El Banco Mundial recortó netamente sus previsiones de crecimiento global en el marco de una actividad "anémica" en los países ricos e incertidumbre en las economías emergentes.
El PIB mundial debería crecer este año solo 2,4%, marcando un estancamiento en relación a 2015 y una neta degradación en relación a enero, cuando el BM todavía preveía un crecimiento de 2,9%.
Para 2017, la institución de lucha contra la pobreza no es más optimista y baja su previsión en 0,3 punto porcentual, a 2,8%.
"Los mercados emergentes y los países en desarrollo exportadores de materias primas tienen dificultades para adaptarse a la debilidad de los precios del petróleo y otros productos básicos. El crecimiento continúa siendo el factor más importante en la reducción de la pobreza, es por ello que nos preocupa que se reduzca", dijo el presidente del BM, Jim Yong Kim.
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