Los migrantes prefieren usar el sistema financiero para enviar dinero a sus familiares. Producto de esta competencia, los costos en los bancos han bajado hasta llegar al 7%. Antes, por enviar dinero, las firmas remeseras cobraban hasta un 20%.
Bolivia es un ejemplo en la región para la bancarización de las remesas. A la fecha, aproximadamente el 70% de los envíos de dinero del exterior llega por esa vía, asegura el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), entidad que agrupa a 30 bancos centrales de América Latina y el Caribe.
“El 2007 se enviaron a Bolivia $us 880 millones y este año se prevé que llegarán $us 1.000 millones. Esos flujos vienen, en su gran mayoría, alrededor del 70%, por la banca comercial”, afirma el director general del Cemla, Kenneth Coates Spry, quien añade que otro porcentaje llega a través de las empresas remesadoras (Western Union, MoneyGram) y por canales informales.
Coates Spry participó, junto a los presidentes y representantes de 23 entidades monetarias de América Latina y del Caribe, del IV Seminario Anual: Programa de Mejora de la Información y Procedimientos de los Bancos Centrales en el Área de Remesas, realizado en la ciudad de La Paz, del 24 al 26 de septiembre.
El ejecutivo del Cemla ratifica que Bolivia es un ejemplo en la región, porque el 70% de las remesas llegan a través de la banca comercial. “El hecho de tener que ir a cobrar la remesa (al sistema financiero), acerca a la persona (a la banca) y logramos (de esa manera) lo que es otro de los objetivos de los bancos centrales: la bancarización (inclusión financiera)”, sostiene Coates.
El término bancarización significa utilizar intensivamente el sistema financiero para facilitar las transacciones efectuadas entre agentes económicos. Este proceso permite evitar el uso del dinero físico. La bancarización influye directamente en el crecimiento económico de un país.
El Director General del Cemla sostiene que las remesas internacionales, evidentemente, han suscitado un creciente interés en los países latinoamericanos y del Caribe, no sólo por sus altos volúmenes y la importancia que estos flujos tienen en las economías locales, sino también por los potenciales efectos que podrían tener tanto en el sistema financiero y cambiario como sobre el desarrollo y crecimiento económico.
El tema de las remesas involucra una serie de aspectos que permiten su análisis desde ópticas diferentes aunque siempre relacionadas, por ello, el Cemla, consciente del carácter polifacético del tema, creó el Programa de Remesas como medio para aglutinar en un solo espacio los diferentes aspectos sobre las remesas en los que se viene trabajando, indica Coates.
El Programa de Remesas del Cemla tiene como objetivo lograr que las cifras estimadas por los bancos centrales en el marco de la balanza de pagos, se conviertan en la fuente oficial y válida de estos flujos de divisas.
“El sistema de medición del Banco Central de Bolivia es muy bueno, porque la mayor parte de los datos que se obtienen son de forma directa... estos datos son verdaderos, correctos”, afirma por su parte el coordinador del Programa de Remesas del Cemla, René Maldonado Gonzales.
Respecto a los datos que maneja el Banco de España, sobre el envío de remesas desde ese país hacia Bolivia, y que en la gestión pasada habrían superado los $us 1.000 millones, el experto de origen boliviano dice que esa información es incompleta.
Añade que las diferencias entre los datos de España y los que tiene Bolivia se derivan “de qué se está midiendo”.
“Normalmente, desde el exterior, se ve un monto de dinero que está saliendo, pero no necesariamente puede ser una remesa, puede salir dinero para pago de deudas en Bolivia”, sostiene el profesional del Cemla.
Los costos bajaron hasta alcanzar el 7%
Producto de la competencia generada entre los bancos comerciales por el envío de remesas, los costos han bajado hasta situarse actualmente entre el 7 y 8 por ciento, asegura el director general del Cemla, Kenneth Coates.
El experto añade que hasta hace unos años, el costo por el envío de dinero llegaba incluso hasta el 20 por ciento. Es decir que por el envío de 300 dólares, la empresa remesadora se quedaba con 60 dólares.
