Juan Antonio Morales, ex presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), no podrá participar del encuentro de la Asociación Internacional para el Desarrollo (IDA), del Banco Mundial, que analizará la asistencia de esa entidad a países “graduados”, entre ellos Bolivia, debido que el juez Carlos Guerro no autorizó el viaje.
El encuentro se realizará en Washington, Estados Unidos, y el permiso de la autoridad judicial era necesario debido a que Morales guarda detención domiciliaria y está arraigado por un proceso judicial.
El tema principal a tratar en la cita de Washington es el futuro de la cooperación de IDA, en vista de que en los próximos cinco a diez años la gran mayoría de los países beneficiarios se “graduarán”, es decir, superarán el límite de ingreso per cápita. Bolivia es una de las naciones que se estará “graduando” progresivamente.
La negativa del juez de otorgar permiso a Morales para asistir a esta conferencia implica que Bolivia no tendrá una representación, bajo riesgo de que se pierda definitivamente la oportunidad de obtener nuevos créditos concesionales de esta institución, que los pudiera necesitar sobre todo para sus programas de desarrollo social.
A mediados de enero, la Red para el Desarrollo Global (GDN por sus siglas en inglés) institución relacionada con el Banco Mundial, para la promoción de la investigación en temas de desarrollo, invitó al ex titular del BCB a formar parte del Grupo de Trabajo sobre el futuro de IDA.
Esa red reúne a académicos, profesionales y forjadores de políticas, para reflexionar acerca de opciones específicas a ser consideradas por la alta gerencia del Banco Mundial y sus países accionistas.
Esta invitación se hizo a título personal, como reconocimiento a la trayectoria de Morales.
La IDA fue creada en 1970 y ofrece asistencia a los países más desfavorecidos, al proveerles con préstamos a muy largo plazo y con intereses muy bajos (para la provisión de servicios sociales básicos y apoyo a presupuestos), asistencia técnica y asesoría en políticas públicas.
Esa asociación es financiada por los países ricos y los préstamos son realizados a aquellas naciones con un ingreso per cápita anual inferior o igual a 1.025 dólares. Bolivia ha sido largo tiempo usuario de IDA, pero ahora ya no calificaría porque su ingreso per cápita es superior a 1.025, lo que inviabilizaría futuros créditos para el país.
En septiembre del pasado año, Morales fue acusado de enriquecimiento ilícito debido a que recibió pluses salariales en 1997, durante su gestión como presidente del Banco Central de Bolivia, práctica que en ese momento era legal.
A partir de entonces, esa ex autoridad guarda detención domiciliaria. Esa acción le impidió, al principio, desempeñarse como docente de la Universidad Católica Boliviana.
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