En medio de la caída de los precios mundiales de petróleo, muchos consumidores latinoamericanos pagan igual o incluso más por su gasolina que hace un semestre, debido a los impuestos y subsidios que tienen en cada país, según el análisis de BBC Mundo.
Por ejemplo, los colombianos se quejan porque llenar el tanque del auto les sigue costando casi lo mismo que cuando el barril de petróleo estaba por encima de los 100 dólares . Y a los mexicanos les es más caro.
No son los únicos en América Latina que se hacen esa reflexión, porque pese a que los precios internacionales del crudo cayeron casi a la mitad en cuestión de meses, el valor que pagan los consumidores en buena parte de los países está mediado por un factor crucial: los impuestos y los subsidios.
En algunos países de la región -el caso más notorio es el de Venezuela-, el Estado subsidia masivamente el uso del combustible, mientras que en otros impone una fuerte carga tributaria.
Esto no quiere decir que América Latina sea la única en el mundo donde los precios del combustible están fuertemente influidos por la intervención gubernamental. El valor de la gasolina en Estados Unidos ha caído rápidamente este semestre.
Por el contrario, en muchas de las naciones europeas se aplican impuestos que encarecen de manera muy sustancial el precio que paga el público.
Los tributos alcanzan casi 1,50 dólares por litro en Noruega y 1,25 dólares en Alemania, según indica un estudio del académico Stefan Tscharaktschiew de la universidad alemana de Dresde.
En Estados Unidos, el impuesto al combustible en 2014 apenas llegaba a un poco más de 0,10 dólares por litro.
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