07 septiembre 2008

Aseguradoras ilegales engañan con agencias sin control estatal


Existen agencias que comercializan seguros de viaje al exterior sin ninguna supervisión.

En Bolivia existen al menos 20 empresas aseguradoras extranjeras y nacionales que comercializan pólizas al margen de la ley, incumplen la atención de cobertura comprometida y utilizan a agencias de viajes y agentes de maletín para ofrecer, sin control estatal, sus servicios a la población.

La Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros (SPVS) descubrió que entre las compañías observadas existen 12 extranjeras y ocho locales.

En la lista de la “Súper” se encuentran, por ejemplo, Paracelsius, Clerical Medical International, Luxembourg, Power Selling Ltda., Representantes de Amedex Insurance Company, Compagnie Internacional D’Assistance y Worldwide Travellers Assistance Corp. Limitada (WOT) (ver infografía aparte).

El presidente de la Asociación Boliviana de Aseguradoras (ABA), Hugo De Granchant, señaló que la venta de seguros en el país sólo está autorizada a las compañías legalmente establecidas y reguladas y advirtió que si uno recurre a una firma no avalada, tendrá problemas al reclamar un derecho.

Falsas promesas

Era septiembre de 2006. La cliente de una aseguradora W.T.S.M. (la fuente solicitó mantener el nombre en reserva) se ausentó a Alemania por razones personales, pero antes de viajar adquirió un seguro para la asistencia médica en general de una empresa, sin reconocimiento legal en Bolivia.

La agencia de viajes que le vendió su boleto de avión fue la que le hizo el contacto con la aseguradora Worldwide Travellers Assistance Corp. Ltda. (WOT), una firma supuestamente reconocida en el mundo. Incluso la “obligó” a adquirir la póliza de esa empresa en específico, bajo el argumento de que contaba con todos los servicios.

Este diario no logró dar con la dirección de esa firma para consultarle al respecto. Sin embargo, de acuerdo con la SPVS, “esta aseguradora no está autorizada para comercializar pólizas”. La beneficiaria no lo sabía y viajó sin problemas.

Una vez que llegó al país europeo, sufrió una parálisis del lado derecho del cuerpo y, junto con su hijo, comunicó a WOT del percance dentro de las 24 horas posteriores al hecho. Sin embargo, la compañía de seguros se negó a pagar el reembolso de los gastos médicos efectuados en un hospital de Alemania. Esto, bajo el argumento de que no se había comunicado el hecho dentro del plazo, por lo que, a la fecha, la damnificada no ha recibido una indemnización.

Según una de las cláusulas de la póliza, en caso de controversia, el proceso será ventilado en tribunales ordinarios del Reino Unido. Y si es que ella quiere defenderse, deberá contratar abogados internacionales.

ABA aseguró que el Estado no puede intervenir porque la compañía no es reconocida y afirmó que, como éste, hay muchos otros casos similares que se dan periódicamente.

La SPVS informó que están habilitadas seis compañías de seguros de vida y ocho de pólizas generales que cubren diferentes tipos de riesgo (enfermedad, muerte, automotores, propiedades, industrias, incendios, accidentes de tránsito, entre otros).

Para seguros de viaje existe un producto diseñado con ese propósito que es ofrecido por Nacional Vida y cuyo costo varía en función de la cobertura que necesita la persona y los días de estadía en el exterior.

El modus operandi

Las aseguradoras ilegales operan a través de agencias de viajes y con ayuda de los llamados “hombres de maletín”.

En el primer caso, las agencias tienen contactos con firmas extranjeras y comercializan el seguro a cambio de una comisión, que varía según la empresa. Hacen de nexo para facilitar la entrega del seguro junto con la venta de los boletos.

De acuerdo con la Ley de Seguros, ninguna persona, natural o jurídica, podrá realizar las actividades de asumir riesgos por terceros, conceder coberturas, contratar seguros en general y otros sin previa autorización de la Superintendencia. Las agencias no tienen este permiso.

Cualquier seguro que no es comercializado por una empresa autorizada y regulada por la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros es ilegal y la entidad reguladora debería tomar cartas en el asunto.

Así lo señaló el asesor en seguros Héctor Ponce de León, para quien falta una acción más enérgica de las autoridades para evitar la proliferación de pólizas ilegales.

Estas empresas se amparan en el Código de Comercio para operar y el riesgo reside en que sus clientes, al sufrir un accidente, no reciban la cobertura y no puedan quejarse a nadie. Según Ponce de León, la SPVS debería publicar un aviso relativo a los seguros de viaje, cuya compra sólo se autoriza de empresas locales. Además se tendría que enviar a la Asociación de Agencias de Viajes y Turismo (Abavit) una nota para que dejen de comercializar seguros de empresas extranjeras porque es ilegal.

La Abavit negó que este tipo de operadores se dedique a la comercialización de seguros.

Su presidente, Freddy Araníbar, aseguró que las empresas sólo actúan “como intermediarias” de las firmas que tienen seguros legalmente establecidos en el extranjero.

“Tienen todas las garantías que respaldan a una aseguradora dentro de los servicios que contempla un viajero”. Afirmó que esas compañías siempre cumplieron todas las coberturas a las que se comprometieron cuando se presentó algún evento y no hubo denuncias.

Según Abavit, las aseguradoras del país están más dedicadas a la venta de seguros para inmuebles, automóviles y de vida y no tienen productos para viajes, espacio que llenan las extranjeras. “Las agencias de viajes son intermediarias de compañías que tienen su sede en el exterior o el país y con todas las regulaciones que exige el país (Bolivia o del exterior)”.

La otra modalidad por la que las aseguradoras ilegales llegan a la gente es a través de “los hombres de maletín”, quienes ofrecen pólizas de todo tipo en visitas personales a oficinas y domicilios y señalan que representan a firmas de talla internacional.

Una característica común de esos personajes es la oferta de coberturas extraordinarias a cambio de cómodas y bajas cuotas mensuales pero que, llegado el momento de garantizar la atención médica en caso de accidente, no se tiene ninguna garantía ni a dónde acudir para hacer el reclamo correspondiente.

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