La nacionalización de los hidrocarburos y la redistribución de los ingresos de la renta petrolera fueron catalogados por el ministro de Hacienda, Luis Arce, como las políticas más exitosas del gobierno del presidente Evo Morales en lo que lleva de su gestión.
“El mayor logro del gobierno ha sido la nacionalización de los hidrocarburos, eso ha repercutido en mayores ingresos para el país y ha permitido aplicar políticas sociales redistributivas”.
En respuesta a algunos analistas que manifestaron que la nacionalización no ha tenido ningún efecto, Arce dijo que esta política “ha permitido que el país sea el que defina los precios para la venta de hidrocarburos a Argentina y Brasil. Antes, esto estaba exclusivamente en manos de las empresas petroleras”.
Esos nuevos precios, indicó, han repercutido en los ingresos “que hoy gozan las prefecturas y el Tesoro General de la Nación (TGN), y se traduce también en haber logrado, por segundo año consecutivo, un superávit. El 2007, el superávit en el Producto Interno Bruto (PIB) será de 2,2%”. Según el ministro Arce, el segundo hito más importante en la gestión del presidente Evo Morales es la política de redistribución de los ingresos.
“Hoy se puede hablar de la implementación de políticas sociales en Bolivia, a diferencia de los últimos 20 años de modelo neoliberal, en los que las metas macroeconómicas de crecimiento, tasas de interés y otros eran el discurso gubernamental”.
En ese marco, Arce sostuvo que la redistribución de los ingresos a través del bono Juancito Pinto y la renta Dignidad “no son otra cosa que políticas redistributivas del ingreso nacional”.
“Hoy no sólo se habla de política económica, sino también de política social”, manifestó.
Admitió, no obstante, que a fines del 2007 el país experimentó como el factor más negativo la especulación en los precios, lo que tuvo efecto en la inflación y la canasta familiar. El último trimestre, el Gobierno se vio obligado a aprobar decretos para importar carne, arroz, trigo y aceite.
“El mayor logro del gobierno ha sido la nacionalización de los hidrocarburos, eso ha repercutido en mayores ingresos para el país y ha permitido aplicar políticas sociales redistributivas”.
En respuesta a algunos analistas que manifestaron que la nacionalización no ha tenido ningún efecto, Arce dijo que esta política “ha permitido que el país sea el que defina los precios para la venta de hidrocarburos a Argentina y Brasil. Antes, esto estaba exclusivamente en manos de las empresas petroleras”.
Esos nuevos precios, indicó, han repercutido en los ingresos “que hoy gozan las prefecturas y el Tesoro General de la Nación (TGN), y se traduce también en haber logrado, por segundo año consecutivo, un superávit. El 2007, el superávit en el Producto Interno Bruto (PIB) será de 2,2%”. Según el ministro Arce, el segundo hito más importante en la gestión del presidente Evo Morales es la política de redistribución de los ingresos.
“Hoy se puede hablar de la implementación de políticas sociales en Bolivia, a diferencia de los últimos 20 años de modelo neoliberal, en los que las metas macroeconómicas de crecimiento, tasas de interés y otros eran el discurso gubernamental”.
En ese marco, Arce sostuvo que la redistribución de los ingresos a través del bono Juancito Pinto y la renta Dignidad “no son otra cosa que políticas redistributivas del ingreso nacional”.
“Hoy no sólo se habla de política económica, sino también de política social”, manifestó.
Admitió, no obstante, que a fines del 2007 el país experimentó como el factor más negativo la especulación en los precios, lo que tuvo efecto en la inflación y la canasta familiar. El último trimestre, el Gobierno se vio obligado a aprobar decretos para importar carne, arroz, trigo y aceite.
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