El presidente interino del Banco Central de Bolivia (BCB), Raúl Garrón, denunció ayer ante una comisión del Poder Legislativo que en el país existen cuatro o cinco bancos que “monopolizan” todas las actividades del sector.
Esta denuncia provocó la inmediata reacción del secretario Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Marcelo Montero, quien calificó de “grave esta acusación”.
Garrón, Montero y el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Roberto Mustafá, se hicieron presentes ayer en la Comisión de Política Internacional de la Cámara Baja para exponer sus criterios respecto de una medida impuesta por el BCB y que afecta a exportadores y trabajadores que envían remesas al país.
A tiempo de justificar el cobro del 1% por la transferencia de fondos del exterior, el presidente del BCB afirmó que en el país “tenemos una banca privada que está compuesta solamente por cuatro o cinco bancos que en Estados Unidos serían sujeto de investigación; y no quiero hablar más de ello en esta ocasión”.
Esta afirmación provocó la inmediata respuesta del secretario ejecutivo de Asoban. “Es una grave acusación. Me parece que hay una doble connotación que es muy peligrosa”, sostuvo Montero.
Añadió que esto muestra que “en el país hay una Superintendencia de Bancos que no sirve y que ha permitido que se cometan irregularidades que debían ser denunciadas (en su momento) por el Banco Central”.
No obstante, el ejecutivo añadió que en Bolivia hay 11 bancos que han soportado crisis económicas y políticas, por lo que demandó a la Comisión de Política Internacional que convoque “a la Superintendencia de Bancos para que se indague qué es lo que tienen estos cuatro bancos que merecen ser investigados”.
Garrón dijo ante los miembros de la Comisión Legislativa que el ente emisor no dará marcha atrás en el cobro del 1% por la transferencia de fondos del exterior y aseguró que la medida está destinada a frenar la inflación y evitar el ingreso de “capitales golondrina” (capitales que llegan al país por corto tiempo).
El presidente de la CEPB, Roberto Mustafá, negó que estos capitales influyen en la inflación, por lo que aseguró que el argumento de Garrón, para justificar la aplicación del cobro del 1%, no tiene sustento técnico. Garrón reiteró que el 1% es una comisión que se cobra a la banca y que esto no debería cargarse a las familias de los migrantes que viven en el exterior. Puso como ejemplo al Banco Unión y Wester Union, que no cobran esta comisión.
Germán Ticona Mamani, quien se presentó en la comisión y dijo ser representante de los “más de tres millones de exiliados de la democracia”, aseguró que no es evidente que la medida no les afecte. “El Banco Unión sólo existe en algunos lugares”.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Política Internacional, Michiaki Nagatani, señaló que el informe fue insuficiente y no descartó que se amplíe esta petición al ministro de Hacienda, Luis Arce Catacora.
Esta denuncia provocó la inmediata reacción del secretario Ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados de Bolivia (Asoban), Marcelo Montero, quien calificó de “grave esta acusación”.
Garrón, Montero y el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Roberto Mustafá, se hicieron presentes ayer en la Comisión de Política Internacional de la Cámara Baja para exponer sus criterios respecto de una medida impuesta por el BCB y que afecta a exportadores y trabajadores que envían remesas al país.
A tiempo de justificar el cobro del 1% por la transferencia de fondos del exterior, el presidente del BCB afirmó que en el país “tenemos una banca privada que está compuesta solamente por cuatro o cinco bancos que en Estados Unidos serían sujeto de investigación; y no quiero hablar más de ello en esta ocasión”.
Esta afirmación provocó la inmediata respuesta del secretario ejecutivo de Asoban. “Es una grave acusación. Me parece que hay una doble connotación que es muy peligrosa”, sostuvo Montero.
Añadió que esto muestra que “en el país hay una Superintendencia de Bancos que no sirve y que ha permitido que se cometan irregularidades que debían ser denunciadas (en su momento) por el Banco Central”.
No obstante, el ejecutivo añadió que en Bolivia hay 11 bancos que han soportado crisis económicas y políticas, por lo que demandó a la Comisión de Política Internacional que convoque “a la Superintendencia de Bancos para que se indague qué es lo que tienen estos cuatro bancos que merecen ser investigados”.
Garrón dijo ante los miembros de la Comisión Legislativa que el ente emisor no dará marcha atrás en el cobro del 1% por la transferencia de fondos del exterior y aseguró que la medida está destinada a frenar la inflación y evitar el ingreso de “capitales golondrina” (capitales que llegan al país por corto tiempo).
El presidente de la CEPB, Roberto Mustafá, negó que estos capitales influyen en la inflación, por lo que aseguró que el argumento de Garrón, para justificar la aplicación del cobro del 1%, no tiene sustento técnico. Garrón reiteró que el 1% es una comisión que se cobra a la banca y que esto no debería cargarse a las familias de los migrantes que viven en el exterior. Puso como ejemplo al Banco Unión y Wester Union, que no cobran esta comisión.
Germán Ticona Mamani, quien se presentó en la comisión y dijo ser representante de los “más de tres millones de exiliados de la democracia”, aseguró que no es evidente que la medida no les afecte. “El Banco Unión sólo existe en algunos lugares”.
Por su parte, el presidente de la Comisión de Política Internacional, Michiaki Nagatani, señaló que el informe fue insuficiente y no descartó que se amplíe esta petición al ministro de Hacienda, Luis Arce Catacora.
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