Las previsiones de crecimiento para Bolivia en 2016 son casi coincidentes entre el FMI que prevé un 3,8 por ciento y el BM que estima un 3,7 por ciento, según informes de perspectivas económicas mundiales divulgados ayer. Ninguno coincide con la previsión del Gobierno de que el PIB nacional crecerá en torno al 5 por ciento este año.
El analista económico Carlos Hugo Barbery considera que son estimaciones “bastante razonables” considerando que la economía mundial está en franca ralentización.
Los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) figuran en el informe “Perspectivas Económicas Globales” dado a conocer ayer al inicio de la reunión conjunta del FMI y el Banco Mundial (BM) en Washington, que reúne durante esta semana a los líderes económicos de los 188 países miembros de ambas instituciones.
Según el FMI, en 2016, la caída de los precios de las materias primas y el petróleo dividirá la región en dos. Aunque el comportamiento de la zona fue, en términos generales, “el esperado por las previsiones”, señala en su informe que la contracción en Brasil “fue más profunda de lo esperado”.
Por ello, el informe reconoce que “hay sustanciales diferencias entre regiones y países”, con Suramérica “muy afectada” por la caída de los precios de las materias primas, mientras que México, Centroamérica y el Caribe se están beneficiando de la recuperación de Estados Unidos y de los bajos precios del petróleo.
En ese contexto, Bolivia sería la primera en crecimiento en Sudamérica con el 3,8 por ciento, seguida por Perú con 3,7 por ciento y Paraguay con 2,9 por ciento de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Por otra parte, el FMI sostuvo que la inflación en Bolivia cerrará este año en 4 por ciento y el 2017 llegará a 5 por ciento.
En tanto que para el BM, el 3,7 por ciento de crecimiento previsto para Bolivia la pone en 2016 por encima de países como Perú y Paraguay, para los que prevé un crecimiento de 3,4 por ciento. La previsión para 2015 fue de 4,1 por ciento.
Si bien, el Gobierno asegura que el crecimiento del PIB fue mayor al 4,5 por ciento en 2015, hasta la fecha no se conocen los datos oficiales de parte del Instituto Nacional de Estadística (INE), pese a que fueron anunciados para marzo pasado. El INE postergó después el dato para abril aunque sin precisar la fecha.
El pasado 26 de marzo, el Ministerio de Economía y el Banco Central de Bolivia (BCB) ratificaron, en el programa fiscal financiero 2016, que el PIB del país crecerá este año en torno al 5 por ciento y la inflación cerrará en menos del 5,3 por ciento.
De acuerdo al Ministerio de Economía, el crecimiento económico de este año será impulsado, una vez más, por la inversión del sector público, cuyo monto representa el 20,7 por ciento del PIB nominal del país.
Para Barbery, las previsiones del FMI y del BM son casi similares debido a que sus evaluaciones se realizan en función a parámetros convencionales.
Por otra parte, dijo que es preciso tener en cuenta que hay distorsiones a las cuentas nacionales, como el movimiento económico generado por la actividad informal y el narcotráfico que apalancan la economía pero no se pueden cuantificar y, lógicamente, no se reflejan en las fuentes de las cuales se recogen los datos.
En cuanto a los otros países de la región, el FMI señala que Brasil va a encadenar un segundo año de contracción con -3,8 por ciento, la misma cifra que en 2015. En 2017 el crecimiento será nulo.
Entre los exportadores de petróleo sudamericanos, Colombia crecerá este año un 2,5 por ciento, seis décimas menos que el ejercicio pasado, para recuperar el ritmo en 2017 con un 3 por ciento, mientras que Venezuela seguirá este ejercicio sumida “en una profunda recesión” y el PIB cerrará con -8 por ciento este año, tras el -5,7 por ciento registrado en 2015, aunque en 2017 la recesión se reducirá a un -4,5 por ciento.
Ecuador se contraerá un 4,5 por ciento y un 4,3 por ciento, respectivamente, en 2016 y 2017.
En Argentina, las medidas en marcha “para corregir desequilibrios macroeconómicos y distorsiones microeconómicas han mejorado las perspectivas de crecimiento en el medio plazo, pero es probable que el ajuste genere una suave recesión en 2016”, según el informe del FMI que estima una contracción de -1 por ciento este año; pero en 2017 Argentina crecerá un 2,8 por ciento.
En Chile, el crecimiento será del 1,5 por ciento en 2016.
“La región se ha bifurcado. Suramérica es presa del ciclo de las materias primas y de China (...), tiene una dependencia única de estos elementos, incluso más que países de África”, remarcó el economista jefe del BM para América Latina, Augusto de la Torre, en Washington al presentar el informe del BM sobre Latinoamérica.
No obstante, dijo, la situación es heterogénea, con algunos países especialmente afectados y con menor espacio fiscal de reacción, como es el caso de Argentina, Venezuela y Brasil; y otros como Chile, Perú o Colombia, donde se mantuvo la prudencia macroeconómica y enfrentan un panorama menos exigente.
Para el BM, la contracción económica en Latinoamérica y el Caribe será de 0,9 por ciento en 2016 y para el FMI será de 0,5 por ciento, una caída mayor a la de 0,3 por ciento publicada por ese organismo en enero pasado.
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