Así lo establece el nuevo Reglamento para la Administración de Reservas Internacionales aprobado por el BCB a través de la Resolución de Directorio 163. El ente emisor aprobó esta nueva normativa para “optimizar el manejo y diversificación de las reservas” y debe adecuar las operaciones relacionadas con esta actividad hasta el 30 de junio de este año.
El artículo 9 de la norma señala que el capital de trabajo (que no se invierte en el exterior) estará constituido “predominantemente” en dólares estadounidenses. Sin embargo, los portafolios para inversión estarán conformados por “dólares estadounidenses, euros, dólares australianos, dólares canadienses, yuanes, libras esterlinas, yenes japoneses (...) y otras divisas autorizadas” por el Comité de Reservas Internacionales.
Datos del ente emisor señalan que a febrero de este año, las reservas se componen de dólares estadounidenses (61,8%), oro (18,3%), euros (12,1%), dólares australianos (2,9%), dólares canadienses (2,8%) y Derechos Especiales de Giro (2%). Las monedas de Australia y Canadá se incluyeron en las reservas recién desde la anterior gestión (ver infografía).
El miércoles, el gerente de Operaciones Internacionales del Banco Central, David Espinoza, anunció que “el nivel de diversificación de reservas internacionales va a ser mayor en los próximos meses”. El objetivo es obtener una mejor relación riesgo-retorno de las inversiones realizadas en el mediano y largo plazo.
El nuevo reglamento puntualiza que las reservas internacionales se invierten con criterios de “seguridad, preservación de capital, liquidez, diversificación de monedas y rentabilidad, en ese orden de prioridad” y que los límites de las divisas que componen las reservas monetarias y el oro será determinado por el Directorio del Banco Central.
En 2011, la entidad adquirió en el exterior siete toneladas de oro por un precio aproximado de $us 400 millones. Deste este año, el BCB “comprará aproximadamente 2 t de oro nacional”, informó el presidente de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), Héctor Córdova.
“Hemos incrementado nuestras reservas en oro, porque este mineral ha crecido en precio en los últimos años y es positivo que nos agarremos de un activo que va aumentando en precio”, sostuvo Espinoza.
Ingresos. Según datos del BCB, la inversión de las reservas en 2011 generó una tasa de retorno promedio de 0,75% en un escenario de mercados financieros internacionales “con tasas de interés históricamente bajas”. En los últimos seis años, el rédito obtenido por la inversión de las RIN alcanzó casi $us 700 millones (ver infografía). Desde mediados de 2010, parte de estos ingresos financian los costos del bono social Juana Azurduy.
Durante el primer semestre de 2011, los principales flujos de incremento de las reservas fueron las exportaciones de gas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la disminución del Fondo de Requerimiento de Activos Líquidos, las exportaciones de Vinto y los desembolsos por deuda externa.
Los flujos de disminución más importantes fueron las importaciones de YPFB, los retiros de efectivo por parte del sistema financiero, gastos fiscales y el servicio de deuda externa pública.
Inversión de reservas auríferas
Las reservas internacionales en oro estarán constituidas por las inversiones en depósitos a plazo fijo, bonos denominados en oro, saldos en cuentas allocated (físicamente) o unallocated (registro en libros) y barras de oro que posean la calidad de London Good Delivery Bars. Las inversiones se podrán realizar en países con calificación de riesgo crediticio soberano de largo plazo AA- en el Banco Internacional de Pagos (BIS), el Banco Mundial (BM) y en entidades financieras miembros del London Bullion Market Association con una calificación de largo plazo igual o mayor a A y de corto plazo igual o mayor a A1. (Reglamento de Administración de RIN del BCB).
Tener reservas en oro no sería muy recomendable
Aunque la diversificación de las RIN es acertada para el actual contexto de crisis financiera externa, la mayor acumulación de reservas en oro no es “muy recomendable” debido a que la especulación en mercados internacionales puede generar una caída en el valor del producto.
Así lo señaló el expresidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Armando Méndez, a tiempo de recordar que la diversificación de las Reservas Internacionales Netas (RIN) responde a criterios eminentemente financieros.
La decisión de incluir el yuan, el yen y la libra esterlina en las reservas es una decisión “muy acertada y correcta”, porque “son divisas internacionales que pueden ser vendidas en cualquier momento”. Sin embargo, el incremento de reservas en oro “no es lo más recomendable, porque el mineral es muy inestable; es un commodity de mucha especulación, cualquier rato puede caer su precio y no se puede vender con mucha facilidad. No creo que sea lo más conveniente para el Banco Central tener oro”, indicó Méndez.
De acuerdo con la proyección del especialista, este año, las tasas de interés a nivel internacional “seguirán bajas” por el exceso de liquidez en el mundo. “Las tasas podrían subir si las expectativas inflacionarias y la inflación en el mundo aumentan”, expresó.
Altos precios y régimen cambiario
“Los incrementos en los precios de las materias primas (principalmente de alimentos) y la apreciación de las monedas de nuestros socios comerciales son determinantes en el comportamiento de la inflación importada en Bolivia (...). El régimen cambiario vigente, caracterizado por una menor volatilidad, permitió (en 2011) continuar con las leves apreciaciones de la moneda al ritmo que demandaron las presiones inflacionarias externas”. BCB
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