Guillén habla sobre el papel que asumirá el nuevo banco estatal, de las medidas del Ejecutivo para privilegiar al usuario e incentivar el crédito productivo.
—¿Qué cambios se efectuaron en la banca y de qué manera se benefician los usuarios?
—Hemos sacado una norma en la que, por ejemplo, el interés se cobra sobre la cuota vencida y no sobre el total del crédito. Otra medida es de la atención en cajas, donde una persona no debería esperar más de 30 minutos y, en caso de que esto suceda, la entidad financiera debería habilitar más puntos de atención. Lo que hemos hecho es dar cumplimiento a la Constitución, que establece que ya no puede haber más discriminación en los bancos. Antes, el cliente iba al banco, sacaba la ficha y esperaba como 45 minutos, mientras que a otro cliente que tenía mucha plata lo atendían en cinco minutos. Eso se ha prohibido, hoy todos somos iguales.
—¿Qué cambios hay sobre los créditos?
—En el tema de créditos productivos se han hecho bastantes reformas, una de ellas es que la banca tiene un límite para sacar su plata hacia afuera. Con esta medida se logró que ellos (los bancos) comiencen a repatriar su dinero y esos recursos sean destinados al crédito, porque al final para ellos (los banqueros) era muy fácil sacar su plata afuera, ganar intereses y no dedicarse al préstamo.
Otra medida que se dictó fue aumentar las previsiones en los créditos que creemos que son de mayor riesgo y que es el crédito de consumo, principalmente para que los bancos prevean posibles problemas coyunturales en los ingresos de las personas. Por ejemplo, si (un banco) presta 100, una parte de esos 100 tiene que poner de su plata para prevenir una posible contingencia.
También hemos bajado a cero por ciento de previsión para el crédito productivo en moneda nacional, es decir, si prestan en moneda nacional y es para el sector productivo, no previsionan. Eso ha sido importante porque hoy el objetivo es privilegiar el crédito productivo. Es un incentivo para que los bancos crezcan con crédito productivo más que con otro tipo de crédito.
—¿Qué pasó con la norma para regular las tasas de interés?
—En realidad, ahí se tuvo una posición más interactiva con la banca. Se habló de emitir una disposición que baje la tasa de interés del crédito (tasa activa) y suba la tasa de interés pasiva (que el banco paga a los ahorristas).
Con Asoban se acordó que ellos aumenten en por lo menos en 70 puntos básicos las tasas de todas las cajas de ahorro que sean menores a 5 mil dólares o 35 mil bolivianos, que es su equivalente. Hoy no tiene que haber ninguna caja de ahorros menor a 35 mil bolivianos que pague menos 0,7%. Las tasas estaban en 0,1 y 0,15 y a veces en menos de 0,1. Entonces, les hemos hecho subir a 0,7%. Por el otro lado, les hemos pedido que bajen su tasa activa al crédito productivo en 70 puntos básicos también. Eso es lo que hoy estamos evaluando, su implementación fue hace dos meses, aproximadamente, y estamos viendo algunos resultados que son bastante positivos.
—¿Están cumpliendo el acuerdo?
—En el tema de los puntos básicos, hoy todos los bancos están por encima de los 70 puntos básicos, hay algunos que han subido más de lo que nosotros les hemos pedido. En este momento no hay un banco que esté incumpliendo. Estamos evaluando en créditos, ellos deberían bajar en 70 puntos básicos, hemos tenido algunos problemas en captar información los anteriores meses, pero ahora estamos viendo el tema y realmente está cumpliendo una mayoría. Nosotros esperamos que se adecuen en un 100 por ciento. Si no tenemos una respuesta positiva vamos a aplicar la norma.
—¿Hay algún incentivo para el crédito de vivienda, que es el servicio más demandado por la gente?
—En el crédito para vivienda consideramos que las tasas están bastante accesibles. Si uno ahora va al banco, la tasa de interés está en 3,99 por ciento. Ahí no hemos visto todavía la necesidad de hacer algún ajuste. Lo que nos importa es el crédito productivo, nuestra visión es que la pequeña y mediana empresa crezca y ahí es donde estamos apuntando.
—¿Con qué medidas, por ejemplo?
—Hemos sacado una disposición. Teníamos cuatro categorías: crédito comercial, hipotecario, microcrédito y crédito de consumo. Entonces, cuando nosotros queríamos hacer políticas para la pequeña y mediana empresa, nos encontramos con que la información no era de las mejores, porque en el crédito comercial estaba el crédito productivo y de servicios, pero tampoco estaba disgregado en tamaños. Entonces nos era complicado. Por esta razón sacamos una disposición en la que creamos, además de estas cuatro categorías, el crédito pyme. Hoy hay cinco categorías, donde está incluido el crédito pyme, y en pyme vamos a tener pyme servicios, comercial y pyme productivo, que es donde queremos apuntar.
—Algunas autoridades han deslizado que se vienen reformas estructurales en la banca, ¿como cuáles?
—El Gobierno ha trabajado en las medidas más urgentes manejables mediante resoluciones de la Autoridad de Supervisión Financiera y el Banco Central de Bolivia, y también a través de decretos supremos. Ahora, lo que nos queda es hacer la cirugía mayor, que consiste en adecuar la Ley de Bancos, que tiene tintes de libre mercado, liberales, a lo que realmente manda la Constitución. Tenemos que modificar la Ley de Bancos, queremos llegar también a los pequeños productores, de manera que ellos puedan poner como garantía lo que ellos compran.
—¿Cuáles son los principales problemas de acceso al crédito?
—Los problemas que se han identificado son la tasa de interés, otro problema para acceder al crédito son las garantías y en ese tema también se ha trabajado. El Banco Unión ha sacado un fondo para darles el 50% de las garantías a las pequeñas y medianas empresas. Eso es importante, pero todavía no es suficiente. Queremos hacer una ley de garantías muebles. Hoy si un productor se compra maquinaria, que esa maquinaria sirva de garantía. Para eso tenemos que hacer una norma que permita a los bancos que eso funcione como garantía.
Otro tema en el que tenemos un gran avance es la Ley de Leasing o el arrendamiento financiero, donde la empresa alquila maquinaria. La idea es que el canon de alquiler también sirva como amortización en caso de que un productor desee comprar la máquina. Las cuotas de alquiler se convierten en cuotas de compra.
Otro tema en el que también se está avanzando es el Banco Público (en realidad es el Banco Unión). Tenemos que adaptar su norma para que opere por el Estado, queremos que ya sea el banco el que haga todas las transacciones por el Estado. El Banco Público va a ser el Banco Unión.
—¿Qué pasará con el Banco de Desarrollo Productivo (BDP)?
—Al BDP también hay que darle otra visión. Hoy es un banco de segundo piso y lo que se pretende es que sea un banco de desarrollo para que pueda otorgar de manera directa préstamos para el desarrollo.
El BDP es un banco que sólo puede prestar a otros bancos, no puede ir directamente al usuario. Lo que se busca es que sea un banco de desarrollo, siempre en función de desarrollar la actividad económica.
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