— Presidente de esta organización por más de 15 años, ¿qué es lo que más destaca de FIE?
— Preservar y que se extienda en el tiempo el ideario y los paradigmas que dieron origen a esta iniciativa. La modernidad del sistema financiero, que ha conducido a la crisis del sistema financiero en los países del primer mundo en el 2008 perdió de vista que lo que deben hacer es preservar el dinero del público, administrarlo y otorgarlo en operaciones de financiamiento que aseguren el mantener ese ahorro. Esa es la riqueza que tenemos y tiene cualquier sistema económico. El desafío que asumieron las mujeres que crearon FIE tiene una trascendencia que va más allá de buscar el resultado inmediato o el éxito en el corto plazo: mejorar la situación económica y social del cliente que busca un servicio.
— La Asfi les dio permiso para convertirse en banco hace un año y tres meses, ¿qué resultados lograron?
— Los resultados, al margen de las cifras, son halagadores. En ese contexto, le toca al banco llevar ese ideario al área rural, donde se mantiene una elevada cantidad de la población boliviana dedicada a la actividad agropecuaria. El mandato del directorio es instalar nuevas agencias en ciudades pequeñas con el propósito de dar impulso al financiamiento del sector agropecuario. Nos inquieta que la capacidad de producción de bienes que llenen nuestra canasta de alimentos vaya disminuyendo. Vemos productos agrícolas importados de Perú y Chile. Parecería demagógico, pero es importante tomar conciencia de esta situación.
— ¿La normativa actual permite a los bancos cumplir?
— No solo la normativa de la Asfi lo permite, están los decretos del Seguro Agropecuario y arancel cero para importación de algunos insumos. Eso fortalece y ayuda al banco para trabajar en el área rural.
— Las garantías siempre fueron el problema para llegar al área rural.
— Tenemos que ir construyendo como hicimos antes. No olvidemos que cuando empezamos, no sólo FIE sino todas las entidades de microfinanzas, la garantía era irrelevante, unos optaron por la garantía solidaria y otros confiamos en el compromiso del cliente que necesita asegurar el acceso al financiamiento; su objetivo es mantener una actividad que le ayuda a obtener ingresos para dar educación y salud a su unidad familiar.
— Es la clave.
— Se trata de una relación estrecha del funcionario y el cliente. Eso es valioso. Algunos funcionarios de economías modernas dicen que eso es anticuado. Probablemente, pero con satisfacción podemos decir que nuestro sistema no se cayó y tenemos una mora del 1,04%.
— ¿Cuántos clientes tienen?
— Tenemos 162.315 clientes con crédito, de ellos 31.383 son clientes en áreas rurales. Las captaciones provienen de 531.167 depositantes. La cartera es de $us 494.493.491 en créditos otorgados en los nueve departamentos. Las captaciones del público superan los $us 422 millones. Estas son cifras a julio del 2011.
— ¿Cuál debiera ser la mirada de los bancos, tradicionales o de microfinanzas, frente a la economía del país?
— Además de pragmática, de amplia apertura para percibir que se ha generado un proceso muy dinámico. El sector financiero no ha tenido ningún obstáculo para desarrollar a plenitud sus actividades y la respuesta de la actividad empresarial, sea formal o informal, ha demandado el apoyo del sistema financiero. En términos generales, la región (América Latina) ha obtenido las mejores notas en una época en la que observamos crisis y el atolladero en el que se metieron las grandes economías (Europa y EEUU). Acá no estamos mal.
— Allí los bancos jugaron un rol, ¿cuál el reto de Banco FIE?
— En el caso de FIE, en el 2001 fuimos a la Argentina para apoyar a la comunidad de migrantes bolivianos. FIE Gran Poder es el nombre que en Argentina está consolidada; es un referente en microfinanzas. Es importante la determinación de FIE, la ONG boliviana para constituir una corporación con presencia regional. Es el objetivo. Vamos a orientar parte de nuestras energías y esfuerzo buscando que esa forma anticuada de hacer banca la podamos implementar en otros países de la región, donde confrontan problemas tan iguales como los que vemos en nuestro país, en poblaciones de menores recursos.
— ¿Dónde más está FIE?
— Tiene inversiones en una entidad de micro finanzas en Perú.
— Hacer banca a la antigua, ¿qué características tiene?
— La antigüedad nos brinda la satisfacción original de ver una segunda generación de clientes, sus hijos. Hace 20 años decíamos “atender las necesidades sentidas de la clientela, tanto en capacitación como acceso al financiamiento”. Si el cliente necesita un producto démosle lo que necesita. Es muy difícil que se acomode a un producto rígido. Tiene que ser a la inversa. Y ser prudentes en cuanto a los indicadores y límites. Eso es lo que hacemos. Simple.
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