Las bolsas acusaron ayer el golpe de la degradación de la deuda estadounidense, pese a la movilización de gobiernos y autoridades financieras para contener el pánico, con el telón de fondo de la desaceleración económica mundial.
Pese a las declaraciones del presidente Barack Obama, la Bolsa de Nueva York cayó a su nivel más bajo en 10 meses: el Dow Jones perdió 5,55% y el Nasdaq 6,90%.
Obama defendió el crédito de Estados Unidos luego de que la agencia calificadora Standard & Poor’s (S&P) degradara el viernes un nivel la calificación de su deuda, de AAA a AA+. “Sin importar lo que pueda decir una agencia, fuimos y seremos siempre un país triple A”, dijo Obama, que argumentó que la economía estadounidense es todavía una de las inversiones más seguras en el mundo.
Es la primera vez desde octubre que el índice vedette termina bajo los 11.000 puntos y su peor jornada en términos de porcentaje desde diciembre de 2008, un período negro para el sector financiero.
Los mercados “ya estaban en plena baja, y la degradación es un shock adicional para los inversores nerviosos”, observó Nigel Gault, de IHS Global Insight. Fráncfort, principal plaza bursátil de la Eurozona, perdió un 5,02%, París 4,68%, Londres 3,39%.
Madrid y Milán, que se habían beneficiado de la calma que parecía reinar en el mercado de la deuda tras la decisión del Banco Central Europeo de comprar títulos españoles e italianos en el mercado secundario, terminaron en baja de 2,44% y 2,43%, respectivamente, sucumbiendo al pánico general que se agudizó con las pérdidas de Wall Street en la apertura.
Preocupa el riesgo de una recesión mundial.
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