“Parte del objetivo del Cemla es presionar a la baja de los costos. En la medida que los costos del sistema formal de remesas bajen, la gente va a utilizar más los sistemas formales y no los informales”, señala.
Bolivia es un ejemplo en la región para la bancarización de las remesas. A la fecha, aproximadamente el 70% de los envíos de dinero del exterior llega por esa vía, asegura el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), entidad que agrupa a 30 bancos centrales de América Latina y el Caribe.
“El 2007 se enviaron a Bolivia $us 880 millones y este año se prevé que llegarán $us 1.000 millones. Esos flujos vienen, en su gran mayoría, alrededor del 70%, por la banca comercial”, afirma el director general del Cemla, Kenneth Coates Spry, quien añade que otro porcentaje llega a través de las empresas remesadoras (Western Union, MoneyGram) y por canales informales.
Coates Spry participó, junto a los presidentes y representantes de 23 entidades monetarias de América Latina y del Caribe, del IV Seminario Anual: Programa de Mejora de la Información y Procedimientos de los Bancos Centrales en el Área de Remesas, realizado en la ciudad de La Paz, del 24 al 26 de septiembre.
El ejecutivo del Cemla ratifica que Bolivia es un ejemplo en la región, porque el 70% de las remesas llegan a través de la banca comercial. “El hecho de tener que ir a cobrar la remesa (al sistema financiero), acerca a la persona (a la banca) y logramos (de esa manera) lo que es otro de los objetivos de los bancos centrales: la bancarización (inclusión financiera)”, sostiene Coates.
El término bancarización significa utilizar intensivamente el sistema financiero para facilitar las transacciones efectuadas entre agentes económicos. Este proceso permite evitar el uso del dinero físico. La bancarización influye directamente en el crecimiento económico de un país.
El Director General del Cemla sostiene que las remesas internacionales, evidentemente, han suscitado un creciente interés en los países latinoamericanos y del Caribe, no sólo por sus altos volúmenes y la importancia que estos flujos tienen en las economías locales, sino también por los potenciales efectos que podrían tener tanto en el sistema financiero y cambiario como sobre el desarrollo y crecimiento económico.
El tema de las remesas involucra una serie de aspectos que permiten su análisis desde ópticas diferentes aunque siempre relacionadas, por ello, el Cemla, consciente del carácter polifacético del tema, creó el Programa de Remesas como medio para aglutinar en un solo espacio los diferentes aspectos sobre las remesas en los que se viene trabajando, indica Coates.
El Programa de Remesas del Cemla tiene como objetivo lograr que las cifras estimadas por los bancos centrales en el marco de la balanza de pagos, se conviertan en la fuente oficial y válida de estos flujos de divisas.
“El sistema de medición del Banco Central de Bolivia es muy bueno, porque la mayor parte de los datos que se obtienen son de forma directa... estos datos son verdaderos, correctos”, afirma por su parte el coordinador del Programa de Remesas del Cemla, René Maldonado Gonzales.
Respecto a los datos que maneja el Banco de España, sobre el envío de remesas desde ese país hacia Bolivia, y que en la gestión pasada habrían superado los $us 1.000 millones, el experto de origen boliviano dice que esa información es incompleta.
Añade que las diferencias entre los datos de España y los que tiene Bolivia se derivan “de qué se está midiendo”.
“Normalmente, desde el exterior, se ve un monto de dinero que está saliendo, pero no necesariamente puede ser una remesa, puede salir dinero para pago de deudas en Bolivia”, sostiene el profesional del Cemla.
Los costos bajaron hasta alcanzar el 7%
Producto de la competencia generada entre los bancos comerciales por el envío de remesas, los costos han bajado hasta situarse actualmente entre el 7 y 8 por ciento, asegura el director general del Cemla, Kenneth Coates.
El experto añade que hasta hace unos años, el costo por el envío de dinero llegaba incluso hasta el 20 por ciento. Es decir que por el envío de 300 dólares, la empresa remesadora se quedaba con 60 dólares.
“Parte del objetivo del Cemla es presionar a la baja de los costos. En la medida que los costos del sistema formal de remesas bajen, la gente va a utilizar más los sistemas formales y no los informales”, señala.
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