25 septiembre 2011

Acumular oro tiene sus riesgos

El comprar oro tiene problemas, aseguró el expresidente del Banco Central de Bolivia, Armando Méndez, quien no ve con buenos ojos la política del Gobierno de seguir acumulando la mayor cantidad del metal dorado como parte de las reservas.

A su juicio, la mayor compra aumenta la cantidad de dinero en circulación, que en el país “ya es alta”.

“En segundo lugar, el oro no es un activo líquido como son las divisas, y tercero, la experiencia enseña que el precio del oro es muy volátil”, afirmó.

En ese marco, dijo que, en general, las divisas como el dólar, el euro o el yen no están pasando por un buen momento, pero no existe en el mundo otras monedas que las puedan sustituir, para efectos del comercio internacional y del movimiento de capitales. La moneda china es posible que se constituya en una divisa más, por lo que es recomendable tener parte de las reservas también en esta moneda.

“El Banco Central no es un especulador financiero como lo son en el mundo los que compran oro. Por tanto, no tiene por qué comprar oro. El BCB tiene que mantener las reservas internacionales de manera diversificada, en divisas”, agregó al indicar que el ente emisor realiza una administración muy profesional tanto en la administración del oro como de las reservas internacionales.

COMPOSICIÓN DE LAS RESERVAS

Por su lado, el expresidente del Banco Central de Bolivia y exgerente de la Bolsa Boliviana de Valores, Fernando Campero Paz, afirmó que el comprar oro, no eleva las reservas, sólo se cambia su estructura, es decir, “de tener dólares, euros u otra divisa, pasamos al oro”.

Asimismo, consideró que el BCB debió haber comprado oro hace bastante tiempo, puesto que tanto el dólar como el euro, están en una constante pérdida de valor. “Ahora el oro está a un precio de 1,900 dólares o más la Onza Troy, por lo que es un precio ya alto. La pérdida de valor de las principales divisas (dólar, euro, yen, etcétera) se sabía que ocurriría por los déficits fiscales en los que incurrieron EEUU, Europa, Japón”, dijo al aclarar que estos déficits fueron consecuencia del excesivo gasto en el que incurrieron para salvar a los principales bancos de sus países durante la crisis financiera del año 2009 y 2010.

Recordó que en ese entonces se debería haber cambiado la composición de las reservas internacionales bolivianas, cambiando de dólares y euros al oro, a un precio mucho más bajo de este último.

Sin embargo, dijo, la tendencia al alza en el precio del oro se mantendrá, puesto que los principales países de Europa y EEUU siguen en crisis y ahora no sólo es financiera, sino sistémica y en los sectores reales de la economía. Por esta razón es importante continuar con el cambio en la composición de las reservas.

Consultado sobre si es correcto sólo acumular o es mejor monetizar el oro, Campero Paz, indicó que “son dos temas diferentes, porque cambiar la composición de las reservas de divisas a oro, es para mantener o mejorar el valor de estas reservas. Otro tema es si se debe o no monetizarlas”.

TIEMPOS DE “VACAS FLACAS”

Asimismo, dijo que por ahora se debería mantener las reservas para el tiempo de las “vacas flacas” que se acerca.

“El precio de nuestros principales productos de exportación (Gas, Estaño, Zinc, Wólfram, etcétera) está con una tendencia a la baja, por lo que nuestra Balanza Comercial (Exportaciones menos Importaciones, más fácil, la diferencia entre lo que vendemos en el mundo, con lo que compramos de él) tenderá a ser deficitaria. Venderemos menos y seguiremos comprando lo mismo o más”.

Por esta razón, indicó, que por ahora, es difícil pensar en un proceso de monetización de las reservas. “Nos servirán para amortiguar la crisis internacional y sus efectos en nuestra economía”, ratifica.

Según Campero Paz, en gestiones “antiguas”, más que pasadas, en los años cincuenta y cuando existía el Patrón Oro antes de la Asamblea de Bretton Woods, se le dio mayor importancia al metal precioso como reserva. Esto porque se salía de una crisis económica de la Segunda Guerra Mundial y sus consecuencias en las principales divisas de ese entonces, y se definía que todo billete debería tener un respaldo en oro (Padrón Oro), que se levantó en esa asamblea. Desde ese entonces son pocas las acciones de compra y acumulación de oro hasta el presente.

“Lo que se hizo en el principio de los años 2000, fue darle a nuestras reservas existentes, en ese entonces en oro, el grado de ‘good delivery’, es decir, que ahora se encuentra en una forma física de lingotes al 99,999 por ciento de contenido de oro”, contó.

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