Los socios de las cooperativas de ahorro y crédito serán obligados a realizar aportes de capital con la finalidad de fortalecer el patrimonio de esas entidades, según el proyecto de Ley de Servicios Financieros, que reemplazará a la actual Ley de Bancos.
El artículo 238 de esa propuesta expresa que el estatuto de esas sociedades deberá “establecer la obligatoriedad de los socios de realizar aportes de capitalización anual, adicionales a la reserva legal”.
Esa capitalización deberá hacerse mediante la compra de certificados de aportación o bajo la forma y condiciones que determine la asamblea general de socios, con la finalidad de asegurar el cumplimiento del capital primario mínimo y el coeficiente de adecuación patrimonial, que permiten que una institución opere con solvencia.
La propuesta también precisa que el consejo de administración elaborará anualmente, por sí mismo o por medio de especialistas independientes, estudios sobre la necesidad de fortalecimiento patrimonial y los mecanismos de capitalización, los que serán propuestos a la asamblea general de socios.
El analista en temas económicos Armando Álvarez explicó que esa capitalización es necesaria debido a que actualmente la mayor parte de los socios de las cooperativas no reinvierte las utilidades recibidas al cierre de una gestión.
El aporte de mayor capital, dijo, permitirá que estas entidades fortalezcan su patrimonio, lo que les permitirá a su vez incrementar su cartera. “Esto quiere decir que van a tener mayores recursos de financiamiento disponibles para el sector productivo, lo cual es muy positivo”, dijo.
En su criterio, es importante que se fortalezca el patrimonio porque así se podrán colocar créditos en sectores que tradicionalmente han sido más riesgosos y que ahora, con la nueva Ley de Servicios Financieros, se prevé potenciarlos, como en el caso de la actividad agropecuaria.
“La colocación de cartera está sujeta al riesgo de los activos que se colocará en relación al patrimonio. Si el patrimonio es reducido, obviamente se limitan los recursos para créditos. Por lo tanto, con esta disposición se permitiría de alguna manera a las cooperativas colocar una mayor cantidad de recursos en el sector productivo”, precisó.
Actualmente, 26 cooperativas de ahorro y crédito abiertas tienen licencias de funcionamiento otorgadas por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero. En cuanto a las societarias o cerradas, dos tienen ese permiso, en tanto que 67 están en proceso de adecuación.
Podrán conformar cajas centrales
Las cooperativas de ahorro y crédito podrán asociarse entre ellas para constituir cajas centrales con la finalidad de, por ejemplo, desarrollar redes de servicios financieros mediante ventanillas compartidas, transferencias de fondos, remesas y pago de servicios, entre otros.
El número de cooperativas que podrá integrarse, así como el capital mínimo requerido para su constitución, será determinado por la ASFI, según el proyecto de Ley de Servicios Financieros que reemplazará a la actual Ley de Bancos.
Las cajas centrales estarán integradas por entidades que tengan licencia de funcionamiento. Las mismas serán gestionadas por un consejo de administración bajo el control de un consejo de vigilancia, cuyos miembros serán designados por las cooperativas participantes.
Entre otras funciones, estas organizaciones podrán funcionar como cámaras de compensación entre las cooperativas que participen de la misma.
Adicionalmente podrán gestionar financiamiento y recursos destinados a cooperativas de ahorro y crédito autorizadas, entre otras facultades.
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