Prodem, Ecofuturo, Fassil y Fortaleza son fondos financieros privados (FFP) están en proceso de convertirse en bancos del sistema microfinanciero en los próximos dos años, para dar más servicios a sus clientes, al igual que Banco Sol, Banco Los Andes Procredit y Banco FIE.
“El mayor beneficio es para el cliente, puesto que él accederá a servicios completos y diversificados sin tener que migrar hacia una entidad bancaria”, puntualizó el secretario ejecutivo de la Asociación de Entidades Financieras Especializadas en Micro Finanzas (Asofin), Reynaldo Marconi.
El cambio de FFP a Banco responde a dos razones. Una corresponde a completar y diversificar los servicios para los clientes, “pudiendo apoyarles en sus operaciones de comercio exterior y manejo de cuentas corrientes, que como FFP no se los puede hacer”, precisó Marconi.
La segunda razón destaca que podrán aportar en mayor medida al desarrollo del sistema financiero nacional, a la bancarización, a las inversiones y el financiamiento a la micro y pequeña empresa (MyPE) y otros sectores. “Los ritmos de crecimiento en captaciones y colocaciones como bancos son mayores que los que puede conseguirse como FFP, y, teniendo el enfoque de colocar todo lo que se capta, ese aporte es mayor”, detalló.
Este es el trabajo que realizan actualmente los tres bancos especializados en microfinanzas y MyPE, Banco Sol, Banco Los Andes Procredit y Banco FIE, este último recibió la resolución de la autoridad de fiscalización (ASFI) para su conversión en mayo de este año.
“El sistema financiero nacional se encuentra en pleno proceso de reconfiguración, donde el protagonismo del sistema microfinanciero y de apoyo a la MyPE, cobra mayor relevancia, circunstancia comprensible, por cuanto la población atendida por estas instituciones, corresponden también a los sectores sobre las cuales la política gubernamental se focaliza”, puntualiza Asofin en un boletín.
Y agrega que los bancos comerciales, “mantienen su preeminencia en las cifras de cartera y depósitos en términos absolutos”.
Competencia. El sistema financiero nacional está conformado por 9 bancos comerciales, 3 bancos especializados de microfinanzas, 5 FFP, cuatro en proceso de convertirse en bancos de microfinanzas, 13 Instituciones Financieras de Desarrollo (IFD) en proceso de adecuación a la regulación, 24 cooperativas de ahorro y crédito y 8 mutuales para la vivienda.
¿Se genera más competencia? “Los bancos comerciales y los bancos microfinancieros se desenvuelven tendencial y mayoritariamente en nichos de mercados diferenciados”, sostiene Marconi.
Mientras la banca comercial atiende al sector corporativo de la economía y a públicos diversos en servicios de captaciones, los bancos microfinancieros se concentran en el sector de la MyPE y agentes económicos rurales incluyendo a productores pequeños agropecuarios.
“El índice de colocaciones en préstamos de sus captaciones es del 112%, en cambio en el sistema bancario comercial esa relación es del 61%; eso quiere decir que los bancos MyPE y los FFP colocan en crédito todo lo que captan en depósitos e inclusive recurren a otras fuentes de financiamiento para respaldar sus colocaciones y no tienen recursos ociosos”, precisó Marconi.
Sobre los bancos de primer piso
-Para Asofin, la presencia de la banca estatal de segundo piso (BDP SAM) opera con pocos intermediarios y, la banca “cuasi estatal” de primer piso (Banco Unión) “ha tenido resultados de expansión encomiables”.
-Resaltan el comportamiento del FFP PRODEM, adquirido por el Banco de Desarrollo Económico y Social de Venezuela (Bandes), que “ha mantenido su enfoque y su trabajo profesionalizado”.
-Sobre el sistema Mutual de Ahorro y Préstamo para Vivienda señalan que se estancó y que las Cooperativas de Ahorro y Crédito reguladas crecen poco.
