Las imágenes de los lugares históricos y de los rostros de las personalidades que están plasmadas en los billetes de 10, 20, 50, 100 y 200 bolivianos fueron diseñados por Felipe en el año 1986 y a pedido de las autoridades del BCB en ese entonces.
Felipe ingresó a la institución financiera como muchos funcionarios lo hacen en las empresas privadas y públicas: desde un puesto muy bajo.
Fue contratado en el Departamento de Organización y Métodos del BCB y se encargaba de hacer los organigramas, flujogramas y todo el material referente a dibujos que el banco requería para sus exposiciones.
PRIMERO LOS CHEQUES
DE GERENCIA
En los años 80, época en la que el país sucumbió en una etapa de caos económico y una hiperinflación severa, el BCB solicitó a Felipe hacerse cargo de los diseños de los cheques de gerencia de 500, 1000, 5000, 10000, 50000 y 100.000 pesos bolivianos.
Recuerda que luego de 120 días de circulación, esos cheques se resellaron y pasaron a obtener un valor como billetes, para lo cual se les quitaron seis decimales. Además de los cheques de gerencia, Felipe también fue quien diseñó las letras del Tesoro General de la Nación, bonos y pagarés.
NUEVOS BILLETES
Al ver la creatividad que Felipe tenía para los dibujos, las autoridades del Banco Central de Bolivia le solicitaron realizar algunos diseños para los nuevos billetes que iban a ponerse en circulación.
Es así que el 11 de enero de 1985, mediante memorándum firmado por los ejecutivos del BCB, le asignaron la tarea exclusiva de elaborar los diseños de billetes en cortes de 1, 2, 5, 10, 20, 50, 100 y 200 bolivianos. Para esta importante tarea, ejecutivos de la institución bancaria lo nominaron “El diseñador de los nuevos billetes”.
La Ley 901 del 28 de noviembre de 1986 cambió el signo monetario del Peso Boliviano al “Boliviano” y eliminó seis decimales de la moneda nacional.
En ese marco, surgieron los nuevos diseños para la moneda nacional, que en su primera serie se emitieron en siete los cortes, exceptuando el corte de 1 boliviano.
Con la responsabilidad y confianza que le había asignado el BCB, y con una técnica mixta de dibujo y collage, Felipe comenzó a realizar los diseños con lápices de colores y fotografías grandes y pequeñas de los monumentos que hoy forman parte de los billetes.
Según Felipe, en ese entonces las computadoras no tenían la opción para diseñar imágenes, por eso el trabajo fue realizado manualmente.
ROSTROS Y LUGARES
Los billetes emitidos anteriormente tenían una característica común, pues la mayoría llevaba el rostro del Libertador Simón Bolívar o el Cerro Rico de Potosí.
“Había que reflejar el momento histórico que vivía el país en ese momento, por eso se pidió a las autoridades de todos los departamentos que enviaran las imágenes de personalidades o lugares y elementos representativos de sus regiones para que puedan ser incluidos en los billetes”, recuerda.
Entre algunas de esas imágenes se seleccionaron las de Adela Zamudio, Melchor Pérez de Olguín y Franz Tamayo, las Heroínas de la Coronilla.
Cuando los dibujos fueron terminados, se enviaron a la empresa Francois Charles Oberthur Fiduciare de Francia donde fueron impresos en la serie “A”.
Actualmente los diseños se mantienen y circulan ya en la serie “I”.
Cuenta que de todos los diseños que realizó, los billetes de 2 y 5 bolivianos estuvieron en vigencia por un corto periodo, ya que las autoridades determinaron convertirlos en monedas, las que actualmente se conocen y circulan en la economía del país.
La circulación y vigencia de los billetes diseñados por Felipe fue a partir del 1 de enero de 1987. Desde ese entonces no han sufrido cambios de consideración, más bien se implementaron algunas medidas de seguridad, ante los varios casos de falsificación que se presentaron en diferentes partes del país.
ÚNICOS
Con relación a lo que sucedía en el resto de los países, que por lo general mandaban a diseñar e imprimir sus billetes en los bancos establecidos en Europa, Bolivia marcó una diferencia gracias a la creatividad de Felipe.
"Actualmente no conozco muchos diseñadores de billetes, la mayoría trabajaba con las empresas grandes de Europa que utilizaba la tecnología para hacer los dibujos. Para mi haber hecho este trabajo fue una misión muy especial y hasta hace poco tiempo fue un secreto del BCB y del Estado", manifiesta Felipe que en los últimos años ha dado varias entrevistas a medios de comunicación, gracias al respaldo que tuvo del banco para difundir su trabajo.
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