— ¿Cuándo nace Pro Mujer?
— Pro Mujer nació en Bolivia y va a cumplir 22 años. Es una institución de desarrollo creada en 1990. Empezó operaciones en la ciudad de El Alto ofreciendo servicios de capacitación en salud y empoderamiento a mujeres de escasos recursos. El modelo funcionó muy bien. Hoy tenemos presencia en los nueve departamentos con 73 sucursales y la idea se expandió a cuatro países en América Latina: Nicaragua, Perú, México y Argentina.
— ¿Cuál es el modelo?
— Tiene tres pilares: salud, capacitación no formal (salud y finanzas) y microcrédito. Es el modelo para el desarrollo de la mujer, su empoderamiento y crecimiento de ellas y sus familias. Desde su fundación apoyó a más de 500.000 mujeres.
— ¿Resultados en 2011?
— Al 31 de diciembre, cerramos con más de 100.000 clientas en Bolivia y una cartera de créditos de Bs 43 millones. El crecimiento, en comparación con 2010, fue del 26%. Los niveles de morosidad son menores al 1%, una muestra de que las clientas de Pro Mujer valoran los servicios que les damos y demuestra que las personas de menores recursos son excelentes pagadoras y sólo necesitan una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida. La banca comunal es el 85% de nuestra cartera. El promedio de crédito es de $us 350, con plazos de siete meses.
— ¿De quién reciben financiamiento?
— En estos 22 años de operación, como institución sin fines de lucro, los excedentes de cada año se reinvierten en el negocio. Esta reinversión permitió que Pro Mujer tenga un patrimonio de $us 19 millones. Accedemos a préstamos de instituciones internacionales, tenemos algunos financiamientos locales y accedimos a una forma innovadora de financiamiento a través de un bono de oferta privada.
— Es el primer bono de oferta privada, ¿cómo se estructura?
— Es la primera emisión de Pro Mujer, una Institución Financiera de Desarrollo (IFD). Se trabajó con Capital SAFI, que tiene un fondo para financiamiento de microcrédito llamado Sembrar Microcapital. Fue un proceso largo de evaluación de la empresa, su solvencia financiera, económica, capacidad de pago y el impacto social que tiene. La característica del bono es que ya está colocado por el emisor y con esto se ahorra una serie de costos (estructuración, emisión, comisión a la Bolsa Boliviana de Valores). El bono está colocado y adquirido por Capital SAFI. La ventaja es que es endosable y lo pueden transferir. Es una forma de integrar oferta y demanda con el menor costo de transacción. El Código de Comercio lo permite. La BBV participará cuando los tenedores del bono decidan transarlo o venderlo. Capital SAFI cuenta con las autorizaciones de la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI) y de la Bolsa.
— ¿El monto y el plazo?
— La emisión del bono es por Bs 32 millones (cerca de $us 5 millones). Tiene un plazo de cinco años. A Pro Mujer le servirá para expandir el portafolio de créditos. Es importante porque es un financiamiento en moneda local y va de la mano con el proceso de bolivianización. Hemos mejorado nuestra estructura de fondeo. Estamos en un proceso de expansión y de disminución de riesgo.
— ¿Cuál el valor del bono?
— Pro Mujer tiene una calificación BBB+ que nos permitió acceder a este financiamiento. El bono tiene un valor de Bs 32 millones, que serán efectuados en dos series; una ya emitida por Bs 21 millones y la segunda que se emitirá en abril por Bs 11,2 millones.
— ¿En qué fase del proceso de regulación están?
— Hace cuatro años empezamos un proceso de autorregulación. En 2008, la ASFI incorporó la regulación a las IFD; estamos en ese proceso y en el plazo de un año recibiremos la licencia de funcionamiento para captar depósitos del público. Tuvimos que constituir una fundación en Bolivia para que se dedique a las actividades de intermediación financiera y separarla de la ONG que mantendrá los servicios de salud y capacitación. Esperamos una última inspección de la ASFI.
Perfil Nombre: Gonzalo Alaiza Alborta Profesión: Administrador de Empresas Cargo: Gerente General Pro Mujer
Experto en microfinanzasPaceño. Estudió en los colegios San Ignacio y La Salle. Se tituló en Administración de Empresas en la Universidad Católica Boliviana. Tiene una Maestría en Finanzas Empresariales de MpD-UCB. Sus primeros años de trabajo fueron en el sector privado; luego pasó una década en BancoSol y hace un par de años está en la gerencia general de Pro Mujer. “Lo más difícil es no perder la orientación de la misión cuando se empieza a hacer un negocio de intermediación financiera y mantener ese equilibrio entre rentabilidad financiera y social. Lo más fácil y lindo es la satisfacción de ver a mujeres de escasos recursos empoderadas y con mejores oportunidades de vida”.
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