Desde su aprobación en 1996, la Ley del Banco Central de Bolivia (BCB) fue quebrantada en al menos dos ocasiones: en 2009, cuando el Gobierno autorizó a través de la Ley Financial otorgar créditos a empresas públicas; y el 2002, cuando se dio inicio a la designación de interinos en el directorio y la presidencia del ente emisor.
La explicación corresponde a los ex presidentes del BCB Armando Méndez y Juan Antonio Morales que identificaron esas dos violaciones a la normativa.
El lunes, el ministro de Economía, Luis Arce, anunció que la entidad dejará de ser independiente con una nueva ley, lo cual volvería a quebrantar la norma.
Respecto a las violaciones anteriores, Méndez explicó que el artículo 22 de la Ley de BCB prohíbe expresamente “otorgar crédito al sector público”, salvo préstamos al Tesoro General del Estado para atender emergencias. Esto se cambio en 2009.
“Durante el Gobierno del presidente (Evo) Morales esa prohibición ya se ha vulnerado, el Banco Central ha dado créditos al Gobierno, al sector público, a las empresas del Estado”, dijo.
La Ley Financial de 2009 dispone la otorgación de créditos a favor de YPFB, la del 2011 amplía los préstamos a ENDE y Comibol y la del 2012 da más financiamiento a la estatal petrolera, así como a la empresa azucarera de San Buenaventura.
En ese sentido, Morales explicó que “se tiene la excusa de que estaban en la ley del presupuesto, pero la Ley del Banco Central es una ley especial, que tiene una duración mucho mayor que las leyes financiales que valen sólo para un año”, afirmó.
Respecto a la normativa sobre la institucionalidad del ente emisor, ésta fue afectada en 2002 durante el Gobierno del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Lo que hizo Morales fue simplemente dar continuidad a esa política de interinatos.
“El presidente Evo Morales continuó nombrando interinos porque es una garantía para cambiarlos, ya que el mandato del presidente y del directorio tiene un tiempo definido y el Mandatario no podía cambiarlos, hoy día puede hacerlo cuando quiera”, manifestó Méndez.
Agregó que esa institucionalidad y la forma de elección era lo que le daba una imagen de independencia a esa entidad, pero que la Ley del BCB no establecía expresamente ese carácter.
Sobre esto, Juan Antonio Morales dijo que este Gobierno no respetó la designación del directorio, ni de la presidencia, a través de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pese a que el MAS tiene mayoría en esa instancia.
“No se los ha elegido como estipula la Ley del BCB y peor todavía, se los ha removido con demasiada frecuencia, lo que le ha dado una inestabilidad”, precisó.
Morales opina que el hecho de que el Ejecutivo no haya recurrido a su mayoría en el Congreso tiene que ver con su necesidad de no verse impedido en cambiar a directores y presidentes de acuerdo a su interés.
Ven riesgos con subordinación
El riesgo de que el Banco Central de Bolivia (BCB) pase a depender del Órgano Ejecutivo es que el ente emisor se vuelva “cajero” y sea sólo para satisfacer las necesidades de liquidez del Gobierno, coincidieron los ex presidentes de la institución Juan Antonio Morales y Armando Méndez.
“El peligro subsiste, de que en algún momento el Gobierno tenga falta de recursos y, como en el pasado, al no tener ingresos y al tener que pagar todo, comience a usar al Banco Central de cajero”, manifestó Méndez.
Empero, en su criterio, el riesgo se aminora porque en los últimos seis años el BCB hizo un manejo adecuado de la inflación.
Morales dijo que el riesgo de que dependa del Gobierno es que sea utilizado “para satisfacer las necesidades políticas del Ejecutivo. Todo lo que es control de la inflación podría perderse ('), por ejemplo, financiando exageradamente a las empresas públicas”, aseguró.
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