El proyecto de nueva Ley de Pensiones presentado por la Central Obrera Boliviana (COB) al Gobierno no establece la confiscación de los recursos que actualmente aportan los trabajadores al Fondo de Capitalización Individual (FCI), aseguraron los dirigentes del máximo ente laboral y sindical del país.
Pese a esta afirmación, el proyecto de ley establece que todos los trabajadores aportarán al nuevo sistema para cumplir con el pago de la jubilación a las personas tanto del antiguo sistema de reparto como del sistema de capitalización individual.
A mayo de este año, el patrimonio del FCI —donde aportan los trabajadores para su jubilación— asciende a Bs 23.826,2 millones ($us 3.323 millones al tipo de cambio actual), según datos de la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros (SPVS).
Sócimo Paniagua, secretario de Organización de la COB, dijo que estos recursos “no se confiscarán” y seguirán como en la actualidad, siendo invertidos para garantizar su rentabilidad.
Según datos de la SPVS, más del 72% de los recursos son colocados por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en bonos y letras del Tesoro General de la Nación (TGN), para obtener una mayor rentabilidad.
El proyecto de la COB propone la desaparición de las AFP y plantea crear la Tesorería Pública para la administración de los aportes y el pago de jubilaciones.
Jaime Peña, asesor en tema de pensiones de la COB, dijo que “el nuevo sistema de pensiones se financiará con el aporte del Estado, de aproximadamente 180 millones de dólares, y de los nuevos afiliados, para garantizar el pago a los jubilados del anterior y actual sistema de pensiones”.
“Esta ley va a beneficiar a todos los bolivianos y a los que nunca tuvieron la oportunidad de acceder a una jubilación. Para muchos será la única forma de jubilarnos”, añadió Paniagua.
Manifestó que “el único requisito será tener 240 cotizaciones (20 años de trabajo), y si tiene más aportes tendrá más opción de tener una mayor renta”. Según el dirigente, las 240 cotizaciones serán la única forma de hacer sostenible el nuevo sistema. “No se le puede mentir a la gente, se tiene que trabajar 20 años”.
En el pasado regía el sistema de reparto, que contemplaba que todos los trabajadores aportaban para financiar la renta de los jubilados. En noviembre de 1996 se creó el nuevo sistema de pensiones con las AFP y el Fondo de Capitalización Individual. Los trabajadores aportan para su jubilación en cuentas individuales.
Según la SPVS, a mayo del 2008 son 14.454 los jubilados en el nuevo sistema. En todos los casos, éstos tienen una compensación de cotizaciones por haber aportado al sistema de reparto.
Para el pago de rentas a los jubilados del anterior sistema de pensiones, el Tesoro General de la Nación eroga cada año entre 360 y 400 millones de dólares.
Con el nuevo sistema, según el asesor de la COB, el Estado sólo dará 160 millones de dólares, mientras el resto lo aportarán los trabajadores. “La propuesta contempla retornar al sistema antiguo de reparto, para beneficiar a todos los trabajadores”, aseguró Jaime Peña.
Afirman que no es sostenible
Para el ex director del Servicio Nacional del Sistema de Reparto (Senasir) Alberto Bonadona, la propuesta de la Central Obrera Boliviana (COB) —de volver al antiguo sistema de reparto— no tiene ninguna posibilidad de ser sostenible en el tiempo.
“Ellos piensan que van a tener una relación de 10 a 1, eso querría decir que habría que tener al menos 3 millones de afiliados cotizando para que sea sostenible. En la actualidad sólo hay un millón de afiliados, de los cuales sólo 600 mil son los que cotizan. Ahí no hay sostenibilidad de ningún sistema de reparto”, aseguró el experto.
Bonadona añadió que en este momento, desde ningún punto de vista, es conveniente cambiar el sistema de pensiones vigente, porque crearía incertidumbre en el grueso de la población y provocaría, por otra parte, el surgimiento de una generación sándwich, que son los aportantes al Fondo de Capitalización Individual. La primera generación sándwich son los aportantes al antiguo y nuevo sistemas.
Con la creación de un nuevo sistema de pensiones, según el economista, los más afectados serán un grueso sector que no contempla a los trabajadores en salud, educación, o los que tienen trabajos donde hay estabilidad laboral, sino personas de otros sectores que, con el actual sistema, pueden lograr pensiones mayores, que son básicamente los del sector privado.
DATOS
Protesta • La COB iniciará movilizaciones a partir del 21 de julio para obligar al Presidente a aprobar una nueva Ley de Pensiones que elimine las AFP.
Negociaciones • El Gobierno y la dirigencia de la COB se reunieron dos días y no llegaron a ningún acuerdo para cambiar la Ley de Pensiones.
