La calificación de riesgo de mutual Guapay se deteriora y ya revela signos de insolvencia y una pérdida constante de patrimonio.
De acuerdo con el análisis de la calificadora Fitch & Ratings, publicado en un medio de comunicación el sábado, la ponderación de la entidad financiera para el corto plazo en moneda extranjera a septiembre de 2007 fue de C (bol) y de largo plazo, CCC (bol). Este dato fue compatibilizado con las calificaciones de la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros (SPVS).
Esto significa que la entidad no cuenta con calidad de crédito y existe un alto riesgo de incumplimiento en sus obligaciones.
Si se efectúa el análisis por la capacidad de endeudamiento de la empresa, por ejemplo, con bonos de largo plazo o procesos de titularización, tampoco tendría capacidad de pago de capital e intereses en los plazos y términos que se puedan pactar, por lo que existe un alto riesgo de pérdida de esos ingresos.
En abril de 2007, la entidad fue intervenida de forma administrativa por el Estado a través del Fondo de Desarrollo Financiero (Fondesif) para precautelar los ahorros del público. En aquella oportunidad fueron cambiados varios gerentes y el mando de la mutual quedó en manos de su gerente general Víctor Hugo Áñez.
Las nuevas autoridades tomaron la iniciativa de encarar un plan que termine en la capitalización, fusión o absorción por parte de otra institución financiera.
Empero, se desconoce esta situación porque la Superintendencia de Bancos en varias oportunidades no brindó información al respecto.
Los boletines de la reguladora, no obstante, revelan cifras rojas en los balances de la mutual. Por ejemplo, al mes de agosto de 2007 Guapay tenía un patrimonio negativo de 51,9 millones de bolivianos.
La Superintendencia aclaró que los estados financieros presentados contienen información observada, por lo que no reflejan datos de su coeficiente de adecuación patrimonial.
Esta información es importante para determinar la salud de una entidad financiera, pues si la ponderación es inferior
al 10 por ciento, ésta debe ser
intervenida.
Sus pérdidas de la gestión ascendían a 43,2 millones de bolivianos y las acumuladas de otros periodos, a 36,2 millones.
Depósitos
Como otros datos de interés, esta institución financiera tenía 287,6 millones de bolivianos de depósitos. Administraba 19.304 cuentas y depósitos, la mayoría se encontraba por debajo de los 500 dólares.
Manejaba 70,5 millones de bolivianos en cajas de ahorro y 186 millones en depósitos a plazo fijo (DPF), que son las modalidades más comunes que utiliza la gente para guardar su dinero. La cartera de préstamos ascendía a 177,8 millones de bolivianos y la que estaba en mora llegaba a 38,2 millones. De este monto, 24,2 millones ya se encontraban en ejecución.
De acuerdo con el análisis de la calificadora Fitch & Ratings, publicado en un medio de comunicación el sábado, la ponderación de la entidad financiera para el corto plazo en moneda extranjera a septiembre de 2007 fue de C (bol) y de largo plazo, CCC (bol). Este dato fue compatibilizado con las calificaciones de la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros (SPVS).
Esto significa que la entidad no cuenta con calidad de crédito y existe un alto riesgo de incumplimiento en sus obligaciones.
Si se efectúa el análisis por la capacidad de endeudamiento de la empresa, por ejemplo, con bonos de largo plazo o procesos de titularización, tampoco tendría capacidad de pago de capital e intereses en los plazos y términos que se puedan pactar, por lo que existe un alto riesgo de pérdida de esos ingresos.
En abril de 2007, la entidad fue intervenida de forma administrativa por el Estado a través del Fondo de Desarrollo Financiero (Fondesif) para precautelar los ahorros del público. En aquella oportunidad fueron cambiados varios gerentes y el mando de la mutual quedó en manos de su gerente general Víctor Hugo Áñez.
Las nuevas autoridades tomaron la iniciativa de encarar un plan que termine en la capitalización, fusión o absorción por parte de otra institución financiera.
Empero, se desconoce esta situación porque la Superintendencia de Bancos en varias oportunidades no brindó información al respecto.
Los boletines de la reguladora, no obstante, revelan cifras rojas en los balances de la mutual. Por ejemplo, al mes de agosto de 2007 Guapay tenía un patrimonio negativo de 51,9 millones de bolivianos.
La Superintendencia aclaró que los estados financieros presentados contienen información observada, por lo que no reflejan datos de su coeficiente de adecuación patrimonial.
Esta información es importante para determinar la salud de una entidad financiera, pues si la ponderación es inferior
al 10 por ciento, ésta debe ser
intervenida.
Sus pérdidas de la gestión ascendían a 43,2 millones de bolivianos y las acumuladas de otros periodos, a 36,2 millones.
Depósitos
Como otros datos de interés, esta institución financiera tenía 287,6 millones de bolivianos de depósitos. Administraba 19.304 cuentas y depósitos, la mayoría se encontraba por debajo de los 500 dólares.
Manejaba 70,5 millones de bolivianos en cajas de ahorro y 186 millones en depósitos a plazo fijo (DPF), que son las modalidades más comunes que utiliza la gente para guardar su dinero. La cartera de préstamos ascendía a 177,8 millones de bolivianos y la que estaba en mora llegaba a 38,2 millones. De este monto, 24,2 millones ya se encontraban en ejecución.
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