América Latina espera más prosperidad y es optimista sobre el nuevo año. La región parece haber entrado en un período de impulso económico permanente con un crecimiento sostenido en los últimos cuatro años cercano al 5% de su Producto Interno Bruto (PIB), que debería mantenerse durante esta gestión.
Las economías del continente crecieron por encima del 5% el año pasado y los principales indicadores y los análisis de coyuntura de las instituciones internacionales son alentadores.
“Prevemos el 2008 un 4,5% de crecimiento del PIB, en parte porque han bajado los precios de materias primas que exporta la región. Pero es un porcentaje alto para los estándares de la región”, afirma Humberto López, economista principal en la oficina del Banco Mundial (BM) para Latinoamérica.
Y hay tendencias novedosas como el desarrollo de la inversión privada latinoamericana dentro y fuera del continente.
“El año pasado las empresas latinoamericanas invirtieron $us 40.000 millones fuera de sus fronteras, en Canadá, en Australia y otras naciones”, explica Javier Santiso, director del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Sin embargo, aunque en general la economía del continente muestra un crecimiento sostenido y un gran dinamismo, en gran medida favorecido por la inversión y la relación comercial con China, aún hay camino por corregir y alertas que dar.
Entre otros temas pendientes figuran, la falta de eficiencia en la inversión pública, el mejorar la redistribución de los ingresos, aumentar el ahorro, reducir la pobreza y la desigualdad social y aumentar y diversificar los mercados de exportación.
La OCDE señala que América Latina goza de estabilidad macroeconómica y que concluyó el año 2007 con crecimiento e inflación controlada en la mayoría de países y mantener esa tendencia es un objetivo ya trazado.
“Las perspectivas para 2008 son globalmente positivas, pero con retos y oportunidades que se desprenden de la bonanza asiática y que deberían permitir acelerar reformas”, explica Santiso.
“Hay necesidades muy grandes en educación, en sanidad y en transporte, entre otros campos”, agrega el experto.
En ello, lo respalda Carlos Quenán, catedrático de economía del Instituto de Altos Estudios de América Latina en París, quien señala que la deuda social de la región es aún muy elevada.
Y es que la pobreza se ha reducido, pero falta mucho para disminuir la brecha social en el continente. Uno de los últimos estudios del Banco Mundial señala que los índices han caído bastante en los últimos cuatro años y que la tasa es actualmente del 25%.
Sin embargo, ello significa que hay más de 100 millones de pobres en la región; una cifra alarmante y que podría ser mucho más alta si se aceptan otros estudios que señalan que la pobreza afecta a un 40% de la población del continente. Es necesario mantener la tasa de crecimiento, pero más importante aún es que se concrete en sectores claves como educación, salud, programas productivos en zonas rurales e infraestructura para comunicaciones y transporte.
Hasta ahora el gran volumen de inversión privada en el continente corresponde a los sectores de telecomunicaciones, energía, bancario y de bienes y servicios.
Y en infraestructura es donde el papel de la inversión privada es importante y vital para mejorar la eficiencia del gasto.
Durante los últimos años, se ha tomado conciencia en América Latina sobre la necesidad de responder a la demanda social y a las necesidades cotidianas de la gente. BBC Mundo
Las economías del continente crecieron por encima del 5% el año pasado y los principales indicadores y los análisis de coyuntura de las instituciones internacionales son alentadores.
“Prevemos el 2008 un 4,5% de crecimiento del PIB, en parte porque han bajado los precios de materias primas que exporta la región. Pero es un porcentaje alto para los estándares de la región”, afirma Humberto López, economista principal en la oficina del Banco Mundial (BM) para Latinoamérica.
Y hay tendencias novedosas como el desarrollo de la inversión privada latinoamericana dentro y fuera del continente.
“El año pasado las empresas latinoamericanas invirtieron $us 40.000 millones fuera de sus fronteras, en Canadá, en Australia y otras naciones”, explica Javier Santiso, director del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Sin embargo, aunque en general la economía del continente muestra un crecimiento sostenido y un gran dinamismo, en gran medida favorecido por la inversión y la relación comercial con China, aún hay camino por corregir y alertas que dar.
Entre otros temas pendientes figuran, la falta de eficiencia en la inversión pública, el mejorar la redistribución de los ingresos, aumentar el ahorro, reducir la pobreza y la desigualdad social y aumentar y diversificar los mercados de exportación.
La OCDE señala que América Latina goza de estabilidad macroeconómica y que concluyó el año 2007 con crecimiento e inflación controlada en la mayoría de países y mantener esa tendencia es un objetivo ya trazado.
“Las perspectivas para 2008 son globalmente positivas, pero con retos y oportunidades que se desprenden de la bonanza asiática y que deberían permitir acelerar reformas”, explica Santiso.
“Hay necesidades muy grandes en educación, en sanidad y en transporte, entre otros campos”, agrega el experto.
En ello, lo respalda Carlos Quenán, catedrático de economía del Instituto de Altos Estudios de América Latina en París, quien señala que la deuda social de la región es aún muy elevada.
Y es que la pobreza se ha reducido, pero falta mucho para disminuir la brecha social en el continente. Uno de los últimos estudios del Banco Mundial señala que los índices han caído bastante en los últimos cuatro años y que la tasa es actualmente del 25%.
Sin embargo, ello significa que hay más de 100 millones de pobres en la región; una cifra alarmante y que podría ser mucho más alta si se aceptan otros estudios que señalan que la pobreza afecta a un 40% de la población del continente. Es necesario mantener la tasa de crecimiento, pero más importante aún es que se concrete en sectores claves como educación, salud, programas productivos en zonas rurales e infraestructura para comunicaciones y transporte.
Hasta ahora el gran volumen de inversión privada en el continente corresponde a los sectores de telecomunicaciones, energía, bancario y de bienes y servicios.
Y en infraestructura es donde el papel de la inversión privada es importante y vital para mejorar la eficiencia del gasto.
Durante los últimos años, se ha tomado conciencia en América Latina sobre la necesidad de responder a la demanda social y a las necesidades cotidianas de la gente. BBC Mundo
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