La carne de pollo y las pensiones universitarias incidieron en el alza mensual de precios, según el INE.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) registró en febrero de 2012 una elevación del 0,49 por ciento respecto del índice de enero, por lo que la variación acumulada en los dos primeros meses del año alcanza al 0,80 por ciento.
Según la información del Instituto Nacional de Estadística (INE), la inflación en los 12 meses precedentes llegó al 4,64 por ciento.
Los precios de la carne de pollo (entero), la arveja, la cebolla y las pensiones para la educación universitaria tuvieron mayor incidencia en el cálculo del encarecimiento de la vida en febrero. Por el contrario, los valores del tomate y la papa se redujeron con respecto a enero.
El precio del kilo de carne de pollo se incrementó hasta en 3,50 bolivianos. Actualmente, este producto se comercializa hasta en 15 bolivianos.
Además, la inflación del mes pasado se explica por el incremento de precios en las ciudades de Cobija, con 0,67 por ciento; Cochabamba, con 0,65; Tarija, con 0,61; Santa Cruz, con 0,51; La Paz, con 0,50; Trinidad, con 0,30; Oruro, con 0,19; Potosí, con 0,02, y Sucre, con 0,01 por ciento.
La inflación de enero llegó al 0,3 por ciento. El dato muestra que el IPC del primer mes del año se mantuvo controlado en comparación con el 0,49 por ciento de diciembre de 2011.
En enero de 2011, Bolivia llegó a un índice inflacionario de 1,29 por ciento.
Previsiones para este año. Para 2012, el Gobierno prevé una inflación del 5 por ciento y un crecimiento económico del 5,5 por ciento.
El INE señaló que la variación positiva del IPC de enero se debe, principalmente, al incremento en las pensiones escolares para educación primaria y secundaria.
El IPC mide las variaciones promedio de un determinado conjunto de bienes y servicios de consumo de la población.
Este indicador se calcula con la nueva Base 2007 en las nueve ciudades capitales del país, además de El Alto. No se considera ninguna otra ciudad intermedia.
La inflación DE 2011. El año pasado, Bolivia cerró con una inflación de 6,9 por ciento, tras frenar en el segundo semestre un alza de precios derivada del reajuste de combustibles un año antes, que fue anulado el 31 de diciembre de 2010.
En esa gestión, se registró una inflación anual del 7,18 por ciento, aunque el Gobierno había previsto un máximo del 4 por ciento para esa gestión fiscal.
Durante los dos primeros meses del año pasado, se evidenció escasez de azúcar, lo que obligó al Gobierno a adoptar medidas de emergencia, tales como la importación directa del endulzante y la prohibición de exportarlo. Se logró, en consecuencia, que el precio del kilo se estabilice en seis bolivianos, en reemplazo de los 9 o 10 bolivianos en que llegó a cotizarse este producto.
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