La Aduana Nacional de Bolivia procedió ayer con la intervención de las oficinas administrativas que tiene en el aeropuerto de El Alto, luego de que un banco internara unos 30 millones de dólares sin el correspondiente pago de impuestos.
El dinero ingresó en noviembre de 2007 en diferentes monedas extranjeras.
La entidad aduanera publica hoy un comunicado en el cual informa de la decisión y sostiene: “… A raíz del ingreso y salida de remesas de dinero en monedas extranjeras efectuados por una entidad bancaria privada, fue intervenida la Administración de Aduana del Aeropuerto El Alto y se adoptaron medidas inmediatas como la suspensión de funcionarios involucrados en el caso”.
De acuerdo con la información proporcionada por el ente aduanero, en octubre de 2007 el banco solicitó la importación de 5,6 millones de dólares “en dinero físico” bajo el argumento de que debía poner en marcha un “plan de contingencia”. Para ello, pidió permiso al Viceministerio de Política Tributaria.
La entidad bancaria solicitó una exención tributaria por tratarse de un plan de emergencia. Luego de un tiempo, este Viceministerio autorizó el ingreso libre de impuestos del monto solicitado porque consideró que no correspondía una autorización expresa porque el dinero no estaba inscrito como una remesa. Sin embargo, con el permiso por sólo 5,6 millones, el banco introdujo al país unos 30 millones en dólares y euros en el mes de noviembre.
Después de cinco internaciones, la Aduana del aeropuerto solicitó información al Banco Central de Bolivia (BCB) acerca de la “importación de dinero físico”, y la entidad bancaria, luego de consultar con sus técnicos, informó que sólo el BCB puede “importar” dólares o euros con liberación de impuestos.
En su carta también explicó que para esta internación de “moneda física” se requiere una resolución suprema emitida por el Ministerio de Hacienda, documento con el que no contaba el banco privado, aunque tenía la autorización del Viceministerio de Política Tributaria, que depende de Hacienda.
El artículo 133 de la Ley General de Aduanas, en su inciso p), determina que “los destinos aduaneros especiales o de excepción son los siguientes: la importación del material monetario, billetes y monedas por el Banco Central de Bolivia está exento del pago de tributos aduaneros de importación…”.
De acuerdo con la explicación de la Aduana Nacional, el banco observado recurrió a la Ley de Bancos para internar dinero, pero la Ley de Aduanas instruye que la única entidad autorizada para introducir dinero en efectivo es el BCB.
Ante esta “contradicción legal”, la oficina aduanera del aeropuerto de El Alto informó de la internación a la Presidencia de la Aduana y después de 17 días de evaluación se determinó la intervención e investigación de todo el personal que estaba al cargo o que tenía algún grado de responsabilidad en este hecho.
Según la Aduana, la situación debía ser comunicada oportunamente —cuando empezó la “internación de dinero físico”— y no después de dos meses de ocurrida. Por esa razón se optó por suspender a los funcionarios.
El plazo de la intervención aún se desconoce.
Ayer, La Prensa intentó, sin éxito, comunicarse con las principales autoridades aduaneras para conocer una versión oficial y los detalles de la intervención.
Este medio se enteró además el nombre del banco involucrado, pero no lo difunde por falta de contraparte.
Se presume que fueron internados unos 30 millones de dólares.
La internación se realizó noviembre, pero la regional lo informó hace poco.
El dinero ingresó sin el pago de impuestos, atribución que sólo tiene el Banco Central.
El dinero ingresó en noviembre de 2007 en diferentes monedas extranjeras.
La entidad aduanera publica hoy un comunicado en el cual informa de la decisión y sostiene: “… A raíz del ingreso y salida de remesas de dinero en monedas extranjeras efectuados por una entidad bancaria privada, fue intervenida la Administración de Aduana del Aeropuerto El Alto y se adoptaron medidas inmediatas como la suspensión de funcionarios involucrados en el caso”.
De acuerdo con la información proporcionada por el ente aduanero, en octubre de 2007 el banco solicitó la importación de 5,6 millones de dólares “en dinero físico” bajo el argumento de que debía poner en marcha un “plan de contingencia”. Para ello, pidió permiso al Viceministerio de Política Tributaria.
La entidad bancaria solicitó una exención tributaria por tratarse de un plan de emergencia. Luego de un tiempo, este Viceministerio autorizó el ingreso libre de impuestos del monto solicitado porque consideró que no correspondía una autorización expresa porque el dinero no estaba inscrito como una remesa. Sin embargo, con el permiso por sólo 5,6 millones, el banco introdujo al país unos 30 millones en dólares y euros en el mes de noviembre.
Después de cinco internaciones, la Aduana del aeropuerto solicitó información al Banco Central de Bolivia (BCB) acerca de la “importación de dinero físico”, y la entidad bancaria, luego de consultar con sus técnicos, informó que sólo el BCB puede “importar” dólares o euros con liberación de impuestos.
En su carta también explicó que para esta internación de “moneda física” se requiere una resolución suprema emitida por el Ministerio de Hacienda, documento con el que no contaba el banco privado, aunque tenía la autorización del Viceministerio de Política Tributaria, que depende de Hacienda.
El artículo 133 de la Ley General de Aduanas, en su inciso p), determina que “los destinos aduaneros especiales o de excepción son los siguientes: la importación del material monetario, billetes y monedas por el Banco Central de Bolivia está exento del pago de tributos aduaneros de importación…”.
De acuerdo con la explicación de la Aduana Nacional, el banco observado recurrió a la Ley de Bancos para internar dinero, pero la Ley de Aduanas instruye que la única entidad autorizada para introducir dinero en efectivo es el BCB.
Ante esta “contradicción legal”, la oficina aduanera del aeropuerto de El Alto informó de la internación a la Presidencia de la Aduana y después de 17 días de evaluación se determinó la intervención e investigación de todo el personal que estaba al cargo o que tenía algún grado de responsabilidad en este hecho.
Según la Aduana, la situación debía ser comunicada oportunamente —cuando empezó la “internación de dinero físico”— y no después de dos meses de ocurrida. Por esa razón se optó por suspender a los funcionarios.
El plazo de la intervención aún se desconoce.
Ayer, La Prensa intentó, sin éxito, comunicarse con las principales autoridades aduaneras para conocer una versión oficial y los detalles de la intervención.
Este medio se enteró además el nombre del banco involucrado, pero no lo difunde por falta de contraparte.
Se presume que fueron internados unos 30 millones de dólares.
La internación se realizó noviembre, pero la regional lo informó hace poco.
El dinero ingresó sin el pago de impuestos, atribución que sólo tiene el Banco Central.
No hay comentarios:
Publicar un comentario