accedió a la certificación de calidad ISO 9000 hace un par de años.
La semana pasada, la ASFI inició el control de riesgo operativo de la central del Banco Unión, en Santa Cruz, tras conocerse el millonario desfalco que ha sufrido.
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