La caída continua en el precio del dólar definida por el Banco Central de Bolivia (BCB), a un promedio de una vez por mes en lo que va del año, para hacer viable la apreciación de la moneda nacional, ha provocado entre los librecambistas un mayor movimiento del euro, el real brasileño y el peso argentino; son alternativa les reporta jugosas ganancias.
Entre los librecambistas apostados en la calle Libertad, en pleno centro de la ciudad de Santa Cruz, combinan una frase para ironizar con la moneda estadounidense: “El cambio del dólar ahora es solo por deporte”.
Armando Vargas, librecambistas con más de una década de antigüedad en la plaza 24 de Septiembre, contó que mientras su margen de ganancia se redujo al mínimo con el dólar, las transacciones con euros y reales le reporta entre ocho y diez bolivianos por cada 100 que cambia; en menor proporción le toca por los pesos argentinos, pero de todos modos obtiene ganancia.
Por cuestiones de seguridad, en la mayoría de las casas de cambio del centro citadino se negaron a dar información sobre el monto de sus transacciones, pero indicaron que su principal clientela la conforman los turistas europeos y asiáticos, que en su mayoría vienen al país con euros.
El economista Napoleón Pacheco identifica dos tipos de perjuicios con la apreciación del boliviano que pregona el BCB en desmedro del dólar para frenar la inflación: los que ahorraban en dólares disminuyeron su capacidad de adquirir bienes en moneda nacional y la merma de transacciones está dejando prácticamente sin trabajo a los que intercambian monedas.
Pacheco también alerta que a pesar de los esfuerzos por apreciar el boliviano no se ha podido frenar la escalada de precios, sobre todo de productos básicos, y que el ingreso de divisas, legal e ilegalmente, puede traer consecuencias al país a corto y mediano plazo.
Eddy Nadín Candia, librecambista con base en el primer anillo, frente a la plaza del Estudiante, dice que gana bien cuando cambia euros, reales y pesos argentinos, pero equipara sus ingresos con un movimiento masivo en torno al dólar.
“La gente siempre viene y cambia 20, 50 o 100 dólares, sobre todo los fines de semana. Aprovechamos para ganar uno o dos puntos más por ser sábado o domingo. Haciendo cinco o seis transacciones poco a poco sumamos ganancias”, contó Candia.
A Jesús Muñoz, de la avenida Cañoto y calle Ayacucho, solo le interesa trabajar con dólares, por lo que hace diferencia de dos puntos en el cambio entre semana, pero rescata ingresos los días sábado y domingo.
El movimiento del negocio
Medida. En lo que va del año el Banco Central de Bolivia ha dispuesto la baja en el precio del dólar en cuatro ocasiones. El cambio oficial hoy se cotiza en 6,89 para la compra y Bs 6,99 para la venta.
Mercado. Dependiendo de la zona y la cantidad, los cambistas cotizan el cambio del dólar con una diferencia de dos puntos: Bs 6,93 para la compra y Bs 6,96 para la venta.
Monedas. En el mercado negro se cambia el euro a Bs 6,85 para la compra y Bs 6,95 para la venta; el real brasileño está a Bs 4,08 para la compra y Bs 4,10 para la venta. El peso argentino se cambia a Bs 4,07 para la compra y Bs 4,10 para la venta; en algunos puestos venden hasta en Bs 4,25.
Clientes. Estudiantes brasileños, comerciantes y turistas son los más apreciados por los cambistas.
Más son las pérdidas que las ganancias
Gary Rodríguez | Economista
Con la baja del dólar pierden los exportadores, porque mientras los costos de producción van en alza, los dólares que reciben deben convertirse a bolivianos, con lo que su poder de pago va disminuyendo.
Pierden los que reciben remesas del exterior, porque los dólares y euros que reciben, compran menos en bolivianos. Pierden las personas que prestaron en dólares. Al final del día, pierde el país, porque la posible pérdida de mercados externos podrá significar pérdida de empleos.
Ganan los que importan legal e ilegalmente y los que se prestaron en dólares, porque con menos bolivianos cada vez pueden afrontar sus gastos en dólares.
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