Datos • El sistema de reparto estuvo vigente hasta 1996, cuando se crearon las AFP y las cuentas individuales.
Pese a esta afirmación, el proyecto de ley establece que todos los trabajadores aportarán al nuevo sistema para cumplir con el pago de la jubilación a las personas tanto del antiguo sistema de reparto como del sistema de capitalización individual.
A mayo de este año, el patrimonio del FCI —donde aportan los trabajadores para su jubilación— asciende a Bs 23.826,2 millones ($us 3.323 millones al tipo de cambio actual), según datos de la Superintendencia de Pensiones, Valores y Seguros (SPVS).
Sócimo Paniagua, secretario de Organización de la COB, dijo que estos recursos “no se confiscarán” y seguirán como en la actualidad, siendo invertidos para garantizar su rentabilidad.
Según datos de la SPVS, más del 72% de los recursos son colocados por las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) en bonos y letras del Tesoro General de la Nación (TGN), para obtener una mayor rentabilidad.
El proyecto de la COB propone la desaparición de las AFP y plantea crear la Tesorería Pública para la administración de los aportes y el pago de jubilaciones.
Jaime Peña, asesor en tema de pensiones de la COB, dijo que “el nuevo sistema de pensiones se financiará con el aporte del Estado, de aproximadamente 180 millones de dólares, y de los nuevos afiliados, para garantizar el pago a los jubilados del anterior y actual sistema de pensiones”.
“Esta ley va a beneficiar a todos los bolivianos y a los que nunca tuvieron la oportunidad de acceder a una jubilación. Para muchos será la única forma de jubilarnos”, añadió Paniagua.
Manifestó que “el único requisito será tener 240 cotizaciones (20 años de trabajo), y si tiene más aportes tendrá más opción de tener una mayor renta”. Según el dirigente, las 240 cotizaciones serán la única forma de hacer sostenible el nuevo sistema. “No se le puede mentir a la gente, se tiene que trabajar 20 años”.
En el pasado regía el sistema de reparto, que contemplaba que todos los trabajadores aportaban para financiar la renta de los jubilados. En noviembre de 1996 se creó el nuevo sistema de pensiones con las AFP y el Fondo de Capitalización Individual. Los trabajadores aportan para su jubilación en cuentas individuales.
Según la SPVS, a mayo del 2008 son 14.454 los jubilados en el nuevo sistema. En todos los casos, éstos tienen una compensación de cotizaciones por haber aportado al sistema de reparto.
Para el pago de rentas a los jubilados del anterior sistema de pensiones, el Tesoro General de la Nación eroga cada año entre 360 y 400 millones de dólares.
Con el nuevo sistema, según el asesor de la COB, el Estado sólo dará 160 millones de dólares, mientras el resto lo aportarán los trabajadores. “La propuesta contempla retornar al sistema antiguo de reparto, para beneficiar a todos los trabajadores”, aseguró Jaime Peña.
Afirman que no es sostenible
Para el ex director del Servicio Nacional del Sistema de Reparto (Senasir) Alberto Bonadona, la propuesta de la Central Obrera Boliviana (COB) —de volver al antiguo sistema de reparto— no tiene ninguna posibilidad de ser sostenible en el tiempo.
“Ellos piensan que van a tener una relación de 10 a 1, eso querría decir que habría que tener al menos 3 millones de afiliados cotizando para que sea sostenible. En la actualidad sólo hay un millón de afiliados, de los cuales sólo 600 mil son los que cotizan. Ahí no hay sostenibilidad de ningún sistema de reparto”, aseguró el experto.
Bonadona añadió que en este momento, desde ningún punto de vista, es conveniente cambiar el sistema de pensiones vigente, porque crearía incertidumbre en el grueso de la población y provocaría, por otra parte, el surgimiento de una generación sándwich, que son los aportantes al Fondo de Capitalización Individual. La primera generación sándwich son los aportantes al antiguo y nuevo sistemas.
Con la creación de un nuevo sistema de pensiones, según el economista, los más afectados serán un grueso sector que no contempla a los trabajadores en salud, educación, o los que tienen trabajos donde hay estabilidad laboral, sino personas de otros sectores que, con el actual sistema, pueden lograr pensiones mayores, que son básicamente los del sector privado.
DATOS
Protesta • La COB iniciará movilizaciones a partir del 21 de julio para obligar al Presidente a aprobar una nueva Ley de Pensiones que elimine las AFP.
Negociaciones • El Gobierno y la dirigencia de la COB se reunieron dos días y no llegaron a ningún acuerdo para cambiar la Ley de Pensiones.
Datos • El sistema de reparto estuvo vigente hasta 1996, cuando se crearon las AFP y las cuentas individuales.
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