06 junio 2017

La ineficiente búsqueda de la igualdad económica

Un amigo economista realizó un comentario en relación con el artículo de opinión que escribí la pasada semana titulado "El libre mercado y la riqueza”, y que quiero compartir.

Él dice: "Las economías que utilizan más mercado, con mayor apertura externa, con deuda pública y Estado reducidos, son los que más rápido crecen y en la mayoría de veces tienen mejor distribución de la riqueza. Pero el populismo junto con la ley keynesiana, proponen más Estado, más gasto fiscal, con multiplicadores del gasto mayores que uno, con controles absurdos en los mercados, con mayores impuestos a los que más riqueza poseen y hasta estatizaciones. El resultado es un menor crecimiento, que viene acompañado de crisis política y social”.

El rol creciente de la presencia del Estado responde a que se cree que es labor de los gobiernos reducir las desigualdades económicas en lugar de que esta tarea sea adecuadamente enfrentada por el buen funcionamiento de los mercados competitivos, lo que a la postre llevará a que la riqueza concentrada en ciertos estratos sociales, baje a los demás.

En teoría económica y en inglés se utiliza trickle down para referirse al hecho mediante el cual la riqueza que se concentra en algunos luego se expande hacia los demás.

Fracasada la socialización de los medios de producción por las revoluciones socialistas del siglo pasado como medio para eliminar la pobreza, se pasó a intentar la socialización de los resultados de las economías de mercado, distorsionando la buena labor que realizan los mercados libres.

En nombre de la reducción de las desigualdades económicas, se ha planteado la concepción del Estado del Bienestar en los países desarrollados. La intención fue ayudar a los pobres, impulsando la intervención gubernamental, y lo que ha sucedido es que ha sido conducido por una "mano visible” para alcanzar intereses privados no previstos en sus intenciones.

Cuando los mercados son libres la cooperación es la regla y no lo es el conflicto. Cuando el Gobierno fija precios, en general, y salarios, en particular, entonces se fomenta el conflicto social.

¿Por qué razón la gente buscaría educarse mejor, profesionalizarse, si esto no se tradujera en una mejor remuneración en comparación con alguien que no hace lo mismo? ¿Por qué acumular capital humano?

Por lo general, nadie está de acuerdo con la remuneración que recibe. No es fácil comprender por qué hay gente que gana más que uno. Sin embargo, la respuesta es la misma cuando se indaga por qué un estudiante tiene mejor calificación que otro. Un alumno tiene mejor nota cuando las respuestas que coloca en un examen son las acertadas, a diferencia de otro que no cumple con este requisito. En una economía de mercado un trabajador recibe una remuneración mayor que otro porque es más productivo o porque sus habilidades son más escasas que las de otros trabajadores.

La distribución del ingreso y de la riqueza siempre genera descontentos. Cuando se efectúa con reglas de mercado, la insatisfacción se diluye. Cuando el Estado interviene la molestia se focaliza sobre el Gobierno, convirtiéndose su accionar en continuo conflicto por la lucha de intereses.

Es cierto que quienes poseen más factores productivos y tienen mayor capital de todo tipo obtendrán mayores ingresos. ¿Por qué? Milton Friedman dice: "Es consecuencia de la elección propia, de decisiones ajenas (herencias, por ejemplo, la labor de los padres) y el azar”.

Y, ¿cuál es la mejor forma de cuidar y aumentar los factores productivos en cualquier economía? Milton Friedman responde: "Es la propiedad privada”.

¿Cuál debe ser el rol del Estado en una sociedad? Siguiendo a Adam Smith, Milton Friedman dice: "Ni preferencias (privilegios) ni restricciones. Todos sujetos a la misma ley”.

La igualdad que se debe destacar y se debe alcanzar está en el campo de la dignidad.

* Profesor emérito de la UMSA y expresidente del Banco Central de Bolivia.

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