Los préstamos otorgados superan los $us 1.782 millones
En el sistema microfinanciero boliviano, a septiembre 2010, la cartera de créditos llegó a 1.782 millones de dólares y los depósitos a casi 1.775 millones de dólares, informó Asofin. El crecimiento es de 228 millones de dólares en el caso de la cartera crediticia, y de más de 276 millones de dólares en depósitos. “Hoy, los depósitos del público, representan el 99,6% de la cartera de préstamos”, destacó.
Asofin enfatiza que las entidades reguladas de este sector registran una tasa de morosidad de 1,15 %, mientras que la cobertura de previsión sobre la cartera en mora se encuentra en un 434 %.
“El número de clientes de crédito ya sobrepasó la cifra del medio millón de personas, habiendo llegado a los 556.774 prestatarios a septiembre de este año. Asimismo, debemos resaltar que a esa fecha ya se ha sobrepasado la cifra de 1.9 millones de clientes con depósitos en cajas de ahorro y DPF”, informa Asofin en el boletín mensual, que se halla en www.asofinbolivia.com
“La penetración financiera, medida como una relación entre prestatarios respecto a la Población Económicamente Activa (PEA ), ha pasado de 21% el 2005 a 28% el 2010, avance en el que el sistema microfinanciero ha sido el agente promotor, que de una participación del 71% el 2005 pasa a 75% el 2010, cuando el sistema bancario comercial pasa de 17% a 16% en el mismo periodo”.
Para el secretario ejecutivo de Asofin, Reynaldo Marconi, durante este quinquenio, el sistema microfinanciero tuvo un crecimiento relevante, más aún cuando “la calidad de la cartera se mantuvo con niveles de morosidad bajos y razonables”.
El reto es llegar al campo con servicios financieros
“El reto del país es avanzar en la bancarización rural. Podría pensarse en implementar en el país en un ‘Sistema de Corresponsalías Financieras’, promover el funcionamiento de ‘Agencias compartidas’, etc”, subrayó el secretario ejecutivo de Asofin, Reynaldo Marconi.
En la actualidad, precisó que “la cobertura de servicios de crédito es mayor a nivel urbano (44% de prestatarios atendidos respecto a la Población Económicamente Activa, PEA) que a nivel rural, 22% de la PEA”.
Según datos de la Cámara Nacional de Comercio, la PEA en Bolivia está conformada por 4,5 millones de personas. Las proyecciones de población del INE, en el 2010, es de 10,426,154 habitantes. Para Marconi, “mediante la normativa se puede impulsar y promover la bancarización” para llegar al área rural, pero advierte que “los resultados reales de expansión serán limitados”.
“Creo que existen mayores probabilidades de tener mejores resultados de bancarización rural si se avanza en la implementación de inversiones de infraestructura y comunicación, desarrollo de servicios de apoyo, acceso a las bases del Sistema Biométrico, respaldo a las iniciativas que descentralicen la operatividad del sistema judicial, catastro, etc.”, dijo.
Agenda. “Respecto a los desafíos futuros, el más importante de ellos es el financiamiento al sector productivo y a la micro y pequeña empresa, por lo que el desarrollo de los mecanismos de apoyo tales como Fondos de Garantía, Seguro Agrícola, Servicios de Desarrollo Empresarial, etc., son necesarios”, manifestó el ejecutivo.
Sin embargo, enfatizó que es necesaria una “articulación de intervenciones público-privadas” para “alcanzar una Agenda Concertada de apoyo al sector productivo, entre los principales actores: Estado, productores y operadores financieros”.
El representante de Asofin sostuvo que “durante la fase de las políticas liberales de la economía, el sector microfinanciero contribuyó a generar oportunidades para miles de informales que eran excluidos y marginados por el modelo; hoy, a este enfoque de oportunidades el sistema microfinanciero adiciona el reto de Construir País y Cambiar Vidas” y coadyuvar en la construcción del modelo de apoyo al sector productivo.
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